?Suelo para Madrid?
EDUARDO MANGADAEl autor explica que el enfrentamiento entre Ayuntamiento y Comunidad sobre los seis nuevos barrios refleja dos concepciones distintas de lo que es la pol¨ªtica territorial
La confrontaci¨®n suscitada entre el Ayuntamiento. de Madrid y la Comunidad con motivo de la denegaci¨®n por esta ¨²ltima de la clasificaci¨®n masiva de suelo no puede ni debe ser trasladada. a la opini¨®n p¨²blica como una pelea nacida de una simplista contraposici¨®n entre siglas.En el fondo, y afortunadamente, lo que manifiesta es una diferente cultura de la ciudad y un diferente entendimiento del papel que las pol¨ªticas de suelo pueden desempe?ar. Diferencias ¨¦stas que s¨ª responden a opciones ideol¨®gico-culturales claramente diferenciadas, aunque sus l¨ªmites y se?as de identidad aparezcan borrosos en periodos de apat¨ªa y falta de pulsi¨®n pol¨ªtica en ambos bandos.
En el caso de Madrid, la batalla de los PAU (siglas tecnocr¨¢ticas traducibles, para un mejor entendimiento, por nuevos suelos para un desarrollo urbano no programado) ha puesto en evidencia ese diferente modo de entender el urbanismo como, soporte para el gobierno del territorio.
Para los l¨ªderes municipales y regionales del Partido Popular, en perfecta sinton¨ªa con su concepci¨®n y defensa liberal-conservadora del mercado como ¨²nica referencia y gu¨ªa del desarrollo urbano, todo el suelo es una pura mercanc¨ªa y la ciudad es el campo de juego del negocio inmobiliario, aunque pretendan edulcorar esta leg¨ªtima pero salvaje posici¨®n anunciando beneficiosos efectos para todos los ciudadanos y, en especial, para los menos favorecidos, prometi¨¦ndoles que con las migajas que resulten del banquete imnobiliario podr¨¢n saciar su hambre de viviendas sociales. Promesa vacua que s¨®lo la ignorancia y la desesperanza o la frustraci¨®n frente a un insuficiente compromiso de los_ poderes p¨²blicos en la construcci¨®n de la ciudad pueden hacer cre¨ªble.
Para los l¨ªderes y tecn¨®cratas conservadores, cuanto m¨¢s suelo mejor, cualquiera que sea su loca lizaci¨®n, su, capacidad real de ser desarrollado y su funci¨®n estructurante e integradora en el marco de un territorio metropolitano.Apuesta que se basa en una falaz y demostradamente falsa teor¨ªa seg¨²n la cual la simple clasifica ci¨®n extensiva del suelo ser¨¢ suficiente para abaratar los precios. La historia reciente de Madrid ofrece experiencia suficiente para afirmar la falsedad de. la funda mentaci¨®n anterior y sus desastrosos efectos territoriales y sociales. A finales de los a?os setenta, todo era urbanizable, m¨¢s o menos legalmente, y el precio del suelo no baj¨® en aquellas ¨¢reas que eran necesarias y convenientes para completar y mejorar el sistema urbano. Lo que s¨ª se pro dujo fue la eclosi¨®n de grandes negocios inmobiliarios en la periferia metropolitana y Madrid (degenerando muchos de ellos en posteriores quiebras y, fraudes) que tuvieron como consecuencia la marginaci¨®n espacial de los barrios populares, la desarticula ci¨®n del territorio metropolitano y la aparici¨®n de eriales intersticiales en aquellos espacios residuales que quedaron a la espera de una pr¨®xima oportunidad de negocio, con unos efectos enormemente negativos. Todo ello supuso una costosa herencia que tuvieron que afrontar los ayuntamientos democr¨¢ticos a partir de 1979 en el intento de reconstruir ciudades y barrios como espacios econ¨®micos y sociales dignos e integrados en el territorio metropolitano. Enorme esfuerzo que requiri¨® la movilizaci¨®n y la concentraci¨®n de recursos para cicatrizar una nefasta pol¨ªtica territorial que hoy, m¨¢s camuflada t¨¦cnica y sem¨¢nticamente, parece renacer en el Ayuntamiento de Madrid.
Superada la triste experiencia hist¨®rica, las propuestas de clasificaci¨®n de suelo, los tan mentados PAU, alzados como gran ofensiva por el actual Ayuntamiento, son rechazables legal, econ¨®mica y culturalmente.
Cuando se est¨¢ procediendo y se alardea de una revisi¨®n del Plan General que viene a sustituir el demonizado y marxista plan de 1985, no puede pretenderse una apresurada clasificaci¨®n indiscriminada y extensiva de suelo que, por su magnitud y localizaci¨®n, supone la implantaci¨®n de un nuevo modelo, al margen de dicha revisi¨®n, sin vulnerar el esp¨ªritu y la letra de la m¨¢s tolerante legalidad. Quede esta afirmaci¨®n como simple testimonio, ya que no interesa centrar el debate en problemas de legalidad, competencias o p¨®lizas, que poco pueden importar a los ciudadanos.
