Las hoces de la discordia

La sutil diferencia entre la sabina y el enebro, o entre el ¨¢guila perdicera y la culebrera, no les desconcierta. Tampoco confunden el rastro de la nutria sobre el lecho del r¨ªo con las huellas del colirrojo tiz¨®n. Y conocen las antiguas minas de sal, los cuatro puentes romanos y el Rabo de la sart¨¦n. Son los poqu¨ªsimos vecinos de la zona, que disfrutan desde siempre d¨¦ las hoces del r¨ªo Cabriel, el l¨ªmite natural entre Valencia y La Mancha.Se trata de un pu?ado de vecinos -y otro de ecologistas- que observan asombrados el repentino descubrimiento de este paraje por parte de pol¨ªticos en v¨ªsperas electorales. Sospechan que esos pol¨ªticos ser¨ªan incapaces de seguir el rastro de las nutrias. Tambi¨¦n saben que el futuro de las ¨¢guilas perdiceras es incierto porque una descomunal obra de ingenier¨ªa, la autov¨ªa Madrid-Valencia, puede acabar pasando al norte de ese meandro llamado Rabo de la sart¨¦n, pisoteando enebros y sabinas.

El rumor de los despachos oficiales, donde pol¨ªticos del mismo partido socialista andan enzarzados en discusiones sobre el trazado definitivo de la autov¨ªa, apenas llega a orillas del Cabriel, uno de los r¨ªos "mejor conservados de Europa", seg¨²n un grupo ecologista. Aguas abajo del embalse de Contreras, el Cabriel se adentra en las hoces, es decir, en un valle profundo y angosto, despu¨¦s de atravesar unas monta?as afiladas como cuchillos.

La margen izquierda es valenciana y la derecha, de Castilla-La Mancha. En unas regiones azotadas por incendios, donde el desierto camina inexorablemente, las hoces constituyen una reserva de ¨¢rboles inestimable en un marco geol¨®gico ¨²nico.

El trazado de la autov¨ªa est¨¢ dise?ado hace a?os. S¨®lo faltan por solucionar unos pocos kil¨®metros: la traves¨ªa del Cabriel. El trazado de ese subtramo saldr¨¢ de la elecci¨®n entre tres opciones:

- La A, unos metros al sur de la actual Nacional-III, es la preferida por los ecologistas y los municipios de la zona por su menor impacto ecol¨®gico.

- La B, unos kil¨®metros m¨¢s al sur, atraviesa los llamados Cuchillos del r¨ªo, por lo que est¨¢ descartada definitivamente.

- La C, la m¨¢s meridional, pasa por las mismas hoces. El Ministerio de Obras P¨²blicas, Transportes y Medio Ambiente rechaza la alternativa A por su alto coste y por los consejos de expertos ge¨®logos. El ministerio, finalmente, est¨¢ decidido a ejecutar la opci¨®n C, aunque con una importante modificaci¨®n: la autov¨ªa pasar¨¢ 300 metros m¨¢s al norte de lo inicialmente previsto. Salvar¨¢ as¨ª las hoces -las paredes del valle profundo por el que discurre el r¨ªo-, pero el paisaje virgen sufrir¨¢ un fuerte impacto.

Uno de los pol¨ªticos que acaba de descubrir las hoces es Jos¨¦ Bono, el presidente de Castilla La Mancha. Seg¨²n Bono, "con lo grande y ancha que es Castilla", es incre¨ªble que la autov¨ªa atraviese las hoces del Cabriel. Efectivamente es una de las comunidades espa?olas m¨¢s extensas, pero ya lo era hace meses, cuando el Gobierno de Bono se mostr¨® partidario de la opci¨®n A, y tambi¨¦n de la C. Esta ¨²ltima alternativa s¨ª atravesaba en aquel momento las hoces. Ahora bordea ligeramente el paraje.

El hallazgo de Bono ha sido decisivo para que Castilla-La Mancha iniciara esta semana -no hace meses ni hace a?os- los primeros tr¨¢mites para declarar las hoces como parque natural. Es un ¨²ltimo intento de evitar que la autov¨ªa discurra por ese tesoro ecol¨®gico. Un intento que provoca una agria pol¨¦mica entre el socialista Jos¨¦ Bono y el socialista Jos¨¦ Borrell, titular de Obras P¨²blicas. El ministerio, a pesar de la declaraci¨®n de parque natural, est¨¢ decidido a ejecutar la opci¨®n C modificada.

Quienes no acaban de descubrir la importancia de las hoces son los socialistas valencianos. Como si las hoces y los Cuchillos del Cabriel fueran ¨²nicamente manchegos, desde la Generalitat valenciana s¨®lo se pide a Borrell que acabe cuanto antes la autov¨ªa, una infraestructura vital para los valencianos que lleva un retraso de lustros. Hace cuatro d¨ªas, por fin se pudo escuchar a un socialista valenciano, Eugenio Burriel, consejero de Obras P¨²blicas, hablar de medidas de protecci¨®n.

Esa pugna sobre las moquetas, impensable hace unos a?os, cuando los socialistas obten¨ªan mayor¨ªas absolutas para respaldar al Gobierno central, al de Castilla-La Mancha y al de la Comunidad Valenciana, crece conforme se acerca la pr¨®xima primavera; tiempo electoral. La autov¨ªa, en cualquier caso, no estar¨¢ terminada antes de 1997. Esa es la fecha, pase o no pase por las hoces de la discordia, no lejos de las minas de sal y de los antiguos cuatro puentes romanos. Donde el colirrojo tiz¨®n deja huellas.