El Senado aprueba la ley anticrimen y da a Clinton una gran victoria pol¨ªtica
El presidente Bill Clinton consigui¨® por fin una importante victoria, con trascendencia suficiente como para figurar en los grandes logros de la vida pol¨ªtica de su pa¨ªs. La ley anticrimen aprobada por el Senado el jueves por la noche (madrugada de ayer en Espa?a) es el conjunto m¨¢s serio de medidas legislativas dedicadas a luchar contra la violencia de las aprobadas por el Congreso. "Esta ley har¨¢ m¨¢s segura la vida en cada barrio norteamericano", dijo el presidente.
Destacados dirigentes del Partido Republicano plantearon el pasado martes, en el comienzo del debate, obst¨¢culos legales a la ley para bloquear un texto que, en su opini¨®n, dedicaba demasiado dinero a programas sociales de prevenci¨®n de la criminalidad. Despu¨¦s de su paso por la C¨¢mara, este dinero ya hab¨ªa sido aligerado.La Asociaci¨®n Nacional del Rifle (NRA), la potente m¨¢quina que act¨²a como grupo de presi¨®n en favor de la libertad de circulaci¨®n y posesi¨®n de armas de fuego, luch¨® desesperadamente para que se eliminara la prohibici¨®n de 19 armas de asalto, pero todo fue in¨²til.
En la votaci¨®n final -61 votos contra 38-, seis senadores republicanos se unieron a sus colegas dem¨®cratas y un dem¨®crata abandon¨® las filas de su partido para votar contra la ley, que hubiera quedado bloqueada con un m¨ªnimo de 41 votos. Lo apurado de la batalla final oblig¨® al vicepresidente, Al Gore, enyesado despu¨¦s de una operaci¨®n del tend¨®n de Aquiles, a estar al quite por si su voto era necesario.
El presidente Clinton, que ha batallado incansablemente en las dos ¨²ltimas semanas para superar el bloqueo inicial en la C¨¢mara de Representantes y el despliegue de artiller¨ªa del Partido Republicano, rescat¨® el marchito esp¨ªritu de su campa?a electoral para asegurar que Ios agentes de polic¨ªa ya no estar¨¢n amenazados por bandas y g¨¢ngsters que tengan un acceso f¨¢cil a las mort¨ªferas armas de asalto dise?adas s¨®lo para la guerra". Recogiendo uno de los argumentos m¨¢s queridos por los partidarios de la mano dura contra la delincuencia, Clinton dijo tambi¨¦n: "Los criminales violentos van a aprender r¨¢pidamente que la puerta giratoria de las c¨¢rceles ha sido cerrada y bien atrancada".
Sabor agridulce
La victoria de Clinton tuvo, no obstante, un sabor agridulce. En la misma sesi¨®n que sirvi¨® para aprobar la ley anticrimen, el Senado decidi¨® dejar para septiembre el debate sobre la reforma del sector de la salud, otra de las piezas clave del programa de Clinton. Eso significa que se frustran los deseos de la Casa Blanca -especialmente de Hillary Clinton- de que este a?o se pueda aprobar la reforma, que adem¨¢s est¨¢ quedando seriamente desnaturalizada a medida que las dos c¨¢maras rebajan las previsiones iniciales.Las medidas aprobadas ayer permitir¨¢n dedicar 30.000 millones de d¨®lares (3,9 billones de pesetas) en los pr¨®ximos seis a?os a endurecer la lucha contra la delincuencia, aumentar las plantillas de la polic¨ªa y construir m¨¢s c¨¢rceles. La Casa Blanca hab¨ªa asumido varias propuestas que tradicionalmente defend¨ªan los republicanos, para elaborar un texto en¨¦rgico que ampl¨ªa considerablemente la lista de delitos castigados con la pena de muerte e impone la c¨¢rcel de por vida para los que cometan por tercera vez ciertos cr¨ªmenes.
"Es una ley bien construida, justa y dura, una ley adecuada para los norteamericanos", asegur¨® George Mitchell, l¨ªder de la mayor¨ªa dem¨®crata en el Senado, frente a los que denunciaban que las medidas no castigan suficientemente el crimen y que su efecto ser¨¢ limitado, en la medida en que el 95% de los delitos registrados caen de hecho bajo jurisdicciones locales o de los Estados.
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