El rey de la desgracia ya tiene corona
Doohan consigui¨® el t¨ªtulo mundial de 500cc tras superar sus problemas f¨ªsicos
La tiene. Por fin, ya es suya. Esa corona mundial que el destino negaba cada temporada a Mick Doohan viajar¨¢ este a?o a su casa de Brisbane, en Australia. Desde 1989, la ha perseguido m¨¢s que nadie y la ha merecido como nadie. Hace dos a?os estuvo a punto de perder la pierna derecha por culpa de un error m¨¦dico en Holanda donde sufri¨® una grave ca¨ªda. Aquel incidente le priv¨® de un t¨ªtulo casi seguro y pudo apartarle para siempre de las motos. Pero Doohan lo super¨® y ahora, a los 29 a?os, es el campe¨®n del mundo.La vida deportiva de Michael Doohan est¨¢ marcada por dos fechas, separadas por apenas 26 meses, que han quedado fijadas en su memoria para siempre. La primera, el 26 de junio de 1992, registra su peor momento como piloto de motos. Fue el d¨ªa que se cay¨® en la catedral del motociclismo mundial, el circuito holand¨¦s de Assen, y se rompi¨® la pierna derecha. Hasta entonces, aquel a?o se hab¨ªa mostrado intratable como dominador de la categor¨ªa reina, los 500cc, y se dirig¨ªa c¨®modamente hacia el t¨ªtulo mundial. Pero ese fat¨ªdico viernes de junio marc¨® el principio del calvario por el que Doohan iba a transitar durante m¨¢s de un a?o, incluido el retorno precipitado e infructuoso para intentar ganar el campeonato de 1992.
La segunda fecha decisiva en la carrera del piloto australiano es el 21 de agosto de 1994, hace dos domingos, d¨ªa en que lleg¨®, aunque con retraso, a su cita con la historia. En la Rep¨²blica Checa, en el circuito de Brno, Doohan se proclam¨® campe¨®n del mundo y alcanz¨® el n¨²mero uno que deb¨ªa haber sido suyo con anterioridad. Fue el cierre definitivo a la puerta del pasado, el final de una ¨¦poca negra. Atr¨¢s quedaron cuatro operaciones -en una de ellas le cosieron una pierna a otra para que la piel pudiera regenerarse- y d¨ªas, semanas, meses de desaz¨®n.
El t¨ªtulo conquistado le resarcir¨¢, sin duda, de muchos sinsabores, aunque nunca podr¨¢ hacerle olvidar. Cada vez que baje la vista hacia su maltrecho tobillo recordar¨¢ lo que tuvo que padecer para ser el mejor. Las secuelas son para toda la vida: Doohan todav¨ªa cojea ostensiblemente, su pierna presenta horribles cicatrices y poqu¨ªsima masa muscular, y la articulaci¨®n del tobillo no tiene juego. De no ser por su incre¨ªble fuerza de voluntad, el flamante campe¨®n quiz¨¢ no estar¨ªa practicando el deporte que lo es todo para ¨¦l.
El error de los m¨¦dicos holandeses que le operaron de urgencia le provoc¨® una infecci¨®n -dijeron que nunca volver¨ªa a subir en moto- y s¨®lo la intervenci¨®n del doctor italiano Claudio Costa, aut¨¦ntico mago del Mundial de motos, le salv¨® la pierna y le dio una segunda oportunidad. Por eso Costa est¨¢ siempre en los primeros lugares de las listas de agradecimientos de Doohan. "Se lo debo todo", ha dicho el campe¨®n.
Y junto con la del m¨¦dico, la dedicatoria para Honda, su marca de siempre, por la que ya ha renovado para 1995, tras darle el primer t¨ªtulo desde 1989. Y tambi¨¦n para los miembros de su equipo. Y para la afici¨®n de su pa¨ªs -"estoy orgulloso de ser australiano", dice, y su mascota es un koala- Porque si algo tiene el nuevo ¨ªdolo del motociclismo mundial es coraz¨®n: un coraz¨®n que le hace compartir su ¨¦xito y que, sin duda, le ha dado la fuerza de voluntad para llegar a la cima cuando su cuerpo no parec¨ªa permitirlo.
Pero ese cuerpo maltrecho y su gran moto hicieron volar el t¨ªtulo de 500cc hacia Australia. Y puede que no sea el ¨²ltimo, pues con 29 a?os, pese a su traumatizado cuerpo, a Doohan le queda cuerda para rato.
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