El pelot¨®n ensay¨® la llegada a Par¨ªs
Los corredores dan por buena la clasificaci¨®n 24 horas antes del paseo final por los Campos El¨ªseos
Saint Point Quedaban dos etapas y casi 400 kil¨®metros para terminar el Tour. Tambi¨¦n un puertecillo de segunda categor¨ªa, que no es nada, pero invitaba a la gesta. Algo tendr¨ªa cuando en sus cunetas se deshac¨ªan los ¨²ltimos restos de la nieve ca¨ªda en los ¨²ltimos d¨ªas. Sin embargo, los corredores lo despreciaron. La subida era suave, pero en ning¨²n caso placentera si alguien quer¨ªa guerra. Fue una despedida de los Alpes sin pena ni gloria, indigna de los grandes lances que desencaden¨® Ugrumov.El pelot¨®n dio por sentenciado el Tour y se dedic¨® a realizar un ensayo general de la llegada, hoy, a los Campos El¨ªseos de Par¨ªs. Ya es tradicional que la ¨²ltima etapa sea un tr¨¢mite. Que lo sean dos es demasiado. Al menos, con tanto descaro. El primer alto puntuable, de cuarta categor¨ªa, hubo de resolverse con la foto-finish, de tan compacto como cruz¨® la cima el pelot¨®n.
Las medias horarias fueron descendiendo desde los 39 kil¨®metros por hora hasta los 33. Los corredores iban comentando qu¨¦ hacer cada uno esta noche o d¨®nde irse de vacaciones. Indur¨¢in, mientras, encantado. Lo est¨¢ cuando se limita a seguir a quienes marcan el ritmo y mucho m¨¢s si ve a todos los corredores juntos a su alrededor, sumidos en un ambiente festivo. ?l, a controlar y a por su quinto Tour, que es lo suyo.
"Notaba las piernas ya cansadas a estas alturas de la carrera, pero no hubo ning¨²n problema porque el ritmo era muy tranquilo", coment¨® Indur¨¢in tras el paseo. Lo hizo, como es costumbre, en las posiciones delanteras. Lo ¨²nico que lament¨® de la jornada fue "el fr¨ªo y la lluvia".
Cansancio, fr¨ªo, lluvia, un puerto con nieve recientemente ca¨ªda... Pues se pod¨ªa haber armado una buena. Pero Ugrumov ni se movi¨®, Pantani tampoco quiso saber nada ya de cuestas, y Leblanc y Virenque desaparecieron; el resto, con mayor raz¨®n, no estaba para nadie. No es que fueran a destronar a Indur¨¢in, ni ¨¦ste, por supuesto, buscar la humillaci¨®n de sus rivales, pero s¨ª que alguien proclamara la revoluci¨®n. ?No hab¨ªa sido ¨¦ste el Tour m¨¢s duro de cuantos se conocen Pues a morir matando. Pero no hubo valientes en el pelot¨®n.
Hasta que no faltaron 30 kil¨®metros nadie del grupo se movi¨®. Hab¨ªa que comenzar el ensayo de la llegada de hoy, y Simon (Castorama), Ludwig (Tele koin), Z¨¹lle (ONCE) y De Clerq (Lotto) se encargaron de levantar el tel¨®n. El primero lleg¨® a escaparse, pensando en ese premio de 240.000 pesetas para el primero que pase por meta en cada una de las ocho vueltas previas a la ¨²ltima que hay que dar en los Campos El¨ªseos. Le siguieron unos cuantos so?adores m¨¢s, entre ellos un espa?ol, Leanizbarrutia. Pero al final, el desenlace fue el que contempla el gui¨®n para la obra que se escenifica hoy: llegada al sprint. Hac¨ªa dos semanas, desde el 9 de julio, que no se produc¨ªa uno. Entonces, en Futuroscope, Svorada gan¨® a Abduyap¨¢rov. Esta vez el uzbeco corri¨® en l¨ªnea recta, en lugar de desparramar su fuerza hacia los lados para obstaculizar a los contrarios.
Hubo en esta llegada un detalle. Por primera vez desde que comenz¨® la carrera, todos los corredores, absolutamente todos, los 117, llegaron juntos. Hasta ahora lo normal era que hubiera alg¨²n rezagado, porque al final quisiera tomarse un respiro o hubiese quedado cortado ante el ritmo vertiginoso.
La velocidad media en la etapa fue de 35,6 kil¨®metros por hora, sobre un recorrido que llev¨® a los corredores de los 1.170 metros de altitud de Morzine a los 900 del lago Saint Point. La referencia para valorar a qu¨¦ equivale este ritmo puede encontrarse en la cronoescalada del d¨ªa anterior, que encadenaba tres puertos: Ugrumov subi¨® desde los 460 metros de Cluses a los 1.850 de Avoriaz a una velocidad media de 34,3 kil¨®metros por hora.
Ahora, despu¨¦s de tanta batalla, hay ganas de descansar. Todos han dado ya por buena su suerte.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.