Conde propone un plan para reformar el Estado pero no aclara nada de la crisis de Banesto
El Sistema, el esperado libro de Mario Conde, lleg¨® ayer a las librer¨ªas. Tras una primera lectura r¨¢pida, el contenido resulta bastante decepcionante. Conde no aporta ninguna clave nueva para interpretar la crisis de Banesto. Tampoco desvela datos relevantes que modifiquen los an¨¢lisis vigentes m¨¢s rigurosos efectuados hasta ahora, que responsabilizan de la crisis a su mala gesti¨®n. Pero expone su teor¨ªa del Sistema, grupo en el poder a quien adjudica sus desgracias. En su opini¨®n, hay que limitar la duraci¨®n de los cargos pol¨ªticos y dar m¨¢s protagonismo a la sociedad civil.
Mario Conde destila en el libro, que ayer sali¨® a la venta y que ser¨¢ presentado el lunes en Madrid por el autor, su visi¨®n de lo que denomina "el Sistema", que es el t¨ªtulo que lleva la obra. El ex banquero considera que todos sus males son consecuencia de haber osado enfrentarse al Sistema. Para ¨¦l, el Sistema es "un grupo de poder que despu¨¦s de haberse visto revestido de los atributos del monopolio de la inteligencia y la ortodoxia dise?¨® un modelo de pa¨ªs. Para implantarlo de forma efectiva, consigui¨® el dominio de las ¨¢reas pol¨ªtico-econ¨®micas del Estado, una influencia decisiva sobre el poder econ¨®mico privado y sobre los medios de comunicaci¨®n social".Conde manifiesta que nunca tuvo intenci¨®n de dedicarse a la pol¨ªtica, destino este que siempre dej¨® abierto a la especulaci¨®n mientras ocup¨® el cargo de presidente de Banesto. Pero las conclusiones que expresa en su libro son pol¨ªticas y las continuas referencias a lo largo de los diferentes cap¨ªtulos tambi¨¦n son pol¨ªticas. En su opini¨®n, la existencia de este Sistema supone que "algo no funciona en el modelo pol¨ªtico social con el que estamos conviviendo".
Para superar esta situaci¨®n, Conde plantea un paquete de reformas. En primer lugar, considera necesario abordar en profundidad el debate sobre la dimensi¨®n y funciones del Estado. Sobre este punto, afirma que "ello conducir¨¢ necesariamente a una reducci¨®n del papel del Estado, tanto cuafitativa como cuantitativamente".
Cree "imprescindible retornar al principio de la limitaci¨®n de los poderes del Estado". En este sentido, afirma que "muchas personas empiezan a tener la sensaci¨®n de que el Parlamento, que naci¨® como un instrumento de control pol¨ªtico, ha llegado a convertirse, en alguna medida, en un mecanismo que legitima decisiones que son tomadas fuera de ¨¦l".
Modelo mon¨¢rquico
Mario Conde, que ha dado gran parte de los ¨²ltimos toques del libro a bordo de su yate Alejandra sobre las aguas baleares durante el pasado mes de agosto, cree que hay que "caminar en la direcci¨®n de una separaci¨®n m¨¢s n¨ªtida entre el poder ejecutivo y el legislativo, tal y como, por ejemplo, se organiza la vida pol¨ªtica en la sociedad americana". Precisa: "No considero incompatible la existencia de un modelo constitucional mon¨¢rquico con la elecci¨®n directa del poder ejecutivo". Estima imprescindible dinamizar el cuerpo social. Para ello cree que Ia limitaci¨®n temporal de los cargos pol¨ªticos se convierte en un principio inexcusable".
Todas estas reformas conducen al que, en su opini¨®n, es el gran tema pendiente: Ios mecanismos que permitan una mayor presencia de la sociedad civil en cuanto tal en la vida pol¨ªtica". En su opini¨®n, "ante todo es necesario recuperar instituciones b¨¢sicas de la sociedad civil para que vuelvan a asumir el papel que originariamente les correspondi¨®".
