Los tres etarras entregados por Uruguay ingresan en el hospital penitenciario a su llegada a Espa?a

El peripecia de los etarras Luis Mar¨ªa Lizarralde, Jes¨²s Mar¨ªa Goitia y Miguel Ib¨¢?ez, detenidos en Montevideo en mayo de 1992, termin¨® pasadas las cinco de la tarde de ayer, cuando el avi¨®n que les tra¨ªa de vuelta a Espa?a aterriz¨® en la base de Torrej¨®n (Madrid). Atr¨¢s quedaba una fuerte pol¨¦mica que ha dividido a la sociedad uruguaya y que culmin¨® el mi¨¦rcoles en fuertes disturbios en la capital del pa¨ªs. Desde la base a¨¦rea, los etarras fueron trasladados al hospital penitenciario de Carabanchel (Madrid), donde a las 18.30 quedaron ingresados, a la espera de que el juez les llame a declarar

Fuentes penitenciarias indicaron que, aunque no se conoce el resultado de los an¨¢lisis que se les practicaron a su llegada al hospital, "el estado de los tres presos es aparentemente bueno, dentro la l¨®gica debilidad". Los etarras iniciaron una huelga de hambre el d¨ªa 11, a la que sumaron otra de sed ocho d¨ªas despu¨¦s, para impedir que les entregaran a Espa?a. Esta actitud, seg¨²n las mismas fuentes, la depusieron ayer, al aceptar la ingesti¨®n de l¨ªquidos.En la base de Torrej¨®n, los extraditados fueron recibidos por la secretaria del juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 5, a cuyo frente se encuentra eventualmente Carlos Bueren, quien les notific¨® el auto de ingreso en prisi¨®n por los numerosos delitos de los que se les acusa, incluidos cinco asesinatos.

Dos de los etarras bajaron del avi¨®n por su propio pie, mientras que el tercero necesit¨® una camilla. Todos ellos fueron examinados en el aer¨®dromo militar por el forense de la Audiencia Nacional. Desde una hora antes de la llegada del Boeing-707, familiares y abogados de los miembros de ETA, una decena de personas se congregaron ante la entrada principal de la base, vigilados por un importante despliegue de Polic¨ªa y Guardia Civil.

Carmen Galdeano, defensora de los etarras, declar¨® que hab¨ªa intentado ver a Bueren para pedirle permiso para hablar con sus clientes en el aeropuerto, aunque admiti¨® que legalmente no ten¨ªa derecho a ello, pero el magistrado ni siquiera quiso recibirla. "S¨®lo quer¨ªamos explicarles su situaci¨®n. Darles ¨¢nimos", dijo Felisa Zumalde, esposa de Goitia.

??igo Elkoro, otro de los abogados, dijo que "el Gobierno uruguayo se ha saltado a la torera los convenios internacionales de derechos humanos al autorizar la extradici¨®n de los refugiados vascos" y asegur¨® temer "por su integridad fisica y psicol¨®gica". Cuando las tres ambulancias que transportaban a los presos franquearon la puerta de salida de la base, escoltadas por cinco veh¨ªculos policiales, los congregados les aplaudieron y jalearon con gritos de "?Gora ETA!".

A bordo del avi¨®n viajaban tambi¨¦n cinco funcionarios del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa y un equipo sanitario formado por un m¨¦dico y dos auxiliares, al que se sum¨® en Montevideo otro m¨¦dico uruguayo, en representaci¨®n de Cruz Roja Internacional.

Acusaciones a Lacalle

Mientras, Jon Id¨ªgoras, diputado de Herri Batasuna, fue expulsado ayer tarde de Uruguay al considerar el Gobierno que efectu¨® declaraciones "inadmisibles". Se le dieron seis horas para abandonar el pa¨ªs al que hab¨ªa entrado como turista. En una rueda de prensa desarrollada el mi¨¦rcoles en el restaurante Gure Trainera, Id¨ªgoras insinu¨® que el presidente Luis Alberto Lacalle acept¨® la entrega a Espa?a de tres presuntos miembros de ETA a cambio de ayuda material, aunque reconoci¨® no disponer de pruebas. "Pero s¨ª tengo el convencimiento", dijo. Acus¨® al ejecutivo de de Montevideo de ceder "a las pretensiones de un Gobierno tan desacreditado como el espa?ol" as¨ª como de inmiscuirse en los asuntos "de terceros pa¨ªses".

Con la entrega de Lizarralde, Goitia e Ib¨¢?ez se cierra un conflicto inciado en mayo de 1992, cuando trece presuntos miembros de ETA fueron detenidos en Montevideo, donde regentaban un restaurante. La Justicia espa?ola pidi¨® la extradici¨®n de ocho de ellos, pero los tribunales uruguayos denegaron la entrega de los otros cinco. La extradici¨®n se ha concedido para que sean juzgados de los siguientes delitos:

Luis Mar¨ªa Lizarralde. Est¨¢ procesado por la Audiencia Nacional en cinco sumarios y su entrega ha sido condicionada a que se le juzgue en cuatro de ellos. Son: el asesinatos del fot¨®grafo Germ¨¢n Gonz¨¢lez L¨®pez, el del coronel Luis de la Parra Urbaneja y del guardia civil Luis Miranda y el asesinato frustrado de guardias civiles en Pasajes.

Jes¨²s Maria Goitia. Podr¨¢ ser juzgado por la Audiencia por la colocaci¨®n de una bomba en O?ate (Guip¨²zcoa) en 1988, que mat¨® al artificiero Juan D¨ªaz Romano.

Miguel Ib¨¢?ez Oteiza. Sobre ¨¦l pesan cuatro procesos pero su entrega por las autoridades uruguayas a las justicia espa?ola s¨®lo autoriza a juzgarle por el asesinato de Sebasti¨¢n Aizpiri, en 1988.