Cogidas de Jesul¨ªn y Litri
Litri y Jesul¨ªn sufrieron tremendos volteretones que los dejaron fuera de combate. Litri, en el transcurso de una de esas faenas tironeras de las suyas, en la que el boyante toro le peg¨® un derrote seco, lanz¨¢ndole por los aires de mala manera. La ca¨ªda fue terrible, de cabeza, y el torero medio se incorpor¨®, pero se qued¨® inm¨®vil pues hab¨ªa perdido la consciencia. La cogida de Jesul¨ªn a¨²n tuvo peor cariz. Al rematar de serpentina unas ver¨®nicas, el toro se lo llev¨® por delante zarande¨¢ndole entre las astas. La sensaci¨®n de cornada grande que dio la cogida no se confirm¨®, afortunadamente. Sufr¨ªa el diestro una conmoci¨®n que le imped¨ªa continuar la lidia.La continu¨® y la concluy¨® Juan Mora que, por los percances mencionados, hubo de matar cuatro toros y lo hizo con gallarda decisi¨®n y sobrados recursos. Juan Mora ven¨ªa dispuesto a ser triunfador de la feria, y seguramente lo ser¨¢ con las tres orejas conseguidas en premio a una actuaci¨®n tan responsable como emotiva. Se le vieron, adem¨¢s, detalles de torero artista, sobre todo en los ayudados con que inici¨® su primer trasteo, hechos de hondura, templanza y sentimiento. La faena que hilvan¨® a continuaci¨®n y las restantes, ya no reunieron tantas virtudes pues las instrument¨® con profundas desigualdades y una abusiva utilizaci¨®n del pico de la muleta. No import¨®, sin embargo. La entereza del torero se agradec¨ªa. Y, en cualquier caso, el buen p¨²blico bilba¨ªno lo aplaud¨ªa todo.
Torrestrella / Mora, Litri, Jesul¨ªn
Cinco toros de Torrestrella (uno, sobrero; devuelto uno al lesionarse una pata, otro por descoordinaci¨®n de movimientos), con trap¨ªo, flojos. 5?, tercer sobrero, de Lora Sangr¨¢n, inv¨¢lido, en sustituci¨®n de otro de El Torre¨®n, tambi¨¦n devuelto por descoordinaci¨®n. Juan Mora: pinchazo, estocada corta ca¨ªda y rueda de peones (oreja con escasa petici¨®n); estocada trasera (silencio); pinchazo bajo y estocada perdiendo la muleta (oreja con escasa petici¨®n); dos pinchazos y estocada perdiendo la muleta (oreja); sali¨® a hombros. Litri: volteado al muletear al 2? (oreja con m¨ªnima petici¨®n, sin matar al toro). Jesul¨ªn de Ubrique: pinchazo hondo trasero y dos descabellos (ovaci¨®n y saludos); pinchazo y estocada tendida (aplausos y saludos); volteado al recibir al 6? Enfermer¨ªa: Litri, conmoci¨®n cerebral, deber¨¢ reposar; y Jesul¨ªn, mand¨ªbula rota, pron¨®stico grave.Plaza de Vista Alegre, 26 de agosto. 7? corrida de feria. Lleno.
El p¨²blico aplaud¨ªa una mosca que pasara. Tironeos y parones, ayudados excelsos o s¨®rdidos trapazos, provocaban ol¨¦s encendidos, y no hab¨ªa dado el torero dos pases, ya estaba el p¨²blico pidiendo m¨²sica. La funci¨®n era una fiesta. Y eso que pudo desembocar en esc¨¢ndalo pues sali¨® un segundo Torrestrella vacil¨®n, dando traspi¨¦s y pegando volteretas, un sobrero que hac¨ªa exactamente lo mismo, y los dos parec¨ªan drogados. La plaza entera se encresp¨® entonces, y si la bronca no pas¨® a mayores fue porque el presidente devolvi¨® ambos drogadictos al corral. Mal hecho, en realidad: uno los habr¨ªa conducido a comisar¨ªa, para, averiguar de d¨®nde sacaron la papelina y qui¨¦n es el camello.
El resto de la corrida tampoco estaba demasiado cat¨®lica. Jesul¨ªn le hizo el par¨®n al tercer Torrestrella y en este caso los parones eran mutuos. El toro a¨²n se mov¨ªa menos que el torero. Habr¨ªa dado lo mismo si Jesul¨ªn le apunta los circularinos desde la ancestral quietud, al toro c¨¢rdeno del vest¨ªbulo del hotel Indautxu, que est¨¢ disecado. O quiz¨¢ no est¨¢ disecado, sino que lo tienen reservado para la feria de Bilbao.
Igual de pl¨²mbeo, o acaso drogadicto, o qui¨¦n sabe si moribundo result¨® el quinto y tampoco pudo jesul¨ªn sacar las se?as de identidad propias de su arte. En cuesti¨®n de parones le han salido al torero serios competidores con estos toros, que mugen "De aqu¨ª no se mueve servidor as¨ª lo mande el Papa", y cumplen a rajatabla su palabra.
Salt¨® finalmente a la arena el sexto, fortach¨®n y codicioso, y de poco parte en dos a Jesul¨ªn. Mejor que no pasara de una fractura. Y que Juan Mora resolviera en triunfo una tarde que se debati¨® entre el triunfalismo y el esc¨¢ndalo; entre el fraude y la tragedia.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.