La Espa?a de siempre, sigue existiendo
Arroyo, Ouka Lele y Pazos cierran en Santander un curso sobre el atavismo hispano
Una mesa redonda integrada por renombrados artistas pl¨¢sticos y moderada por Francisco Calvo Serraller, director del curso, aherroj¨® el seminario que, bajo el enunciado La Espa?a negra, ha venido desarroll¨¢ndose en la UIMP, dentro de los alicientes que Santander ofrece este verano. Dar¨ªo Villalba, Eduardo Arroyo, Carlos Pazos, Zush y Ouka Lele definieron, cada cual a su manera, su particular relaci¨®n con el tema. La fot¨®grafa, ayudada por su hija, lo hizo con una especie de happening que demostr¨® que la Espa?a de siempre sigue existiendo.
Ouka Lele, tras ponerse el mapa de nuestro pa¨ªs -recortado en negro- a modo de m¨¢scara y envolverse en un mant¨®n ibicenco, pidi¨® oscuridad para el efecto de las velas con, que se acompa?¨®, pero las luces tardaron en extinguirse, las cortinas en correrse y todo qued¨® muy a la espa?ola, en una especie de bienintencionada fiesta de cumplea?os, con poema incluido, dedicado a la negritud de la que hablamos.M¨¢s contundentes estuvieron Villalba y Arroyo, despu¨¦s de que Zush y Pazos hablaran de s¨ª mismos y su relaci¨®n con el arte, con el color y los blancos y negros. Villalba, que es un apasionado, dijo que "hay que buscar lo que subyace bajo el mito o la leyenda de la Espa?a negra. Creo que debajo hay una especie de cortante hilo tremendamente capaz de abrir una herida, tremendamente doloroso, tremendamente as¨¦ptico y trascendental. Creo que Espa?a no es nada fr¨ªvola, por mucho que se vista de ropajes fr¨ªvolos, y siempre subsistir¨¢ una metaf¨ªsica de lo atroz, el blanco y negro".
En la supervivencia de esta Espa?a. se mostr¨® de acuerdo un ir¨®nico y brillant¨ªsimo Eduardo Arroyo, cuando asegur¨® a una alumna extranjera que no hay peligro de que cambiemos ni los espa?oles que creen que todo lo de fuera es malo ni aquellos que piensan que todo lo que viene del extranjero es lo mejor: "Aqu¨ª estamos al corriente de todo lo que se hace sin tener que viajar, porque no hay artista for¨¢neo que, habiendo pintado un cuadro o hecho un v¨ªdeo, no haya tenido una exposici¨®n. La prueba es que a mi admirada directora del Reina Sof¨ªa, Marr¨ªa von Corral, le van a dar una medalla en Colonia por su defensa del arte "alem¨¢n".
En relaci¨®n concreta con la Espa?a negra, Arroyo -de quien el director de la Men¨¦ndez Pelayo, Ernest Lluch, suele decir: "Es el ¨²nico artista que conozco que siempre est¨¢ contento y que nunca te pide nada"- asegur¨® que, para ¨¦l, hay dos im¨¢genes fundamentales que la representan: "Una, est¨¦tica, que es ver a Cela el otro d¨ªa, aqu¨ª, vestido de blanco. Y mucho m¨¢s cuando sali¨® de karateka en la serie de El Pa¨ªs Semanal que se llam¨® 'Locas pasiones', con fotos de Chema Conesa". La segunda imagen "es cuando el propio Cela dice que la siesta hay que hacerla en pijama, con orinal y padre nuestro. Lo estoy repitiendo y se me est¨¢ poniendo la piel de gallina. ?Me paso a la Espa?a blanca! Yo, la siesta, como dicen los franceses cuando se la proponen a una pareja: '?Con premio o sin premio?".
El aire distendido e ingenioso que caracteriz¨® todo el seminario estuvo presente tambi¨¦n en su colof¨®n. Con su clausura, Santander pierde un gran aliciente, aunque ayer lleg¨® Giuseppe di Stefano y en la plaza de las Farolas sigue abierto el Rastrillo, sobre el que he prometido escribir porque quiero mucho a las locas damas que lo organizan y porque, mientras no haya justicia, habr¨¢ que seguir apoyando la beneficencia.
Me dec¨ªan las organizadoras -que siempre imponen el anonimato-, una especie de bandoleras que saquean las casas de los ricos para vender sus cosas a beneficio de los ni?os sin hogar, que Nueva Frontera, su entidad, ha conseguido un ¨¦xito en esta primera edici¨®n santanderina del Rastrillo, que la gente se ha volcado. Ya tienen dos pisos para chicos en Santander (129 en toda Espa?a, con un promedio de seis a. ocho chavales por cada uno, despu¨¦s de 23 a?os de labor), y van a organizar un Rastrillo en Asturias, por primera vez, para el que Eduardo ?rculo les ha pintado expresamente un cuadro. Es que la cornisa cant¨¢brica est¨¢ fatal: y eso que en Santander la crisis se nota menos, porque es m¨¢s de aparentar y de comerse las miserias a solas.
Pero, como dec¨ªa Eduardo Arroyo, que acaba de pasar dos meses encerrado pintando cuadros para una exposici¨®n y agradece mucho el aire libre, esta ciudad. es novia del mar y est¨¢ llena de bellas mujeres, hombres fascinantes y grandes artistas -los integrantes de la mesa-, y adem¨¢s se come de f¨¢bula. Y tiene, eso lo digo yo, la mejor estatua a Franco que se ha hecho nunca, y un monumento a Rodr¨ªguez de la Fuente que est¨¢ en la Magdalena y no tiene desperdicio. Qui¨¦n fuera buitre.
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