Hormaechea se opone a costear la etiqueta verde del bonito de anzuelo

Cantabria no est¨¢ dispuesta a contribuir al coste de las etiquetas que se colocar¨¢n a los bonitos capturados por los pescadores del Cant¨¢brico usando los m¨¦todos tradicionales de la cacea y el cebo vivo. As¨ª lo ha anunciado el presidente Juan Hormaechea refiri¨¦ndose a la decisi¨®n de la Administraci¨®n central, seg¨²n la cual las comunidades aut¨®nomas deber¨ªan pagar la mitad de los gastos de las etiquetas verdes y azules que diferenciar¨¢n la mayor calidad del bonito capturado por los pesqueros espa?oles que proclamar¨¢n la calidad de los t¨²nidos pescados por la flota del Cant¨¢brico frente a los capturados mediante el uso de volantas."El Gobierno tiene que olvidarse de obligar a las comunidades aut¨®nomas a pagar las etiquetas", dice Hormaechea. "Es absurdo, tendr¨ªamos que ser consultados, pero desde luego no vamos a dar nuestro consentimiento".

El presidente c¨¢ntabro considera que las proyectadas etiquetas no resolver¨¢n el problema, y recuerda que la diputaci¨®n regional est¨¢ empe?ada en impedir el tr¨¢fico ilegal de vacunos en esta regi¨®n por medio de crotales (distintivo met¨¢lico que llevan los animales prendido en la oreja) que pueden ser falsificados con facilidad. En su opini¨®n, las etiquetas previstas para los bonitos podr¨¢n ser imitadas en cinco minutos.

"La imposici¨®n de las etiquetas a los t¨²nidos puede hacer creer que nos resignamos a la pesca con volantas y lo damos como un hecho consumado, pero no es as¨ª. O se proh¨ªben totalmente las volantas o pescamos todos con ellas. Si son nocivas para el futuro del caladero, lo que hay que hacer es prohibirlas".

Arrendar el mar

En medio de la marejada que se ha producido en el sector pesquero, el semanario brit¨¢nico The Economist sugiere en su ¨²ltimo n¨²mero que la mejor soluci¨®n para acabar con el conflicto que padece la Uni¨®n Europea ser¨ªa arrendar el mar a los pescadores o crear un mercado de cuotas comercializables, recoge la agencia Servimedia. De esta manera, sostiene la revista, la pol¨ªtica de pesca com¨²n podr¨ªa finalmente producir super¨¢vits y eliminar el ¨²ltimo casus belli de las democracias.La revista asegura que el problema pesquero obedece a que, a?o tras a?o, los gobiernos de la UE ignoran a la Comisi¨®n Europea y fijan capturas por encima de lo recomendado por los cient¨ªficos para garantizar la permanencia de las especies. A su juicio, los gobiernos obran "con una miop¨ªa aparentemente contradictoria con la importancia econ¨®mica de la pesca, principalmente porque en la mayor parte de los pa¨ªses supone menos del 1% del Producto Interior Bruto (PIB), que no es el caso de Espa?a.