El silencio del amigo

Philippe Noiret llega a Venecia en un silencio dolorido por la muerte de su gran amigo, Massimo Troisi. Noiret, como todos los que han realizado este filme, el cineasta Michael Radford y Antonio Skermata, el autor de la novela El cartero de Neruda en el que est¨¢ basado, confiesa no haber logrado a¨²n olvidar su imagen, la sensualidad y la inocencia del amor con la que Troisi ha dado vida a su personaje poco antes de morir.Sin embargo, admiten, los ha ayudado a llevar a cabo esta obra el recuerdo de la voluntad, del coraje y del sacrificio, con los cuales Troisi hab¨ªa enfrentado su ¨²ltimo desaf¨ªo.

Cada d¨ªa, explican, durante el rodaje, conviv¨ªan con el miedo de perderlo a causa de su problema cardiaco, y trataban de cansarlo lo menos posible.

"Escena tras escena, Troisi enriquec¨ªa su personaje con su ternura, c¨®mica y melanc¨®lica que todos hemos amado siempre. Era tan alegre y, a la vez, tan conmovedor, que en alg¨²n rinc¨®n dentro de m¨ª he sentido insoportable e injusta su muerte", confiesa Noiret.

A sus 63 a?os de edad y 40 de carrera cinematogr¨¢fica Noiret es hoy uno de los actores europeos m¨¢s solicitados internacionalmente. Y es que est¨¢ siempre disponible al neurotizante ritual de su profesi¨®n, creando personajes tan distintos como el juez muy complejo de La gran comilona, el soldado de La vida y nada m¨¢s o el tierno e inolvidable proyeccionista de Cinema Paradiso.

En Il postino, Noiret encarna, con gran habilidad, el poeta Pablo Neruda durante su exilio en Italia, en una peque?a isla de pescadores del Mediterr¨¢neo, en 1952. Mario, interpretado por Troisi, es contratado como su cartero personal. Entre ambos nace una amistad c¨¢lida, llena de fantas¨ªa, que lleva a Mario a apreciar la poes¨ªa y a ver la vida a trav¨¦s de las met¨¢foras de su maestro.

"A pesar de que en esta pel¨ªcula han sido modificados algunos detalles (la historia era ambientada en Capri en 1950, y el final era diverso), el talento de ambos actores, Noiret y Troisi, ha hecho que en Il postino sea respetado con fidelidad el esp¨ªritu de la obra que la inspir¨®, cuyo mensaje es que todo en este mundo se logra con amor", explica Skermata.

"Hoy no encuentro ninguna buena met¨¢fora para este gran amigo, dice Noiret, "s¨®lo que estamos hechos de enigma y misterio. Su enfermedad le ha permitido vivir justo lo necesario para que pudiera encarnar el personaje que tanto ha amado, y a que le ha concedido los ¨²ltimos latidos de su joven coraz¨®n".