El presidente eslovaco solicita en Madrid apoyo espa?ol ante la UE
El presidente de Eslovaquia, Michal Kovac, de 63 a?os, efect¨²a a partir de hoy su primera visita oficial a Espa?a con el claro prop¨®sito de dar a conocer un pa¨ªs que empez¨® su andadura hace 18 meses -tras separarse de la Rep¨²blica Checa- y recabar el apoyo del Gobierno espa?ol para acercarse a las instituciones europeas, especialmente a la Uni¨®n Europea, seg¨²n indican fuentes diplom¨¢ticas.Hoy llega tambi¨¦n a Madrid, pero en visita privada, el presidente electo de Panam¨¢, Ernesto P¨¦rez Valladares, en el marco de la gira casi ya tradicional que efect¨²an por algunos pa¨ªses de Europa los futuros jefes de Estado de Am¨¦rica Latina poco antes de su toma de posesi¨®n. A pesar del car¨¢cter privado de su estancia, el presidente paname?o ser¨¢ recibido por el Rey y por el jefe del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez.
Tras una visita a Portugal y despu¨¦s de pasar el fin de semana en Marbella, Kovac se desplazar¨¢ a la capital acompa?ado por sus ministros de Asuntos Exteriores y de Gesti¨®n y Privatizaci¨®n del Patrimonio Nacional y por una decena de hombres de negocios deseosos de atraer inversiones espa?olas y de discutir los proyectos que empresas como FENOSA, CAF o INDRA desean llevar a cabo en Eslovaquia.
La recesi¨®n que padeci¨® aquel, pa¨ªs de 5,3 millones de habitantes, con una ca¨ªda del PIB en 1993 del 6,2% y una inflaci¨®n del 25%, no permite, sin embargo, hacerse ilusiones sobre un r¨¢pido aumento del comercio hispano-eslovaco, que ascendi¨® el a?o pasado a tan s¨®lo 5.750 millones de pesetas.
La primera visita de un presidente eslovaco a Espa?a tiene, por tanto, un marcado car¨¢cter pol¨ªtico en la medida que Kovac es un jefe de Estado popular y con una reconocida capacidad de compromiso. Expulsado del partido comunista tras la Primavera de Praga en 1968, dedic¨® su vida profesional a la banca. Permaneci¨® en Cuba dos a?os hasta ser nombrado en 1989 ministro de Finanzas de Eslovaquia, una vez producida la ca¨ªda del r¨¦gimen comunista. Su imagen hab¨ªa quedado empa?ada por las tensiones mantenidas con la minor¨ªa h¨²ngara, que representa el 11% de la poblaci¨®n eslovaca.
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