"Hay una pol¨ªtica para someter a los 'narcos' a la ley"
Dos d¨ªas despu¨¦s de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales colombianas del pasado 19 de junio, que dieron la victoria al liberal Ernesto Samper, se difundi¨® la noticia de que altos capos del narcotr¨¢fico ayudaron econ¨®micamente a los dos principales candidatos de la contienda.Pregunta. La Administraci¨®n estadounidense ha llegado a pedirle explicaciones a ra¨ªz de las sospechas de que los narcos financiaron su campa?a.
Respuesta. El intento de los narcotraficantes de interferir. en las campa?as electorales es un fen¨®meno muy com¨²n en la pol¨ªlica colombiana. Andr¨¦s Pastrana, candidato del Partido Conservador, y yo mismo rechazamos cualquier tipo de ayuda por parte del cartel de Cali. Puse a disposici¨®n del fiscal general de la naci¨®n los libros de mi campa?a y todas las cuentas. En este momento se lleva a cabo una investigaci¨®n. Estamos obligados a explicar el origen de los recursos de mi campa?a desde hace m¨¢s de un a?o. Creo en un c¨®digo de ¨¦tica y nombr¨¦ a un fiscal ¨¦tico para vigilar el origen del dinero electoral. Es m¨¢s, durante la campana llegamos a devolver cheques cuyo origen era dudoso. Desde el principio de la campa?a tom¨¦ la determinaci¨®n de no aceptar ning¨²n tipo de ayuda procedente de los narcotraficantes.
P. Usted defendi¨® en su momento la legalizaci¨®n del consumo de drogas blandas.
R. Hace 15 a?os, cuando el tema de la droga se reduc¨ªa al problema de la marihuana en la sierra de Santa Marta, propuse comprar parte de la cosecha de marihuana y ofrecerles cultivos alternativos a los campensinos. En aquella ¨¦poca no me hicieron caso. Y de la marihuana pasamos a la coca, de la coca a la coca¨ªna, de la coca¨ªna al narcotr¨¢fico y del narcotr¨¢fico al narcoterrorismo. Hoy, proponer la legalizaci¨®n de las drogas en Colombia ser¨ªa totalmente inviable por que mucha gente lo entender¨ªa como un perd¨®n y olvido de todos los cr¨ªmenes del narcoterrorismo. Necesitamos un mayor compromiso de los pa¨ªses consumidores de drogas en la contenci¨®n del lavado de d¨®lares y en la reducci¨®n del consumo.
P. ?Est¨¢ dispuesto a negociar con los narcotraficantes?
R. Est¨¢ en marcha una pol¨ªtica de sometimiento de los narcotraficantes a la ley, que present¨® el presidente Gaviria. Esta pol¨ªtica tiene que revisarse para aumentar las penas y establecer distintos sistemas de reducci¨®n de condenas para que no puedan acumularse los beneficios penales. Presentar¨¦ un proyecto de ley en este sentido, pero mi pol¨ªtica contra la droga se mover¨¢, como la de Gaviria, en dos frentes: la represi¨®n militar y la disuasi¨®n, por una parte, y lo que llamamos el frente persuasivo, consistente en ofrecer a los narcotraficantes una c¨¢rcel segura y un juicio justo para que puedan someterse a la ley, confesar sus culpas y obtener una sentencia para sus cr¨ªmenes.
P. Tras la desaparici¨®n de Pablo Escobar, ?de d¨®nde procede el mayor peligro dentro del narcotr¨¢fico colombiano?
R. Hay varios carteles, adem¨¢s de los de Medell¨ªn y de Cali. A todos ellos se debe aplicar una Pol¨ªtica que combine la represi¨®n y la disuasi¨®n.
P. Diversos observadores han subrayado que al final de la campa?a electoral sus propuestas y las del candidato conservador, Andr¨¦s Pastrana, acabaron pareci¨¦ndose mucho.
R. La estrategia de Pastrana fue muy clara. Repiti¨® mis programas, y mensajes para confundir al electorado de manera que los votantes no decidieran sobre distintas alternativas de fondo, sino de imagen. Desde el primer momento present¨¦ un programa basado en la creaci¨®n de empleo, en la in versi¨®n social y en una revisi¨®n del proceso de privatizaciones. Pastrana fue recogiendo todos estos elementos de mi programa. Sin embargo, al final s¨ª se vieron distintas alternativas en el talante de la campa?a. En el tema religioso, por ejemplo, un grupo de prelados y obispos del sector m¨¢s reaccionario de la Iglesia cat¨®lica decidi¨® apoyar abiertamente la candidatura de Pastrana.
P. Qu¨¦ dificultades y qu¨¦ planteamientos tiene usted a la hora, de formar su Gobierno?
R. En Colombia siempre ha existido una tendencia a la formaci¨®n de Gobiernos de consenso. Mi Gobierno va a ser un Gobierno de consenso con todos aquellos sectores que acepten mi programa. No exclusivamente de mi partido. De hecho, los sectores agrupados en la Alianza por Colombia -minor¨ªas religiosas, ¨¦tnicas, ind¨ªgenas y sociales- me apoyaron durante toda la campa?a electoral.
P. Con un 22% de inflaci¨®n y un ¨ªndice de desempleo del 10% al alza, ?existe el riesgo de estallidos sociales en Colombia que degeneren en oleadas de violencia?
