Conchita contra sus propios fantasmas
La final ante Navratilova sirve a la aragonesa para acallar a los que no cre¨ªan en ella
Conchita Mart¨ªnez, de 22 a?os, confes¨® ayer en Londres que haber alcanzado la final de Wimbledon servir¨¢ "para hacer callar algunas voces que dec¨ªan que no iba a hacer nunca nada". Hoy (15.00, canales auton¨®micos), cuando salte a la pista para enfrentarse a la estadounidense Martina Navratilova, Conchita dirimir¨¢ tambi¨¦n una batalla consigo misma. Deber¨¢ superar los nervios Y la presi¨®n para convertirse en la primera espa?ola que gana en Wimbledon.
Lil¨ª ?lvarez,de 88 a?os, jug¨® tres veces la final de Wimbledon en los a?os veinte. Su personalidad extrovertida y tambi¨¦n su belleza la convirtieron en una figura recordada en Londres. La quer¨ªan. The Se?orita la llamaban en los carteles. Sin embargo, nunca lleg¨® a ganar. Perdi¨® en 1926, contra Kitty Godfrey y los dos a?os siguientes ante la legendaria Helen Wills. En los, tres partidos, ?lvarez logr¨® ganar un set, pero se qued¨® prendada de este torneo. Para ella no hay nada comparable a Wimbledon.
Y en cierto modo lleva raz¨®n. Es dif¨ªcil discernir si es m¨¢s o menos complicado ganar en Londres que en Par¨ªs o en Nueva York. Lo indudable es que un triunfo en Wimbledon tiene m¨¢s repercusi¨®n que en cualquier otro torneo. Y eso, aunque el tenis que suele jugarse en la catedral es, para la mayor¨ªa, menos divertido que el que se ve en Roland Garros o en el Open de Estados Unidos.
Armas distintas
En Londres hace falta un buen servicio y una volea notable. O, como en el caso de Conchita, un resto efectivo y un passing-shoot desbordante. Esas ser¨¢n b¨¢sicamente las armas que pueden llevar a Conchita al triunfo. "A Martina se la gana restando bien, evitando que suba a la red y haci¨¦ndola correr", dice ella. As¨ª lo hizo las ¨²ltimas tres veces que la derrot¨®, todas sobre la tierra batida de Roma.Sin embargo, hoy las connotaciones son muy distintas. Lil¨ª ?lvarez no tuvo, probablemente, tanta presi¨®n como deber¨¢ soportar Conchita. En su ¨¦poca, al menos, no habla ninguna otra jugadora capaz de hacerle sombra en Espa?a. Y de Lil¨ª, tal vez porque en aquella ¨¦poca el tenis tampoco gozaba de la popularidad actual, nadie dud¨®. La aragonesa, en cambio, ha debido soportar cr¨ªticas de todo tipo: gandula, incapaz de sufrir en la pista y de resistir la presi¨®n.
"Son ya muchas veces las que hemos salido con el rabo entre las piernas", cuenta su entrenador, Eric Van Harpen. "En Roland Garros le dije a Conchita que ya me olvidaba del sue?o de ganar un Grand Slam. Pero ahora vuelvo a tenerlo. Porque creo que Conchita puede ganar a Navratilova. Y estoy convencido de que ella hubiera preferido mil veces jugar ante McNeil que frente a Conchita".
Van Harpen cree que mientras Conchita puede mantener la calma porque ya ha roto barreras llegando a la final, a Martina le costar¨¢ no tener los nervios a flor de piel mientras dispute el que puede ser el ¨²ltimo t¨ªtulo del Grand Slam de su carrera. En realidad, esta es una de las preocupaciones de Conchita: intentar no pensar que juega la final de Wimbledon.
"De peque?a", explica, "jugaba en el front¨®n de mi casa contra Navratilova. El muro era ella. Siempre ha sido mi ¨ªdolo, por su juego de servicio y volea, por su agresividad. Igual que McEnroe. Pero todo eso ahora no cuenta. Ella ha hecho su carrera y yo debo seguir mi camino. Y si estoy tranquila, si puedo desarrollar todo mi juego, puedo ganar".
Desde este punto de vista, el principal rival de Conchita ser¨¢ ella misma. Si su mente no se bloquea, est¨¢ en condiciones de superar a Martina, a pesar de que el p¨²blico estar¨¢ con la estadounidense. Y si gana, la chica de Monz¨®n habr¨¢ escrito una de las p¨¢ginas m¨¢s bellas e inesperada del tenis espa?ol.
"Ganar en Wimbledon seria muy importante'' ,a?ade Conchita, "Pero yo seguir¨ªa siendo la misma. Llegar a la final es el fruto de mi trabajo y el de quienes me ayudan. He luchado y he cambiado para bien en algunas cosas. No entiendo algunas cr¨ªticas que se me hacen: siempre lucho por todas las bolas y por todos los puntos, aunque a veces no lo parezca. Hay que estar, en la pista para entender todo esto".
Cuatro claves para un t¨ªtulo
T¨¢ctica. Conchita Mart¨ªnez debe intentar mantener a Martina en el fondo de la pista y moverla para lograr que se canse. La estadounidense, en cambio, buscar¨¢ el drive de la aragonesa, pero con bolas cortas para desplazarla del fondo.Presi¨®n. Martina tendr¨¢ m¨¢s que Conchita. Ante Gigi Fern¨¢ndez estuvo muy tenia durante el segundo set. Si el partido se le complica, puede convertirse en un manojo de nervios. Conchita, en cambio, soport¨® bien la presi¨®n ante McNeil. Y lleva la ventaja de que ha ganado a Martina tres veces consecutivas.
Golpes. El partido enfrentar¨¢ a dos jugadoras radicalmente opuestas. Martina, con un gran saque que encadena con la volea. Conchita tiene el mejor drive del circuito femenino y un rev¨¦s que sabe cortar y liftar. Esas son las dos armas que debe utilizar para pasar a Martina cuando suba a la red.
Experiencia. Martina la tiene toda. Ha ganado 9 veces en Wimbledon y 18 a?adiendo los t¨ªtulos de dobles, y mixtos. En su carrera ha ganado 167 t¨ªtulos. Conchita, 18. Martina ha jugado 31 finales del Grand Slam y ha ganado 18. Para Conchita ¨¦sta es la primera.
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