Puente de oro para el rico que roba
El decreto-ley del Gobierno de Berlusconi sobre la excarcelaci¨®n de los presos preventivos por corrupci¨®n ( ... ) devuelve al pa¨ªs a una justicia de clase de ¨¦pocas pa sadas. Con este decreto entran inmediatamente en la c¨¢rcel ( ... ) los delincuentes comunes y no van los hombres pol¨ªticos y los empresarios que corrompen la Administraci¨®n p¨²blica y roban el dinero p¨²blico. Puede ser que con las vacaciones la gente olvide la dimisi¨®n de los jueces de Manos Limpias ( ... ), pero el Ejecutivo no podr¨¢ libe rarse nunca de haberse convertido en el Gobierno que ha sofocado el ¨²nico impulso de moralidad que ha habido en el pa¨ªs en los ¨²ltimos veinte a?os. La investigaci¨®n de los jueces era la garant¨ªa para la gente normal de que la justicia empezaba a ser igual para todos. ( ... ) El Gobierno de Berlusconi recoger¨¢ los frutos de este decreto ( ...) en la desilusi¨®n profunda de los que esperaban haber salido del pantano de la partitocracia.Y, en ¨¦ste contexto, lo que nos resulta dif¨ªcil de comprender es la aventura humana y pol¨ªtica de Silvio Berlusconi. ?Por qu¨¦ ha abandonado las actividades empresariales, sus negocios italianos y extranjeros, para meterse en pol¨ªtica? ?Para convertirse en un hombre de Estado que act¨²a por el bien com¨²n o para moverse entre los integrantes de la clase privilegiada? Si ha sido por este ¨²ltimo motivo, sinceramente, la aventura no val¨ªa la pena.
16 de julio
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