Los efectos econ¨®micos que inducir¨ªan las propuestas municipales pueden calificarse de perversos, irresponsables e insolidarios. Perversos,- porque para incentivar y viabilizar la iniciativa privada, compaginando beneficios empresariales con cesiones y obligaciones destinadas a compensar las demandas sociales y colectivas, se han inflacionado artificiosamente ¨¢mbitos, intensidades y valores del suelo que per se constituyen un factor alcista y un incentivo a las pr¨¢cticas especulativas. Irresponsable, porque su puesta en valor y su hipot¨¦tica realizaci¨®n se apoyan en trasladar a los Gobiernos regional y nacional la carga presupuestaria para dotar a tan generosos nuevos desarrollos de las infraestructuras necesarias, especialmente la muy costosa del transporte, fuera de toda programaci¨®n y priorizaci¨®n en el ¨¢mbito metropolitano. Insolidaria, porque tanto la cuan t¨ªa de los recursos exigibles y atra¨ªdos por el desarrollo de los PAU como su localizaci¨®n en mancha de aceite en tomo al n¨²cleo capitalino suponen la quiebra de un modelo territorial que apuesta por la construcci¨®n de un espacio metropolitano multifocal, integrado y complementario, al detraer deslealmente recursos que son necesarios para consolidar los municipios vecinos como polos revitalizados de una gran ciudad plurimunicipal.
Las cifras y los gr¨¢ficos aparecidos en los medios de comunicaci¨®n que sintetizan las propuestas del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Madrid constituyen una- declaraci¨®n hostil que deber¨ªa movilizar al resto de los ayuntamientos frente al resurgir del gran Madrid que tanto entusiasm¨® al difunto general.
Culturalmente, porque las propuestas municipales de los PAU suponen un retorno al m¨¢s burdo urbanismo cuantitativo y escapista que traslada a un futuro incierto y a un crecimiento no garantizado ni controlable la soluci¨®n de los problemas que afectan a la ciudad real, al territorio existente, y que deben ser el principio y fin que justifica la planificaci¨®n.
Por todo esto, la negativa del Gobierno regional a las pret9nsiones 'municipales constituye la expresi¨®n pol¨ªtica de dos formas de entender la metr¨®poli madrile?a dif¨ªciles de compaginar y, sin duda, dif¨ªcil de digerir por el presidente regional, por muchas comidas amistosas que comparta con el se?or alcalde.-
Aplaudir la decisi¨®n del Gobierno aut¨®nomo es la expresi¨®n p¨²blica de apoyo -a la coherencia y una invitaci¨®n, casi una llamada urgente, para que esta ocasi¨®n provoque el reagrupamiento de los ciudadanos, t¨¦cnicos,- responsables sociales e institucionales, alineados en una opci¨®n social dem¨®crata progresista frente a la retr¨®grada concepci¨®n urban¨ªstica que anida en el alma del PP. Hay que aunar fuerzas y mantener el empe?o para que la- declaraci¨®n del consejero Rodr¨ªguez Colorado -"los PAU, as¨ª, no"- no se diluya en una bizantina discusi¨®n de cifras que enmascare el problema real.. Evitemos en esta ocasi¨®n aquel "de entrada, no"...
Que es necesaria una revisi¨®n a forido del plan de 1985 nadie lo duda, y algunos hemos defendido que debi¨® acometerse desde el d¨ªa siguiente a su aprobaci¨®n. Que es necesario "nuevo suelo" y no s¨®lo "m¨¢s suelo" nadie lo niega. Pero d¨®nde y cu¨¢nto se delimite y como se proyecte su gesti¨®n son condiciones inseparables a una racional respuesta.
Si la vivienda para las capas econ¨®micamente m¨¢s d¨¦biles es la demanda prioritaria, form¨²lese p¨²blicamente una pol¨ªtica de vivienda realmente vinculada a esa finalidad y dis¨¦?ense los instrumentos de gesti¨®n consorciada entre las distintas administraciones para garantizar su eficacia y control. Compatibil¨ªcense los nuevos desarrollos con los programas previstos y garantizables de nuevas infraestructuras de transporte. Coord¨ªnese y pond¨¦rese la magnitud y car¨¢cter de los posibles ensanches de Madrid con la revitalizaci¨®n de los municipios metropolitanos. En definitiva, form¨²lese y h¨¢gase p¨²blica explicitaci¨®n de "para qu¨¦" y "para qui¨¦nes" se quiere construir la ciudad, y, a partir de este compromiso,, podr¨¢n cuantificarse, localizarse y priorizarse los nuevos suelos para Madrid.
?Por qu¨¦ no se acomete desde hoy la programaci¨®n de los PAU a¨²n vacantes definidos en el vigente plan de l9$5, con los ajustes y correcciones necesarios y promovidos por el sector p¨²blico de forma consorciada (como se ha hecho en Valdebernardo, Legan¨¦s, Loranca o Getafe), en lugar de entregar a la iniciativa privada los eriales al este de Vallecas para ser rellenados con 17.000 o 21.000 viviendas?
Si esto no se explica, no puede extra?ar, y menos escandalizar, que alguien piense que, m¨¢s que rellenar de viviendas unos terrenos, lo que se pretende es rellenar de dinero unos bolsillos o las propias arcas municipales
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Nuevos barrios
- Ordenaci¨®n suelo
- PGOU
- PSOE
- Barrios
- Planes urban¨ªsticos
- Areas urbanas
- Pol¨ªtica social
- Madrid
- PP
- Gobierno auton¨®mico
- Comunidades aut¨®nomas
- Comunidad de Madrid
- Partidos pol¨ªticos
- Desarrollo urbano
- Grupos sociales
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Ayuntamientos
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Gobierno
- Administraci¨®n Estado
- Administraci¨®n local
- Urbanismo
- Administraci¨®n p¨²blica