Rossy de Palma y Pilar Ruiz inician la carrera de 'lumis' en M¨¦rida
'Hetairas' se estren¨® anoche en el festival de teatro cl¨¢sico
Dos lumis, insaciables cotillazas por cuyas camas pasaron todos los hombres de la Atenas del siglo II antes de Cristo, arrancaron carcajadas sonoras al p¨²blico que anoche asisti¨® al estreno de Hetairas, montaje interpretado por las actrices Rossy de Palma y Pilar Ruiz, quien tambi¨¦n asume el texto y la direcci¨®n de esta obra, una parodia a medio camino entre una comedia griega y un vodevil actual.
El diccionario de la Real Academia dice de hetaira: prostituta, mujer p¨²blica en la antigua Grecia cortesana, a veces de elevada consideraci¨®n social. Hetairas es el nombre que han elegido Pilar Ruiz y Rossy de Palma para el espect¨¢culo que estrenaron anoche en la 40? edici¨®n del festival de teatro cl¨¢sico de M¨¦rida.A pesar del gran escenario del teatro romano de esta ciudad, quiz¨¢ inadecuado para este montaje, cuyo aforo de 3.000 butacas no se llen¨® totalmente como es habitual en un martes, las dos lumis crearon la suficiente expectaci¨®n y tanto ellas como el p¨²blico se mostraban encantados.
Rossy y Pilar, en su papeles de Droside y Criside son las dos supervivientes que quedan sobre la faz de la tierra despu¨¦s de un cataclismo. Ellas no lo saben, no tienen consciencia de que el futuro de la humanidad est¨¢ en sus manos, por eso salen como cada ma?ana a la caza de alg¨²n cliente, aunque a medida que pasa el tiempo observan que no hay ni un pazguato que echarse a la boca, tiempo que matan cotilleando sobre todas sus colegas e incluso sus clientes.
Aunque Pilar Ruiz ha situado a las hetairas en donde hoy se entiende que las prostitutas ejercen el oficio (un rinc¨®n de una c¨¦ntrica ciudad) ella y Rossy recuerdan que estas mujeres ejerc¨ªan un papel fundamental en la Grecia cl¨¢sica. En aquella ¨¦poca la mujer o era esposa o hetaira, aut¨¦ntica compa?era con la que no s¨®lo compart¨ªan placeres sexuales. Eran acompa?antes de banquetes y actos sociales, y en funci¨®n de su categor¨ªa daban mayor o menor prestigio al se?or, adem¨¢s eran las ¨²nicas en su ¨¦poca que sal¨ªan a la calle, se rodeaban constantemente de un ambiente culto y ten¨ªan una independencia econ¨®mica y social. Veintid¨®s siglos despu¨¦s parece que la cosa ha cambiado.
Las que anoche estuvieron en M¨¦rida eran divertidas, tiernas, igual cantaban que se desternillaban de risa. Ambas se mostraban risue?as y felices al finalizar el espect¨¢culo y recoger los bravos del p¨²blico. Entre risas, c¨¢maras de televisi¨®n y un -enjambre de periodistas comentaron: "Es muy raro todo, es fascinante. Adem¨¢s nos ha encantado que el p¨²blico reaccione donde no lo esper¨¢bamos. Oir la primera carcajada nos ha dado un subid¨®n".
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