Bulgaria se enred¨®

Defensa. Hasta este partido, Bulgaria defend¨ªa en zona. Mal, pero manten¨ªa una estructura que le permit¨ªa el atrevimiento de mitad el hombre a hombre. Tuvo que modificar su funcionamiento, Baggio hizo dos goles y defensivamente cometi¨® errores tan graves como antes. El libre jug¨® muy retrasado y habilitaba a cualquiera que picara desde atr¨¢s. Una vez m¨¢s las marcas personales demuestran ser m¨¢s vulnerables que la zona.Italia. Mejor¨® con respecto a otros partidos. Tuvo la mejor media hora del campeonato, aunque termin¨® sufriendo, como parece ser su destino. Donadoni y Baggio se encontraron con frecuencia y en ese lapso crearon cuatro o cinco situaciones claras de gol y convirtieron dos. La defensa b¨²lgara le ofrec¨ªa enormes espacios que supieron explotar.

El talento b¨²lgaro. El f¨²tbol es instinto, pero hay veces que el instinto solo no alcanza. Contra el pressing y el achique es preciso tambi¨¦n el conocimiento. En otras palabras, los jugadores b¨²lgaros se vieron obligados a pensar para superar el sistema italiano. S¨®lo lo pusieron en apuros en los ¨²ltimos minutos.

El sistema Italiano. Funcion¨® de manera impecable hasta los ¨²ltimos 15 minutos, cuando se acab¨® la fuerza. S¨®lo una jugada, como la de Sirakov, era capaz de provocarle peligro.

Roberto Baggio. De los buenos jugadores siempre es posible esperar algo. De Baggio que gane los partidos, nada menos. Sin embargo, no siempre cuentan con la confianza que necesitan.

La historia. A¨²n sin jugar bien y hasta jugando mal en algunos partidos, Italia es finalista. Lo que tienen los grandes es jerarqu¨ªa, que aparece en los lances decisivos para superar dificultades que para los peque?os resultan insuperables.