El ?frica quilate

Mucho han cambiado las cosas para Salif Keita desde que, hace 30 a?os, cantaba en la estaci¨®n de Bamako (Mali) para animar las esperas. Hoy es un asiduo de los escenarios espa?oles, y regres¨® dentro del excelente programa del Johnnie Music Festival para demostrar que es uno de los puntales de la m¨²sica africana.Entre los dos sutiles polos en los que se desarrolla su discograf¨ªa -la negritud de Soro y la tecnolog¨ªa de Am¨¦n-, se inclin¨® por el primero. Ha prescindido de m¨²sicos blancos, aumentado la duraci¨®n de las canciones y potenciado su clima cat¨¢rquico, con una mosqueante preocupaci¨®n por la cosa del show.

Pero cuando puso la maquinaria musical en funcionamiento, aquello era el ?frica casi pretecnol¨®gica. Por ello naufrag¨® en alg¨²n tema de Am¨¦n, y Nyanafin no alcanz¨® la altura de los arreglos de Josef Zawinul (ex Weather Report). Pero tambi¨¦n por ello ofreci¨® una intensidad y complejidad musical superiores a sus anteriores visitas, interiorizando la m¨²sica del ?frica quilate.