"La memoria crece con el tiempo"
De peque?a quer¨ªa ser Baudelaire porque pensaba que era la ¨²nica forma de inmortalidad posible. A los 20 a?os escribi¨® un libro de poemas, De una ni?a de provincias que se vino a vivir en un chagall. En 1980 gan¨® con ¨¦l el Premio Adonais de poes¨ªa; y al siguiente, obtuvo el Gabriel Mir¨® de cuentos; y al otro, el Fernando Rielo, tambi¨¦n de poes¨ªa, con B¨¢culo de Babel. A los veintipocos a?os, Blanca Andreu se hab¨ªa convertido en la ni?a prodigio, la enfant terrible, la musa preferida. Poco m¨¢s tarde se cas¨® con Juan Benet. Fueron a?os de felicidad y delirio. Luego Benet muri¨®. El mundo m¨¢gico de los ¨²ltimos 15 a?os se ha desvanecido y Blanca Andreu no quiere escribir m¨¢s poes¨ªa. Ya no es la jovencita que lleg¨® a Madrid a comerse el mundo. A los 35 a?os, algo triste, quiz¨¢ un poco confusa, pero con proyectos, est¨¢ en el umbral de una nueva vida.Pregunta. ?C¨®mo prefiere que la llamen poeta, poetisa o escritora?
Respuesta. Escritora. Poeta, que era como antes me gustaba que me llamasen, ya no lo soy. Estoy en retirada.
P. ?Quiere decir que no escribir¨¢ m¨¢s poes¨ªa? Acaba de publicar El sue?o oscuro, que re¨²ne sus tres libros de poes¨ªa.
R. No lo puedo decir de forma radical. Pero, lo que s¨ª es seguro es que la que soy yo ahora no va a escribir m¨¢s poes¨ªa. El ¨²ltimo libro que hice [Capit¨¢n Elphistone, 1988] es todo cuanto puedo dar de m¨ª en l¨ªrica. Es un ciclo cerrado. Quiz¨¢, en el futuro, sufra una transformaci¨®n y vuelva la musa.
P. ?Seguir¨¢ escribiendo?
R. Me estoy preparando para escribir en prosa.
P. Ya gan¨® un premio de relatos.
R. Gan¨¦ dos. Pero tampoco quiero escribir narrativa. Me gustar¨ªa hacer ensayo.
P. ?Sobre?
R. Eso pertenece al secreto del sumario. Lo que tambi¨¦n quiero escribir es una biograf¨ªa sentimental de Juan Benet. A ra¨ªz de su muerte se dijeron muchas inexactitudes y a m¨ª la inexactitud me pone nerviosa. Es un proyecto a largo plazo. Me gustar¨ªa que fuera perfecto, que Juan lo pudiera ver con la cabeza muy alta. Hasta hace poco cuando recordaba algo lo escrib¨ªa porque tem¨ªa olvidarlo, pero me he dado cuenta de que no se olvida nada. Al contrario, la memoria crece con el tiempo. Quiz¨¢ lo escriba cuando sea ancianita, como Bernal D¨ªaz del Castillo que escribi¨® sobre Cort¨¦s cuando ya todo el mundo hab¨ªa dicho lo que ten¨ªa que decir.
P. ?Qu¨¦ signific¨® ganar el Adonais con apenas 21 a?os?
R. Fue un gran susto. Yo siempre hab¨ªa aspirado a la gloria. De peque?a quer¨ªa ser Baudelaire para que luego alguien me leyera como yo le¨ªa a los poetas, con total sentimiento; y porque pensaba que era la ¨²nica forma de inmortalidad posible. Con el Adonais me di cuenta de que aquello no ten¨ªa nada que ver con mis sue?os. Todo fue un gran folclor. Me ven¨ªan a hacer entrevistas y cada periodista dec¨ªa lo que quer¨ªa decir. Me sirvi¨® para darme cuenta muy pronto de lo que era la imagen. Una falsedad. Yo no escrib¨ªa para eso. Tambi¨¦n me sirvi¨® para poder dejar la carrera, era una buena excusa.
P. Estudiaba Filolog¨ªa. ?Por qu¨¦ la dej¨®?
. R. Porque me hac¨ªa aborrecer la literatura. Me gustaba m¨¢s la literatura extraacad¨¦mica. Lo que se hac¨ªa en la Universidad era la vivisecci¨®n de la literatura y para m¨ª ¨¦sta era algo muy vivo.
P. La cr¨ªtica la trat¨® muy bien. Entre unos y otros la convirtieron en una estrella.
R. Los cr¨ªticos me trataron excesivamente bien. De tal modo que en el fondo me hizo da?o, porque me pusieron en un pedestal demasiado elevado y me cortocicuitaron las relaciones.
