"Este pa¨ªs es un manicomio

Francisco Maturana, seleccionador de Colombia durante el Mundial, atribuy¨® ayer a la "locura desmesurada" que padece su pa¨ªs las acusaciones vertidas contra ¨¦l por la revista colombiana Semana, que en su ¨²ltimo n¨²mero le ha relacionado con la familia Rodr¨ªguez Orejuela, que domina el cartel de Cal¨ª. Seg¨²n esta publicaci¨®n, en noviembre del pasado a?o Maturana sostuvo una charla durante 45 minutos con Miguel Rodr¨ªguez Orejuela, en la que se abord¨® el asunto de la corrupci¨®n del torneo profesional y durante la cual el t¨¦cnico expres¨® temores por su vida y la de miembros de su familia. "Rodr¨ªguez le tranquiliz¨® y le ofreci¨® protecci¨®n tanto para ¨¦l como para la n¨®mina del conjunto Am¨¦rica de Cali", indica Semana. El semanario revela que los organismos de seguridad del Estado han descubierto varias conversaciones entre jugadores y t¨¦cnicos de la selecci¨®n con los jefes del cartel de Cali tras haberles pinchado sus tel¨¦fonos particulares al regreso de Estados Unidos.En conversaci¨®n telef¨®nica con este peri¨®dico, Pacho Maturana, que ayer se encontraba en Cafi, afirm¨® que la informaci¨®n "es fruto de un pa¨ªs que est¨¢ lleno de gente que quiere buscar esc¨¢ndalos". No obstante, reconoci¨® haber mantenido contactos con el jefe de la organizaci¨®n mafiosa de Cali para comentar temas deportivos. "Miguel Rodr¨ªguez Orejuela es el vicepresidente del club Am¨¦rica de Cal¨ª, l¨®gicamente, todo el mundo del f¨²tbol tiene contactos con ¨¦l". El t¨¦cnico entren¨® a este conjunto la ¨²ltima temporada.

En un pa¨ªs que sobredimensiona el juego del f¨²tbol, Maturana no s¨®lo ha sido telefoneado por los capos de Cali: "En 1988 recuerdo que me llam¨® Carlos Pizarro, un dirigente del entonces grupo guerrillero M19, que estaba al margen de la ley. Tambi¨¦n contactaron conmigo el ex presidente Virgilio Barco, Pablo Escobar [jefe del cartel de Medell¨ªn asesinado en diciembre de 1993] y la mayor parte de los grandes empresarios. Todos quer¨ªan saber c¨®mo se encontraba la selecci¨®n o un jugador determinado".

Las investigaciones sobre los supuestos lazos de jugadores y t¨¦cnicos colombianos con los capos mafiosos -confirmadas por el director de los servicios de seguridad, Fernando Brito- tienen su origen en el asesinato de Andr¨¦s Escobar, defensa central de la selecci¨®n nacional que marc¨® un gol en propia puerta frente a Estados Unidos. La fiscal¨ªa y la polic¨ªa colombianas certificaron el "car¨¢cter circunstancial" del asesinato. Pero a¨²n persisten las voces que aseguran que su muerte obedeci¨® a designios de las organizaciones clandestinas que rondan los estadios.

A pesar de las dudas sobre el asesinato de Escobar, Maturana se mostr¨® contrariado con la investigaci¨®n policial a jugadores y t¨¦cnicos del equipo nacional. "No s¨¦ qu¨¦ es lo quieren", subray¨® el t¨¦cnico, que no se mostr¨® especialmente contrariado por tener el tel¨¦fono de su casa intervenido: "En Colombia todos los tel¨¦fonos est¨¢n pinchados; este pa¨ªs es un manicomio".