La gloria de Jacques Champagne
Jacques Santer lleva camino de hacer fortuna, como m¨ªnimo, en la literatura humor¨ªstica europea. En los cuatro d¨ªas de su carrera como candidato a la presidencia de la Comisi¨®n, inaugurada en N¨¢poles el domingo pasado, cuando su nombre fue barajado por los mandatarios europeos del G-7, el primer ministro luxemburgu¨¦s se ha convertido en personaje al que se le atribuyen viejos chistes maliciosos, al estilo de lo que sucedi¨® en Espa?a con Fernando Mor¨¢n cuando era ministro de Exteriores, o luego, con los vecinos de Lepe.Tambi¨¦n se le adjudican, por el momento, tres sobrenombres. Sus admiradores le llaman Jacques Sonrisas, seg¨²n la agencia Reuter debido a su permanente euforia. La televisi¨®n belga franc¨®fona, en cambio, es algo m¨¢s cruel, y le denomin¨® en su informativo de la noche del mi¨¦rcoles Jacques Champagne, "porque nunca rechaza la ocasi¨®n de tomar una copa". En el mismo sentido, la agencia Associated Press aseguraba que sus paisanos le conocen como Jacques Digestif, por su afici¨®n a las copitas del cl¨¢sico schnaps o aguardiente.
Todo incide, en cualquier caso, en subrayar la naturaleza jovial del personaje, debida a su bonhom¨ªa seg¨²n sus amigos y a su afici¨®n a las bebidas alcoh¨®licas seg¨²n sus detractores. Santer ha recibido dos apelaciones mucho m¨¢s serias desde el punto de vista pol¨ªtico, pero no menos crueles. "Una no entidad pol¨ªtica" le ha denominado un peri¨®dico anglosaj¨®n, es decir, un don nadie, en castellano. En la denominaci¨®n de "el m¨ªnimo com¨²n denominador" han coincidido casi todos los medios europeos.
La candidatura de Santer ha suscitado una rara unanimidad entre la gran mayor¨ªa de los medios de comunicaci¨®n europeos, que consideran su personalidad escasa e insuficiente para afrontar los retos de la Uni¨®n Europea. El primer ministro luxemburgu¨¦s no cuenta, para colmo, ni con el apoyo de una prensa nacional influyente. Los peri¨®dicos luxemburgueses, de car¨¢cter meramente local, no se distribuyen ni tan siquiera en la vecina Bruselas y han prestado una atenci¨®n meramente marginal a la candidatura de su primer ministro a presidir la Comisi¨®n.
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