Paz por territorios en Bosnia-Herzegovina
El mapa dise?ado por EE UU, Rusia y la Uni¨®n Europea tiene la virtud de irritar a serbios y musulmanes
Tras casi 28 meses de guerra, de miles de muertos y heridos, de millones de desplazados, de encarnizados combates por arrancar unos metros de terreno al enemigo, conquistar una colina 0 tomar las ruinas de una casa, al final, despu¨¦s de todo, la propiedad de las tierras de Bosnia-Herzegovina se va a decidir en una s¨®rdida sala d¨¦ cartograf¨ªa. El mapa de la divisi¨®n del territorio, propuesto el mi¨¦rcoles en Ginebra por el grupo de contacto (Estados Unidos, Rusia y varios pa¨ªses de la Uni¨®n Europea), es rotundo: o paz defectuosa o guerra interminable. Ni musulmanes ni serbios ni croatas parecen estar en condiciones econ¨®micas de dejarse arrastrar por los sentimientos.A los combatientes serbios del monte Ozren, que desde hace un mes se defienden envalentonados de los ataques musulmanes, los nuevos mapas les han ca¨ªdo encima como un ob¨²s. Tras mucha lucha, Ozren y sus alrederores, incluida la disputad¨ªsima carretera entre Zenica y Tuzla, pasar¨¢n a la federaci¨®n croata-musulmana. Sin un s¨®lo disparo de m¨¢s. Como mandan los c¨¢nones de Klaus Von Clausevitz.
Lo mismo sucede con Doboj, al noroeste de Ozren, dominada hace un a?o por los croatas y que fue cedida traicioneramente a los serbios durante su sangrienta pugna con los musulmanes. Regresa ahora al amparo de Sarajevo y Zagreb. Ozren y Doboj son ejemplos de ese 21% del territorio conquistado por la fuerza y la limpieza ¨¦tnica que los serbios, de Radovan Karadzic deber¨¢n devolver resignados. El lema: paz por territorios. Igualito que en Palestina.
Jajce, en Bosnia central, donde en el verano de 1992 se produjo el ¨¦xodo de miles de civiles musulmanes que erraron d¨ªas y noches entre las minas serbias, vuelve a estar del lado de Bosnia. All¨ª, en Jajce, naci¨® la Yugoslavia de Tito. Su sue?o.
El mapa del grupo de contacto es para los serbios mejor que aquel de mayo de 1993 de los mediadores internacionales, David Owen y Cyrus Vance, que les privaba de la propiedad del estrategico corredor de Posavina, que une, al Norte, sus conquistas en Bosnia este con las del Oeste.
El plan actual reduce el corredor a una ampl¨ªsima carretera desmilitarizada, de tres kil¨®metros, y bajo supervisi¨®n occidental a su paso por Brcko, que queda- en manos musulmanas. De Brcko al norte de Doboj nadie les discute la soberan¨ªa de un corredor que se ensancha. La uni¨®n pol¨ªtica y comercial de sus territorios queda te¨®ricamente asegurada, aunque la posici¨®n es, desde el punto de vista militar, muy d¨¦bil.
Saliva y memoria
La paz le va a costar a los musulmanes mucha saliva, pero menos de la que han tenido que tragar en dos a?os de guerra desigual. Ganan cent¨ªmetros, metros, kil¨®metros, aqu¨ª y all¨¢, es cierto, pero pierden para siempre muchos de sus s¨ªmbolos: Prijedor, Zvornik, Visegrado, Foca o Bratunac quedar¨¢n atrapados, por mor de un rotulador insensible, detr¨¢s de las l¨ªneas enemigas. En manos de sus verdugos. Los otros s¨ªmbolos, Sarajevo o Mostar, quedan en el congelador de la ONU y de la Uni¨®n Europea, que administrar¨¢n su suerte hasta que haya un acuerdo definitivo sobre un futuro estable.
Prijedor, con un 44% de musulmanes entre sus 112.470 habitantes antes de la guerra, es un ejemplo de la barbarie que ha estallado en Bosnia en estos dos a?os y cuatro meses de lucha. Su antigua poblaci¨®n croata y musulmana est¨¢ muerta o huida. Los serbios han matrimoniado su mal sino al de los campos de detenci¨®n de Omarska, Keraterm. o Trnopolje, alevines aventajados del nazismo.
En.Bratunac, los serbios locales se simularon pilatos alquilando las milicias fascistas de Arkan y Seselj, criminales buscados por la Interpol, para que ellos hicieran la labor de exterminio. Y la hicieron. Por miles.
En Foca casi ni hizo falta matar. Bast¨® con mentar la historia, de cuando en los a?os cuarenta los chetniks (radicales serbios) met¨ªan a sus v¨ªctimas en ollas gigantescas de agua hirviendo para sep¨¢rales la carne de los huesos. Hoy, 50 a?os despu¨¦s, la maquina de matar no ha logrado separar la realidad de la memoria. ?sta, al menos, est¨¢ fuera del alcance de los mapas.
La tentaci¨®n de las armas
El a?o de guerra (abril de 1993 marzo de 1994) con los croatas en Bosnia central y Herzegovina oblig¨® a los musulmanes a edificar un ej¨¦rcito, la Armija. En pocos meses lograron poner en pie una fuerza de 80.000 hombres, seg¨²n la ONU. Su creciente profesionalizaci¨®n y el suministro de armas cortas y municiones, sobre todo procedentes de Ir¨¢n, les prepararon para derrotar a los croatas en Vares, donde les infligieron una gran derrota.La paz con los croatas, alcanzada el 1 de marzo en Washington, permiti¨® recibir nuevos suministros. Hoy, la Armija estar¨ªa en mejores condiciones que nunca para lanzar una ofensiva contra los serbios. Pero eso no es suficiente. Seg¨²n el Pent¨¢gono, los musulmanes necesitar¨ªan el equivalente a cinco divisiones del Ej¨¦rcito de Estados Unidos para poder revertir la situaci¨®n.
Los croatas ya no tienen nada que ganar en Bosnia. La federaci¨®n con los musulmanes ha paliado en parte el grave error de lanzarse a la guerra contra ellos. El problema croata est¨¢ en Croacia: en las regiones de Krajina y Eslavonia occidental, ocupadas desde 1991 por serbios que tambi¨¦n obedecen, como los de Bosnia, a Slobodan Milosevic, presidente de Serbia. La paz en Bosnia est¨¢ unida a la de Krajina.
Para los serbios, proseguir la guerra ya no tiene sentido.. Poseen casi todo lo so?ado. Quedan errores t¨¢cticos sueltos: Gorazde, Zepa y Srebrenica, que impiden, por ejemplo, tener limpia toda Bosnia oriental. Karadzic no deja de envidar ante Izetbegovic y ofrecer un canje: Bosnia del este por todo Sarajevo.
Frente a la tentaci¨®n de las armas est¨¢ la letra peque?a del plan de paz. Si los serbios no firman y los musulmanes s¨ª, Estados Unidos dar¨¢ a ¨¦stos las armas necesarias para 1 ganar la guerra; si los serbios firman, la comunidad internacional aflojar¨¢ la presi¨®n econ¨®mica sobre ellos; si los musulmanes se resisten, la ONU dejar¨¢ de hacer la vista gorda y cerrar¨¢ los canales de suministro de armas. La amenaza s¨®lo tiene un defecto: que es vulnerable, pues todos saben que la comunidad internacional no est¨¢ en condiciones (Gorazde) de pasar de las palabras a los hechos. Un contratiempo cuando una amenaza pretende, sobre todo, ser veros¨ªmil.
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