El Gobierno desperdicia ocasiones de lograr para espa?oles cargos de la UE

A fuerza de dejar pasar oportunidades, Espa?a est¨¢ empezando a estar subrepresentada entre los altos cargos de las instituciones europeas. Por falta de previsi¨®n o de empuje de? Gobierno, lo cierto es que entre los altos funcionarios de la Comisi¨®n Europea el n¨²mero de espa?oles no se corresponde con el peso demogr¨¢fico de su pa¨ªs. Por si no bastase con este d¨¦ficit, la secretar¨ªa general de la Uni¨®n de Europa Occidental (UEO) y el Defensor del Pueblo Europeo, dos cargos que el Ejecutivo quer¨ªa ver ocupados por espa?oles, corren el riesgo de ser desempe?ados por personalidades de otra nacionalidad.

Tuvo hace algo menos de un mes a su alcance la presidencia de la Comisi¨®n Europea, pero Felipe Gonz¨¢lez desestim¨® la sugerencia de sus hom¨®logos comunitarios y cuando el 12 de julio brind¨® su apoyo al candidato luxemburgu¨¦s, Jacques Santer, propuesto por el canciller alem¨¢n Helmut Kohl, no solicit¨® a cambio respaldo para los espa?oles que aspiraban a otros cargos menores, seg¨²n fuentes de la Administraci¨®n.Un ejemplo ilustra el escaso empe?o gubernamental por colocar a espa?oles en puestos relevantes. Hace ya 15 meses dimiti¨® Segismundo Crespo, al poco de ser nombrado director general de Asuntos Sociales de la Comisi¨®n Europea con el encargo de administrar, junto con su comisario, Padraig Flynn, un presupuesto anual de 550.000 millones de pesetas de los que la quinta parte corresponde a Espa?a.

A pesar de que ese cargo es, en la Comisi¨®n, una de las dos direcciones generales importantes con "bandera espa?ola", Crespo no ha sido sustituido y es probable que expire el mandato del actual ejecutivo comunitario sin que el Gobierno haya nombrado un sucesor. La raz¨®n alegada oficiosamente es que el irland¨¦s Flynn se resiste a ello, pero, recuerda un diplom¨¢tico, "hay cien maneras desde Madrid de retorcerle el pescuezo y obligarle a ceder".

Siete puestos menos

Adem¨¢s de los directores generales y de los directores, los jefes de divisi¨®n en la Comisi¨®n son, de hecho, designados mediante un reparto entre los Doce. Los espa?oles tienen, seg¨²n una fuente cercana al comisario Marcelino Oreja, un d¨¦ficit de siete puestos en esta categor¨ªa. De ah¨ª que, con alguna frecuencia, los proyectos de directiva que elabora la Comisi¨®n no recojan los intereses de Espa?a y que en el Consejo de Ministros de la UE la delegaci¨®n espa?ola deba enmendarlos pagando como precio un cierto desgaste pol¨ªtico.

A diferencia de otras capitales comunitarias, no existe en Madrid una c¨¦lula interministerial que, en colaboraci¨®n con los comisarios espa?oles, pase revista a los puestos disponibles, eval¨²e los que m¨¢s interesan y proponga candidatos con una lista actualizada. En teor¨ªa esta labor es competencia del vicepresidente del Gobierno Narc¨ªs Serra, pero en la pr¨¢ctica no la ejerce.

No siempre fue as¨ª. Tras la adhesi¨®n de Espa?a a la Comunidad, en 1986, el entonces director del gabinete de Gonz¨¢lez, Roberto Dorado, trabaj¨® con los comisarios espa?oles, Manuel Mar¨ªn y Abel Matutes, para cubrir todos los puestos de primera fila que en las instituciones europeas hab¨ªan dejado para los reci¨¦n llegados espa?oles. Despu¨¦s el asunto qued¨® en manos de los dos comisarios hasta que con la llegada de Ser¨ªa a la vicepresidencia, en la primavera de 1991, quiso asumirlo ¨¦l.

Cuando las competencias exceden al vicepresidente, las cosas tampoco van mucho mejor. En diciembre de 1993, el Gobierno hizo las primeras gestiones para colocar al ex ministro de Transportes, Enrique Bar¨®n, en la secretar¨ªa general de la UEO, que el holand¨¦s Wim, van Eekelen ten¨ªa que haber abandonado la pasada primavera y a la que tambi¨¦n aspiraba el ex primer ministro belga Mark Eyskens.

Convencidos de que el cargo estaba al alcance de Bar¨®n, desde La Moncloa se acept¨® prorrogar hasta el pr¨®ximo oto?o el mandato de Van Eekelen. El jefe del Gobierno belga, Jean Luc Dehaene, se pensaba en Madrid, ser¨¢ designado presidente de la Comisi¨®n y dif¨ªcilmente podr¨¢ B¨¦lgica ocupar otro puesto de primera fila. As¨ª quedaba eliminada la candidatura Eyskens.

El veto brit¨¢nico impidi¨® a Dehaene ser elegido el 25 de junio en la cumbre de Corf¨². Los colaboradores del ministro de Exteriores, Javier Solana, andan ahora diciendo que despu¨¦s de lo sucedido al jefe del Gobierno belga, los Doce son acreedores de. B¨¦lgica, y que lamentablemente la candidatura de Eyskens ha resultado reforzada.

M¨¢s llamativo es a¨²n lo que est¨¢ sucediendo al ex Defensor del Pueblo en Espa?a, ?lvaro Gil Robles, al que Gonz¨¢lez quiso en diciembre presentar para Defensor del Pueblo Europeo, una figura creada por el Tratado de Maastricht. Los candidatos deben, en teor¨ªa, ser apadrinados por al menos 23 eurodiputados y elegidos por el pleno del Parlamento Europeo, que se constituy¨® la semana pasada, pero en la, pr¨¢ctica las gestiones gubernamentales ejercer¨¢n una gran influencia.

Gil Robles es, sobre el papel, un aspirante de peso porque la instituci¨®n que dirigi¨® en Espa?a tiene prestigio en Europa; fue Gonz¨¢lez el primer l¨ªder comunitario que, en mayo de 1990, pro

puso la creaci¨®n de un Defensor del Pueblo Europeo y en el n¨²mero de febrero de la revista de los ombudsmen de la Uni¨®n Europea todos le brindan su respaldo.El 18 de julio, la v¨ªspera de la sesi¨®n de la Euroc¨¢mara, casi todos los miembros del grupo socialista espa?ol ignoraban que exist¨ªa un aspirante espa?ol que hab¨ªa que promover y el mismo desconocimiento mostraban los eurodiputados espa?oles de otros partidos. El Gobierno tampoco hab¨ªa hecho gesti¨®n alguna con sus socios para impulsar la candidatura de Gil Robles.

La competici¨®n por el cargo parec¨ªa tan abierta en Estrasburgo que se animaron a medir sus fuerzas ex europarlamentarios como la socialista francesa Marie Claude Vayssade. Tambi¨¦n sondearon sus posibilidades el conservador brit¨¢nico Christopher Brodt y el democristiano alem¨¢n Alter.

El jueves qued¨® abierto la presentaci¨®n de candidaturas, que concluir¨¢ el 23 de septiembre, y es posible que esa misma semana el pleno del Europarlamento designe al primer Defensor del Pueblo Europeo, que empezar¨¢ a ejercer sus funciones el 1 de enero.