Moscas en el espacio
En un momento como el que vive nuestro pa¨ªs, metido en una inflaci¨®n galopante de noticias que, a juicio de expertos en temas de salud mental global, est¨¢n desmoralizando al personal, siempre resulta reconfortante alguna que otra buena nueva. Tenemos a nuestros futboleros en los cuartos de final del Mundial (?por qu¨¦ ni?atos aprendices de fachas aprovechan cualquier ocasi¨®n para hacer el idiota, levantar el brazo desafiantes y sacar a pasear la bandera del aguilucho, revolvi¨¦ndonos las tripas a los que tenemos la desgracia de verles por la televisi¨®n?), Conchita Mart¨ªnez ha ganado Wimbledon y Miguel Indur¨¢in est¨¢ dispuesto a ense?arle la matr¨ªcula a Tony Rominger en el Tour. Pero no s¨®lo en el deporte se sustenta nuestra alica¨ªda moral social, y ah¨ª est¨¢n 500 moscas para confirmarlo.Medio millar de insectos espa?oles han sido elegidos para tripular (es un decir) una nave de investigaci¨®n espacial. Viajar¨¢n junto a siete astronautas en el Laboratorio Internacional de Gravedad que la NASA lanzar¨¢ dentro de la nave Columbia. No es la primera vez que nuestras representantes consiguen este indudable ¨¦xito. El a?o pasado, fueron 750 las que permanecieron 15 d¨ªas en el espacio en una misi¨®n euro-rusa llamada Bion 10.
No hay que tomarse a chirigota el acontecimiento. La misi¨®n es comprometida y s¨®lo al alcance de moscas con grandes aptitudes. Oficialmente, las espa?olas estudiar¨¢n el envejecimiento y desarrollo embrionario en ausencia de gravedad, pero eso s¨®lo es una tapadera. El objetivo va m¨¢s lejos, y consiste en encontrar en el espacio respuestas a cuestiones que aqu¨ª abajo resultan casi imposibles de resolver, como, por ejemplo, saber d¨®nde est¨¢ Rold¨¢n. Un sofisticado sistema de seguimiento instalado en la nave Columbia intentar¨¢ localizar al fugitivo. El sistema est¨¢ preparado para no dejarse enga?ar por los posibles disfraces del delincuente. Una vez localizado, un escuadr¨®n especial llamado Mosc¨®n 12 (algo as¨ª como los hombres de Harrelson en esta especie) se desplazar¨¢ hasta el lugar, y desde all¨ª facilitar¨¢ la captura por parte de la polic¨ªa.
La competencia entre las moscas de diversos pa¨ªses ha sido feroz para conseguir esta distinci¨®n internacional. Las alemanas presentaban una candidatura ejemplar, todas uniformadas militarmente y con una c¨²pula dirigente curtida en mil batallas. Tambi¨¦n hubo que tener en cuenta a las estadounidenses, no porque su preparaci¨®n fuese nada del otro jueves (salvo las que hab¨ªan estado en la guerra del Golfo, el resto no contaba con la necesaria experiencia), sino por un supuesto favoritismo del jurado. Al final, la prueba cultural result¨® decisiva. Con el p¨²blico en tregado, una de nuestras moscas recit¨® "A un panal de rica miel, / 100.000 colegas acudieron, / y por golosas murieron, / presas de patas en ¨¦l". Con l¨¢grimas en los ojos, los jueces otorgaron el primer premio a Espa?a y las 500 moscas se encuentran en estos momentos en una base en Houston (Tejas) acabando el entrenamiento previo a la partida.
El contingente espa?ol es multiauton¨®mico, con mayor¨ªa madrile?a. Ramos Caco Jonera, prestigioso investigador y autor del libro La mosca madrile?a, orgullo de una provincia, nos explica esta circunstancia: "La mosca madrile?a resulta ideal para esta expedici¨®n. Es una mosca sufrida. Pasa fr¨ªo en invierno y calor en verano. Muchas de ellas cuentan con la impagable experiencia de quedarse encerradas en un coche y soportar la situaci¨®n extrema en la que el conductor pierde los nervios en un atasco y profiere terribles insultos. Incluso algunas han acompa?ado a Superm¨¢n Ruiz Mateos en sus vuelos, y pocas cosas les asustan, despu¨¦s de ver la ca¨ªda del imperio futbol¨ªstico blanco o la situaci¨®n econ¨®mica del Ayuntamiento".
Nuestras representantes se hallan en r¨¦gimen de concentraci¨®n en un hotel a las afueras de Houston. El acceso de la prensa es restringido y est¨¢n prohibidas las relaciones sexuales por temor a embarazos no deseados en el espacio. No han sido facilitados datos acerba de detalles como la alimentaci¨®n que siguen, pero, al parecer, cada una de ellas cuenta con un r¨¦gimen espec¨ªfico. Cinco masajistas, dos veterinarios y un par de psic¨®logos cuidan de que no les falte de nada. El entrenador es un tipo tremendamente pol¨¦mico, a pesar de haber logrado llevar a sus moscas al ¨¦xito. Muy discutido por buena parte de los medios de comunicaci¨®n, le acusan de haber dejado en Espa?a moscas de gran capacidad, como una que habita en Las Rozas.
El lanzamiento de la nave Columbia est¨¢ previsto para los pr¨®ximos meses, y no podemos menos que, como espa?oles, como madrile?os (de nacimiento o adoptados), desear toda la suerte del mundo y del universo a estas intr¨¦pidas astronautas. Acontecimientos como ¨¦ste son los que nos alegran la vida. Eso, y que lleguen las vacaciones.
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