Northwestern dice que era falso el informe de J. P. Morgan sobre el estado de Banesto
Carlisle, filial de la aseguradora norteamericana Northwestern Mutual Life Insurance, acusa al memor¨¢ndum informativo internacional elaborado por J. P. Morgan para la macroampliaci¨®n de 95.000 millones de pesetas, cerrada en agosto de 1993, y al Banco Espa?ol de Cr¨¦dito (Banesto) de proporcionar datos "falsos", "enga?osos" y con "omisiones"a fin de que dicha compa?¨ªa suscribiese m¨¢s de dos millones de t¨ªtulos por valor de 27,5 millones de d¨®lares (unos 3.400 millones de pewtas). Carlisle, que present¨® una demanda en un juzgado federal de Nueva York el pasado 12 de agosto, exige los 27,5 millones de d¨®lares, intereses, gastos y una cifra a ser fijada por el juez que podr¨ªa ser de 20 millones, de d¨®lares por da?os y perjuicios.
Los abogados de Carlisle, del bufete Dewey Ballantine de Nueva York, narran en su demanda de 26 folios, a la que ha tenido acceso EL PA?S, las circunstancias de su entrada en la ampliaci¨®n de capital de Banesto en el verano de 1993. "Banesto -se?ala la demanda- contrat¨® a una filial de J. P. Morgan & Co. Inc. llamada J. P. Morgan Securities, para que actuara como su asesor financiero y para ser agente y coordinador de la informaci¨®n relativa a un tramo de la ampliaci¨®n que ser¨ªa una colocaci¨®n privada. J. P. Morgan asisti¨® a Banesto en la redacci¨®n del memor¨¢ndum de informaci¨®n, as¨ª como en las presentaciones ante la comunidad inversora de EE UU, incluyendo a Carlisle, y ante la prensa financiera americana, para responder 'las preguntas sobre la situaci¨®n de Banesto".El 7 de abril de 1993 tuvo lugar una reuni¨®n en Nueva York entre representantes de Carlisle y de J. P. Morgan para analizar la posibilidad de que la citada filial de Northwestern invirtiese 25 millones de d¨®lares. "En esa reuni¨®n, en otra celebrada en junio en Nueva York y en algunas m¨¢s dirigidas a seguir analizando la inversi¨®n propuesta, Banesto directamente y a trav¨¦s de J? P. Morgan proporcion¨® a Carlisle informaci¨®n oral y escrita. Entre otros materiales, un memor¨¢ndum de informaci¨®n internacional de fecha 17 de junio de 1993, en ingl¨¦s. Banesto, a trav¨¦s de J. P. Morgan "tambi¨¦n proporcion¨® un folleto de presentaci¨®n, con fecha 21 de junio de l993".
Seg¨²n la demanda, esa informaci¨®n llev¨® a Carlisle a firmar un acuerdo con Banesto para adquirir, el 13 de agosto de 1993, 2.052.629 acciones al precio- de 1.900 pesetas por t¨ªtulo (unos 13,50 d¨®lare), es decir, un total de 27,5 millones de d¨®lares (3.400 millones de pesetas). El texto cita varias cl¨¢usulas de dicho acuerdo, normales en este tipo de contratos, por las cuales Banesto declara solemnemente que los balances y datos presentados en la informaci¨®n ?reflejan fielmente la situaci¨®n financiera consolidada" del banco y que "desde el 31 de diciembre de 1992 no ha habido cambios adversos en el capital ni en la deuda a largo plazo". Como se ha demostrado que los hechos no han sidoas¨ª, Carlisle ha acusado a Banesto de violar varias leyes sobre veracidad informativa en EE UU.
El memor¨¢ndum -subraya la demanda- "tambi¨¦n tergivers¨® la amplitud de la inspecci¨®n del Banco de Espa?a en el ejercicio 1992, calific¨¢ndola como coherente y exhaustiva, incluyendo el an¨¢lisis de todos los cr¨¦ditos superiores a 500 millones de pesetas, cuando en realidad s¨®lo se cubri¨® los mayores a 750 millones de pesetas y tampoco se estudi¨® a la Corporaci¨®n Banesto y sus filiales".
La aseguradora con sede en Milwaukee (Wisconsin) sostiene que Banesto hizo una representaci¨®n falsa de la raz¨®n por la cual buscaba inversores extranjeros. Seg¨²n la explicaci¨®n dada por Banesto, parec¨ªa que el dinero iba a servir para que el banco espa?ol cumpliera con su sue?o de "convertirse en un banco l¨ªder en el campo de la banca al detall", cuando en realidad, Banesto padec¨ªa un enorme d¨¦ficit de recursos propios, seg¨²n la inspecci¨®n del Banco de Espa?a.
Una fusi¨®n para cubrir agujeros
En la demanda de Northwestern se enumera el torrente de informaci¨®n hurtada a los inversores poteniciales de Banesto. La imagen que detalla la demanda no es la de un banco que atraviesa una situaci¨®n boyante: p¨¦rdidas en La Uni¨®n y el F¨¦nix, cr¨¦ditos de 61.950 millones de pesetas al grupo Oasis y empresas relacionadas con ¨¦ste, funcionamiento deficiente del departamento de tesorer¨ªa, dificultades para conocer la verdadera situaci¨®n de liquidez del banco, retraso inform¨¢tico para el tratamiento de riesgos y reclasificaci¨®n de morosos, concentraci¨®n de riesgos en el propio grupo, estados financieros de 1992 y 1993, pr¨¦stamos a empleados y clientes para facilitar compras de acciones en la ampliaci¨®n de 1993. Y, como no, la situaci¨®n de Banesto en el Banco Totta & Ao?ores (BTA).La versi¨®n de la demanda sobre el proyecto de fusi¨®n entre Banesto y el BTA se lleva la palma, porque supone una confesi¨®n espectacular.
Banesto, dice la demanda, "no revel¨® que surgieron problemas significativos en su plan de fusi¨®n con el Banco Totta & A?ores. Los representantes de Banesto plantearon ante Carlisle quee sta fusi¨®n era importante para obtener una revalorizaci¨®n de 130.000 millones para cubrir el fondo de pensiones, para provisionar cr¨¦ditos malos y cubrir diferencias entre el valor de mercado y el de los libros de filiales de la Corporaci¨®n Industrial y Financiera Banesto".
Seg¨²n la aseguradora norteamericana, "Carlisle recibi¨® de Banesto, a trav¨¦s de J. P. Morgan, la seguridad de que la fusi¨®n podr¨ªa tener lugar a finales de 1993 y tuvo acceso a una amplia informaci¨®n, de parte de Banesto, con el detalle de los beneficios financieros y competitivos que surgir¨ªan de la fusi¨®n. La prevista fusi¨®n nunca tuvo lugar"
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