Fidel Castro admite que hay descontentos en Cuba

Fidel Castro, que viaj¨® ayer a Bogot¨¢ para la toma de posesi¨®n de Ernesto Samper, reconoci¨® que la isla atraviesa una situaci¨®n "de inconformismo en una parte de lapoblaci¨®n descontenta". Su presencia acapar¨® la atenci¨®n general, m¨¢s interesada por la situaci¨®n en Cuba que por el cambio de Gobierno en Colombia. El l¨ªder cubano se mostr¨® confiado en que los disturbiosdel viernes en La Habana sean contrarrestados por "la inmensa mayor¨ªa de la poblaci¨®n, que comprende las causas de los problemas y est¨¢ decidida a defender la patria, la revoluci¨®n y el socialismo".

"Los cubanos no somos felices con las dificultades y luchamos contra ellas", declar¨® a su llegada en la noche del s¨¢bado [madrugada de ayer en Espa?a] el comandante de la Revoluci¨®n, que no visitaba Bogot¨¢ desde abril de 1948, cuando como delegado estudiantil a un congreso panamericano se confundi¨® con la turba en el levantamiento popular conocido como el bogotazo.

En medio de encuentros con otros ocho mandatarios latino americanos y 23 cancilleres -entre quienes estaba el ministro de Exteriores espa?ol, Javier Solana-, Castro advirti¨® a Estados Unidos que est¨¢ dispuesto a dejar que ocurra un segundo Mariel, como se llam¨® a la operaci¨®n de salida masiva de 128.000 cubanos hacia Miami al inicio de los a?os ochenta. "No podemos ser sus guardacostas. O O toman medidas para dejar de estimular las salidas ilegales del pa¨ªs o daremos instrucciones a nuestras fuerzas fronterizas de no obstaculizar la salida o entrada de embarcaciones a Cuba".

El conflicto cubano gener¨® un nuevo enfrentamiento, esta vez a larga distancia, entre el Gobierno espa?ol y el Partido Popular (PP). El portavoz del partido conservador en la comisi¨®n de Exteriores, Javier Rup¨¦rez, manifest¨® que ha solicitado al Ejecutivo la suspensi¨®n de todas las relaciones, salvo las diplom¨¢ticas y las humanitarias, con el r¨¦gimen de Fidel Castro. Rup¨¦rez se?al¨® asimismo que Espa?a deber¨ªa llamar a consultas a su embajador en La Habana y cancelar todo tipo de asesoramiento econ¨®mico y t¨¦cnico al Gobierno de Castro.

La respuesta de Solana al PP no tard¨® en llegar. "No es el momento, estando la situaci¨®n de Cuba como est¨¢, de cortar la cooperaci¨®n. Si yo tuviera m¨¢s posibilidades, en vez de cortarla, la aumentar¨ªa", se?al¨® el ministro de Asuntos Exteriores tras entrevistarse con Castro.

La cooperaci¨®n espa?ola a Cuba fue cuantificada por Solana en 100 millones de pesetas, correspondientes a ayuda humanitaria, y en menos de 90 millones de pesetas destinados a recursos humanos y Culturales.

"Desde luego no ser¨¦ yo el que corte la ayuda humanitaria a Cuba", reiter¨® Solana, quien explic¨® que la posici¨®n espa?ola est¨¢ en sinton¨ªa con la Uni¨®n Europea. Tambi¨¦n se?al¨® que el informe "detallado" que le suministr¨® Castro coincide con el que le envi¨® la embajada espa?ola en La Habana. "Todos esperamos que no haya nuevos disturbios violentos. Estamos apostando por una transici¨®n pac¨ªfica de Cuba hacia una situaci¨®n donde los valores que defendemos nosotros sean los valores extendidos en la isla", apostill¨®.

A su vez, el diputado de IU Antonio Romero dijo que el Gobierno espa?ol deber¨ªa llamar la atenci¨®n a EE UU para que acoja a cualquier ciudadano cubano que quiera salir de la isla.