P. Algo bueno debi¨® encontrar.
R. S¨ª, tuvo su parte buena, porque conoc¨ª a los escritores, el mundo de la literatura. Conoc¨ª a Juan Benet.
P. El sue?o oscuro est¨¢ ilustrado por Benet, dedicado a Benet. ?Qu¨¦ signific¨® para usted?
R. Mi mejor migo. Tambi¨¦n mi maestro. Y se lo he dedicado porque de alguna manera El capit¨¢n Elphistone fue un encargo suyo.
P. Usted siempre ha sido considerada una poeta surrealista, aunque en El capit¨¢n... abandona un poco la t¨¦cnica.
R. En mis dos primeros libros utilic¨¦ t¨¦cnicas surrealistas a destajo. En cuanto al ¨²ltimo, Benet me cogi¨® bajo su tutela y me dijo que lo primero que ten¨ªa que hacer era poner riendas a la imaginaci¨®n y no abusar de la met¨¢fora. No creo que El capit¨¢n... sea surrealista, aunque empleo alguna met¨¢fora surrealista, pero es que me parece que no utilizarla es como prescindir de una mano.
P. ?C¨®mo vive ahora?
R. De una forma muy solitaria. Tengo trato con poqu¨ªsima gente. Durante el curso acad¨¦mico, algunos d¨ªas a la semana vivo con mi hermano que viene a Madrid a hacer un master. Hago cosas muy sencillas. La mayor parte del tiempo la empleo en leer y estudiar. Escribo tambi¨¦n.
P. ?Qu¨¦ estudia?
R. Varias disciplinas: m¨²sica, piano, teolog¨ªa, que es lo que m¨¢s me interesa.
P. ?Y qu¨¦ escribe?
R. Desde que muri¨® Juan empec¨¦ a escribir a mano. Se me rompi¨® la m¨¢quina de escribir y me dejaron una hist¨®rica, con la que Gonzalo Torrente escribi¨® La saga fuga, pero como es hist¨®rica me da miedo estropearla y la. tengo, pero no la uso. La miro y me digo que si alg¨²n d¨ªa tengo algo verdaderamente trascendental que decir... Bueno, el caso es que empec¨¦ a escribir a mano y me di cuenta de que con la escritura manual ocurre que la calidad y la letra est¨¢n relacionadas. Cuando la letra sale equilibrada y perfecta la prosa la acompa?a. Vi que soy muy irregular y que cuando me fuerzo a. escribir escribo tonter¨ªas. S¨®lo algunas veces, en que las cosas vienen dadas, escribo, hago cosas a las que puedo dar el visto bueno. S¨®lo creo en la inspiraci¨®n.
P. Parece usted un poco triste.
R. Procuro estar equilibrada, pero hay una tristeza que subyace. Procuro no desesperarme. M¨¢s que tendencia a la tristeza tengo tendencia a- la desesperaci¨®n. La tristeza es m¨¢s llevadera.
P. ?C¨®mo se gana la vida?
R. Malamente. Este verano he estado haciendo sustituciones en una tertulia radiof¨®nica por dos duros.
P. ?Le ha gustado?
R. Me habr¨ªa gustado m¨¢s si me lo hubieran pagado mejor. No s¨¦, creo que m¨¢s que ganarme la vida me estoy descapitalizando, pero Dios proveer¨¢. Tengo algunas salidas: si las cosas me van mal, muy mal, emigro.
P. ?A d¨®nde?
R. A Galicia. Mis padres tienen una casa en La Coru?a que me dejar¨ªan. Creo que ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil vivir all¨ª.
P. ?Ha sido la musa de Benet?
R. Musa no s¨¦, pero recuerdo que cuando estaba escribiendo el tercer volumen de Herrumbrosas lanzas, le dije que si no sacaba a mujeres en sus novelas me negaba en redondo a leerlo y entonces escribi¨® En la penumbra, una novela que le¨ª 11 veces. Me parece de lo mejor que ha escrito Juan.
P. Tambi¨¦n fue la musa de Umbral.
R. Voy a utilizar una palabra que le gustaba mucho a Juan Benet: avilantez. La musa de Umbral es su propia avilantez, mejor dicho, su infame avilantez y se nota. Creo que eso est¨¢ claro para cualquiera. ?l se proyecta en las se?oritas que ve pasar, pero no hace m¨¢s que eso, proyecciones. Es una de las personas m¨¢s eg¨®latras que he conocido en mi vida y m¨¢s parciales. En el fondo lo que ha hecho es injuriarme.
P. ?Qu¨¦ escritores vivos prefiere?
R. Considero escritores vivos a todos los que valga la pena leer. Por ejemplo, me parece mucho m¨¢s vivo William Shakespeare que Francisco Umbral, ya que usted le ha citado.
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