Las embajadas alertan sobre los carteristas del Rastro y los falsos samaritanos
Las embajadas de EE UU y el Reino Unido alertan a sus viajeros sobre los tironeros y p¨ªcaros de la capital
Kahsira, un cuarent¨®n japon¨¦s con gafas oscuras, se aventur¨® solo en el Rastro, pese al consejo de la gu¨ªa, que le dijo que no abandonase al grupo si iba al mecadillo. Lo que m¨¢s le llamo la atenci¨®n fueron los p¨¢jaros, pero no le dio tiempo a comprar nada. Poco despu¨¦s del mediod¨ªa, el hombre, muy nervioso, rellenaba un formulario de denuncia que la comisar¨ªa de Arganzuela le proporcion¨® en ingl¨¦s. Un experimentado carterista le sac¨® la billetera del bolsillo de su pantal¨®n de tergal oscuro. ?l no se dio cuenta de nada y el ladr¨®n le dej¨® sin el dinero que all¨ª llevaba y sin tarjetas de cr¨¦dito.La rotonda con cristales donde los agraviados se van sentando en espera de rellenar los papeles de denuncia estaba ayer ma?ana a tope. "La mitad de los que vienen cada domingo son extranjeros", dec¨ªa un polic¨ªa. En dos horas, y hasta mediod¨ªa de ayer, la comisar¨ªa anexa al Rastro hab¨ªa recibido 13 denuncias de hurtos. Se detuvo a dos carteristas y un tironero.
Cada mes pasan pos Madrid m¨¢s de 300.000 turistas. Entre el cartel de toros con su nombre o el oro de Toledo que pondr¨¢n en la maleta, algunos se llevar¨¢n, como el japon¨¦s, un recuerdo amargo que le dej¨® un carterista, un tironero o un p¨ªcaro. Madrid, tal y como la describen los libros de viaje y los servicios consulares, es una ciudad tranquila, s¨®lo afectada por la delincuencia menor. Los nombres que suenan como m¨¢s peligrosos para el tir¨®n son la plaza Mayor y el Rastro. La Embajada americana reparte una circular especial sobre los buenos samaritanos, aquellos que primero deshinchan la rueda de un neum¨¢tico del coche alquilado y despu¨¦s ofrecen una ayuda que culminar¨¢ en el robo del equipaje.
A Elisabeth M., una modelo norteamericana casi afincada en Madrid, le robaron ayer el monedero de la mism¨ªsima mano. "Eran tres hombres. Uno me cogi¨® de la mano, el otro me quit¨® el monedero. Salieron corriendo, dec¨ªa la mujer rubia.
Los agentes de la Polic¨ªa Municipal que patrullan el Rastro son un centenar. Han detenido en los dos ¨²ltimos domingos a 15 carteristas. "Hoy no ver¨¢s muchos", dijo un agente, "tenemos atosigados a los carteristas. Son f¨¢ciles de distinguir. Van dos o tres juntos: uno, el que coge la cartera y se la pasa a otro, que es el que huye".
PASA A LA P?GINA 3
Aviso para turistas
VIENE DE LA P?GINA 1
Al empleado de la oficina de turismo del Ayuntamiento -enclavada en la plaza Mayor- le extra?aba que unos cuantos hombres, con acento castizo, pidieran planos de Madrid con tanta asiduidad. "Lo que hac¨ªan era abrir el mapa, como si fueran turistas, y al cruzarse con los extranjeros aut¨¦nticos les cog¨ªan el bolso", explicaba el hombre. "De tirones hay mucho en esta plaza", dec¨ªa el propio director de la oficina, un hombre mayor, serio y eficac¨ªsimo:
-El Escorial is the main monument in Spain [El Escorial es el principal monumento de Espa?a]-, aconsejaba a dos j¨®venes mochileros en un ingl¨¦s rotundo. Los chavales dudaban entre ir a Segovia o a El Escorial. Despu¨¦s, el director sigui¨® repartiendo mapas de Madrid y folletos de los Veranos de la Villa a una media de seis por minuto.
-Una vez vi desde mi despacho de la primera planta c¨®mo un par de gitanas le arrebataban el bolso del pecho a una mujer que contemplaba como el trabajo de uno de esos caricaturistas de la plaza Mayor. Baj¨¦ corriendo, pero no consegu¨ª nada.
Lo que hace este hombre cuando llega un turista al que han asaltado es mandarle a la comisar¨ªa de Centro (calle de la Luna, 23) para que lo denuncie. "Pero no es algo que hagamos a diario", asegura el caballero.
Parte de los 8.909 tirones que se denunciaron en Madrid en 1993, seg¨²n la Delegaci¨®n del Gobierno, tuvieron como v¨ªctima a un turista, generalmente japon¨¦s, ingl¨¦s, italiano, franc¨¦s argentino, mexicano o estadounidense, nombrados por orden de importancia en el monto total de los 301.900 turistas que, de media mensual, visitaron Madrid en 1993.