R. Espero que no. La base de mi propuesta de gobierno ser¨¢ duplicar la inversi¨®n social, es decir, aumentar el gasto social respecto al producto interior bruto de un 8% al 15%. Llevaremos a cabo una campa?a de empleo productivo basada en la recuperaci¨®n del sector agropecuario, creaci¨®n de nuevas empresas, desarrollo de proyectos de infraestructuras y aumento de las exportaciones.
P. Usted se define como miembro del ala socialdem¨®crata del Partido Liberal. ?Equivale su posici¨®n ideol¨®gica a los planteamientos del PSOE espa?ol?
R. Tenemos afinidad pol¨ªtica con el PSOE, pero tambi¨¦n con otros partidos socialdem¨®cratas europeos. La nuestra es una posici¨®n que, a la latinoamericana, no significa que vayan a gobernar los sindicatos, porque, el porcentaje de afiliaci¨®n sindical en Am¨¦rica Latina y Colombia es muy bajo. Esto no es una socialdemocracia apoyada en la representaci¨®n formal de la clase trabajadora. La socialdemocracia latinoamericana es claramente un mensaje social, de aumento de inversi¨®n social, de aumento de la participaci¨®n de los sectores no integrados de la sociedad.
P. O sea, alejada de las pol¨ªticas neoliberales y m¨¢s monetaristas que se han practicado en Am¨¦rica Latina.
R. Exacto, no es un concepto neoliberal en absoluto. Es un concepto mucho m¨¢s estructural en el sentido latinoamericano de la palabra, con mayor participaci¨®n del Estado y mayor ¨¦nfasis en la parte social. No consideramos, por ejemplo, las privatizaciones como un tab¨², pero tampoco son la panacea.
P. Sin embargo, as pol¨ªticas m¨¢s intervencionistas por parte del Estado tambi¨¦n han fracasado en Am¨¦rica Latina.
R. Claro. No se trata de volver al viejo intervencionismo y proteccionismo de los a?os sesenta, pero tampoco de dejar totalmente suelto el mercado para que se encargue de una regulaci¨®n en la cual siempre, tendr¨¢ que mantener un principio de intervenci¨®n del Estado. Las econom¨ªas latinoamericanas est¨¢n saliendo de la convalecencia del problema de la deuda externa, de la misma manera que, nuestras democracias est¨¢n a medio hacer, se est¨¢n consolidando. Por eso, considero que la ¨²nica manera de mantener esta fortaleza econ¨®mica y pol¨ªtica que estamos consiguiendo es a trav¨¦s de un cierto nivel de intervenci¨®n del Estado.
P. El bipartidismo entre liberales y conservadores que ha puesto de manifesto la ¨²ltima consulta electoral, ?es positivo para Colombia?
R. Para caminar se necesitan dos piernas. El bipartidismo, como expresi¨®n de dos piernas sobre las cuales se debe mover y, caminar la democracia colombiana, es una realidad importante. Defiendo la existencia de fuerzas distintas y aspiro a que el M-19 tenga una participaci¨®n en mi Gobierno.
P. ?Usted cont¨® en su campana electoral con el apoyo de la potente maquinaria de su partido, la prensa, la televisi¨®n y de poderosos grupos financieros.
R. Es imposible hacer pol¨ªtica sin contar con medios de comunicaci¨®n, sin apoyos econ¨®micos de sectores empresariales y sin una base de organizaci¨®n pol¨ªtica. Las circunstancias reales del poder son ¨¦sas, que permiten que un mensaje llegue de una manera masiva y pueda producir un resultado electoral favorable.
P. ?No era Andr¨¦s Pastrana el candidato de la renovaci¨®n en la anquilosada vida pol¨ªtica colombiana, en la que su partido lleva ya ocho a?os en el poder?
R. Pastrana representaba la continuidad. Yo tengo una posici¨®n muy clara desde hace 12 a?os en materia social y econ¨®mica. He venido luchando por un proyecto de amplia participaci¨®n democr¨¢tica, pluralista.
P. ?Cu¨¢les son las prioridades de su Gobierno en el contexto latinoamericano?
R. Tratar¨¦ de conseguir una mayor identidad de los latinoamericanos en su relaci¨®n con EE UU. Hay que romper las barreras que nos han aislado del mundo y construir el GATT latinoamericano. Am¨¦rica Latina va hacia la conformaci¨®n de un bloque, pero necesita dictar, reglas comunes, de comercio, de deuda, de inversi¨®n para negociar con EE UU.
P. ?Cree usted que Cuba y M¨¦xico constituyen los mayores factores de riesgo de desestabilizaci¨®n en el continente latinoamericano?
R. Hay que evitar que el bloqueo econ¨®mico lleve consigo un mayor bloqueo pol¨ªtico interno en Cuba. La democracia est¨¢ amenazada en toda Am¨¦rica Latina por los procesos de apertura econ¨®mica que podr¨ªan llevarla a confrontaciones sociales muy grandes. La mejor manera de consolidar la democratizaci¨®n es a trav¨¦s de procesos de inversi¨®n social que legitimen las reformas econ¨®micas y hagan part¨ªcipe a un mayor n¨²mero de latinoamericanos de dicha apertura, que todav¨ªa se ve en muchos pa¨ªses como algo que s¨®lo beneficia a una minor¨ªa.
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