Primera cumbre de las dos Coreas desde la partici¨®n

"Las dos Coreas han abierto un nuevo cap¨ªtulo en su historia", declar¨®, visiblemente satisfecho, el viceprimer ministro y jefe de la delegaci¨®n surcoreana, Li Hong Ku, tras anunciar el acuerdo sobre la primera cumbre intercoreana desde la divisi¨®n de la pen¨ªnsula, al final de la III Guerra Mun dial. Los presidentes del Norte, Kim Il Sung, y del Sur, Kim Young Sam, se reunir¨¢n los d¨ªas 25 a 27 de julio en Pyongyang, la capital del Norte.

Tras 10 horas de tensas negociaciones en la llamada Casa de la Paz, uno de los edificios oficiales de Panmunjom, ciudad enclavada en la fuertemente vigilada frontera entre ambas Coreas, los jefes de las dos delegaciones leyeron un comunicado conjunto sobre lo que hasta ahora parec¨ªa imposible, una reuni¨®n entre sus m¨¢ximos dirigentes. "Hoy nuestra responsabilidad es muy pesada. Setenta millones de coreanos y el mundo entero nos est¨¢n mirando", declar¨® Kim Yong Sun, jefe de la delegaci¨®n norcoreana y presidente del Comit¨¦ de Reunificaci¨®n de la Asamblea Suprema del Pueblo.Kini II Sung, de 82 a?os, fue quien propuso a Kim Young Sam, de 66, esta hist¨®rica reuni¨®n. El presidente de Corea del Sur la acept¨® de inmediato y en cuesti¨®n de semanas se ha pasado de escuchar tambores de guerra a so?ar con la paz.

Se¨²l y Pyongyang afirmaron en la declaraci¨®n conjunta su voluntad de realizar todos los esfuerzos necesarios para crear una atm¨®sfera favorable desde ayer hasta la cumbre, en un esp¨ªritu de reconciliaci¨®n, de confianza, de unidad y de comprensi¨®n mutua.

Desde que las potencias ganadoras de la II Guerra Mundial, Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica, decidieron dividir por el paralelo 38 la pen¨ªnsula coreana, ocupada por el vencido Jap¨®n, jam¨¢s fue posible una cumbre entre el r¨¦gimen comunista instalado en el Norte y el militar capitalista en el Sur. Hubo varias propuestas, pero nunca llegaron a concretarse.

El ex presidente norteamericano Jimmy Carter fue quien actu¨® como intermediario en un momento en que sub¨ªa el tono de las amenazas de Estados Unidos y de la comunidad internacional contra el r¨¦gimen estalinista de Pyongyang por no permitir una inspecci¨®n completa de sus instalaciones nucleares. Corea del Norte se comprometi¨® a congelar su programa nuclear y dio paso a una v¨ªa negociadora dif¨ªcil de valorar en estos momentos.

El presidente Bill Clinton anunci¨® d¨ªas atr¨¢s la celebraci¨®n en Ginebra (Suiza) de la tercera ronda de negociaciones entre Washington y Pyongyang. Comenzar¨¢n el pr¨®ximo d¨ªa 8 y se extender¨¢n varias semanas. Los logros en este campo, sin duda, afectar¨¢n a la cumbre entre los dos Kim.

"El precioso fruto alcanzado hoy servir¨¢ como base para finalizar una historia de divisi¨®n nacional y caminar hacia la reunificaci¨®n pac¨ªfica", declar¨® un portavoz del Gobierno de Se¨²l.

Las negociaciones de Panmunjom fueron seguidas directamente a trav¨¦s de un circuito especial de televisi¨®n por Kim Il Sung y Kim Young Sam. Esto permiti¨® a ambos l¨ªderes participar indirectamente en ellas, ya que se manten¨ªan en contacto telef¨®nico con sus jefes de delegaci¨®n a los que impart¨ªan ¨®rdenes de aceptar o rechazar las diversas propuestas.

Al parecer, fue necesario que Corea del Sur cediera en su empe?o por marcar la fecha exacta de una segunda cumbre en Se¨²l para que se acordara ¨¦sta. El Gobierno de Kim Young Sam insist¨ªa para su demanda en el principio de reciprocidad, pero finalmente se decidi¨® que ser¨¢n los mismos presidentes los que durante la reuni¨®n de julio marquen la fecha de la pr¨®xima.

Pyongyang tambi¨¦n cedi¨®. En un principio exig¨ªa que la reuni¨®n fuese el 15 de agosto, fecha en que ambos pa¨ªses conmemoran la expulsi¨®n de los Japoneses de su suelo, pero el Norte ha convertido ese d¨ªa tambi¨¦n en el s¨ªmbolo de su lucha antiimperialista y, por tanto, antinorteamericana y antisurcoreana por los estrechos lazos que ligan a Washington y Se¨²l.

Tambi¨¦n surgieron diversos problemas en cuanto a la agenda de las conversaciones entre los dos Kim, con la delegaci¨®n surcoreana insistiendo en el tema nuclear y la norcoreana en el econ¨®mico. El v¨¦rtigo del hist¨®rico acuerdo no hizo perder la cabeza a sus negociadores, que decidieron que volver¨¢n a reunirse el viernes en Panmunjom para establecer la agenda.