No es posible echar las cuentas de cu¨¢ntos extranjeros sufrieron la modalidad de hurto descrita, un atraco o el robo del bolso por el procedimiento del descuido. Seg¨²n la Jefatura Superior de Polic¨ªa, no se efect¨²an estad¨ªsticas por nacionalidades de los denunciantes. Pero como las meigas, la delincuencia menor contra los turistas existe, se pueda cuantificar o no. Lo cuentan los servicios consulares de varios pa¨ªses, las gu¨ªas y hasta los garitos de cambio de divisas.
Advertencia en los hoteles
En el Gran Hotel Reina Victoria, en la plaza de Santa Ana, suelen acompa?ar a los clientes a la comisar¨ªa de Retiro, en la calle de las Huertas. "Este mes s¨®lo ha ocurrido una vez", dec¨ªa el subdirector, Jorge Romero. "Lo que s¨ª hacemos es advertirles que tengan cuidado si van al Rastro con la videoc¨¢mara en ristre y con el bolso".
Desde el Mundial de F¨²tbol de 1982, la Asociaci¨®n Empresarial Hotelera de Madrid tiene colocado un d¨ªptico en cada una de las habitaciones de los 162 hoteles asociados. Lo que los turistas nunca deben hacer y lo que s¨ª, por ejemplo: "Cuando establezca relaciones sociales con desconocidos, no revele su hotel ni el n¨²mero de su habitaci¨®n" o "Coloque todos sus objetos de valor en la caja fuerte del hotel tan pronto como le sea posible".
Las gu¨ªas que llevan los turistas bajo el brazo cuando visitan Madrid lo suelen advertir: ojo con el descuido y los tirones. "Los bolsos arrebatados y las carteras robadas en el Rastro, las corridas de toros, los autobuses y el metro" (Gu¨ªa Berlitz de Madrid 1992-93). El libro de EL PA?S-Aguilar dice: "Madrid tampoco es ajena a la delincuencia que generalmente se da en las grandes urbes: carteristas, descuideros, atracadores de poca monta...". La gu¨ªa Madrid inside out, editada en ingl¨¦s, lo tiene m¨¢s claro: "Estad¨ªsticamente, la mayor incidencia de hurtos en Madrid ocurren frente al museo del Prado o en la Plaza Mayor".
Ante la delincuencia tampoco se han quedado de brazos cruzados los consulados. No ha sido posible obtener la informaci¨®n de la Embajada nipona, pero los brit¨¢nicos tienen un folleto que les dan a sus compatriotas antes de abandonar la isla para ir a cualquier pa¨ªs, y que desaconseja las calles oscuras y advierte que ante un atraco no se ofrezca resistencia. Para Espa?a hay otro papel, nueve consejos. Uno de ellos reza as¨ª: "Cuide de sus pertenencias en todo momento y cu¨ªdese de los tironeros. Evite llevar mucho dinero encima o joyas aparatosas y deje sus billetes [de avi¨®n, de tren] y el pasaporte en un sitio seguro".
De cualquier manera, en la Embajada brit¨¢nica, cuyos nacionales son los segundos en importancia respecto al n¨²mero de visitantes, tuvieron que emitir, el pasado a?o, 130 pasaportes de emergencia, muchos de ellos por robo. Hay s¨®lo otro pa¨ªs que avisa antes: EE UU, cuyo servicio consular all¨ª ofrece un folleto. El papel describe el pa¨ªs ("Espa?a es una democracia desarrollada y estable con una moderna econorn¨ªa"), y el cap¨ªtulo reservado a la delincuencia es el m¨¢s largo, y dice: "Espa?a tiene un ¨ªndice bajo de delincuencia violenta. Sin embargo, los delitos menores, como la existencia de carteristas, tirones o robos de los coches son un problema. Los ladrones intentan a menudo distraer al turista tir¨¢ndole mostaza encima, pregunt¨¢ndole direcciones en la calle...".
El robo del buen samaritano mereci¨® una circular especial: los ladrones tratan de desviar la atenci¨®n del turista motorizado (deshinch¨¢ndole previamente una rueda y ofreciendo ayuda despu¨¦s) y se llevan el equipaje cuando el conductor est¨¢ distra¨ªdo; "ocurre frecuentemente con coches alquilados en el aeropuerto de Barajas".
Esta modalidad tampoco le es desconocida al Consulado franc¨¦s. Una portavoz asegur¨® que la media de turistas que denuncian robos son de cinco a seis al d¨ªa. En el Consulado de Italia "se constatan varios casos diarios que llevar¨¢n, indicativamente, a m¨¢s de un millar a final de a?o". En la mayor parte de los casos, el robo se limita a bolsos de mano.
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