El libro, de 343 p¨¢ginas, parte, evidentemente, de la intervenci¨®n de Banesto por parte del Banco de Espa?a. No obstante, antes de entrar en harina con esta cuesti¨®n, hace un ejercicio te¨®rico sobre los ' diversos poderes y los medios de comunicaci¨®n, dejando entrever que se convirtieron para ¨¦l en una verdadera obsesi¨®n durante su estancia en Banesto.
Intereses pol¨ªticos
Sobre la intervenci¨®n, en concreto, dice: "Despu¨¦s del tiempo transcurrido me resulta evidente que la decisi¨®n de intervenir Banesto no fue algo que surgi¨® de improviso como soluci¨®n de emergencia durante la. ma?ana del 28 de diciembre". Insiste en que todo se debi¨® a intereses pol¨ªticos. Conde arremete duramente con tres personas: el ex gobernador Mariano Rubio; el gobernador, Luis ?ngel Rojo, y el actual subgobernador, Miguel Mart¨ªn. Los tres y el entonces ministro de Econom¨ªa, Carlos Solchaga -insin¨²a- estaban al tanto de las maniobras pol¨ªticas.
"Durante 1992% recuerda el autor, "se desarrollan en relaci¨®n con Banesto dos tipos de actuaciones de contenido marcadamente pol¨ªtico: la investigaci¨®n llevada a cabo sobre m¨ª por una empresa internacional a instancias, seg¨²n parece, de autoridades gubernamentales y las propias de los servicios de inspecci¨®n del Banco de Espa?a". Y prosigue: "Banesto y m¨¢s concretamente su presidente hab¨ªan pasado desde la posici¨®n de independencia respecto del Sistema a la pura y dura enemistad pol¨ªtica". A partir de ese momento, Conde parece culpar de toda esa "enemistad" a su negativa a comprar Ibercorp, al que califica como "uno de los esc¨¢ndalos de m¨¢s envergadura que ha sufrido nuestro pa¨ªs".
El autor relaciona su incursi¨®n en medios de comunicaci¨®n con Ibercorp: "La toma de participaci¨®n en medios de comunicaci¨®n y el ataque derivado del esc¨¢ndalo Ibercorp demostraban, a juicio del Sistema, que mi posicionamiento hab¨ªa cambiado cualitativamente para transformarse en un enemigo pol¨ªtico que trataba de destruir sus cimientos".
Poder y medios de comunicaci¨®n
En el cap¨ªtulo dedicado a los medios de comunicaci¨®n, Mario Conde reconoce haber tenido "una intervenci¨®n importante" en apoyo del diario El Mundo, pero no explica en qu¨¦ consisti¨® esa contribuci¨®n. S¨®lo dice que no se trat¨® "de ninguna decisi¨®n financiera", adem¨¢s de desmentir que sean suyas las acciones del grupo italiano Rizzoli en la empresa editora de El Mundo.El ex presidente de Banesto asegura no haber tenido especial influencia en el nacimiento de El Mundo, aunque su director, Pedro J. Ram¨ªrez, le explic¨® personalmente el proyecto antes de que viera la luz, lo mismo que hab¨ªa hecho con anterioridad Pablo Sebasti¨¢n respecto a El Independiente. La intervenci¨®n de bancos en el sector de la comunicaci¨®n fue, seg¨²n ¨¦l, la consecuencia l¨®gica de la autorizaci¨®n de televisiones privadas, que exig¨ªan unos capitales muy superiores a los que las empresas de comunicaci¨®n pod¨ªan generar por si mismas.
Conde asegura que "fueron motivos estrictamente empresariales" los que presidieron la decisi¨®n de Banesto de invertir en medios de comunicaci¨®n, como parte de su estrategia para la creaci¨®n del grupo multimedia. Y lleva su argumento m¨¢s lejos: adem¨¢s de la rentabilidad econ¨®mica, invertir en medios lleva aparejados rendimientos "intangibles", porque permite a un grupo industrial "transmitir mejor" los mensajes que le interesan.
A ese dise?o de entrada en los medios de comunicaci¨®n social respondi¨® un primer intento de Mario Conde para llegar a un acuerdo con Javier God¨®, due?o de La Vanguardia. Conde describe al grupo PRISA editor de el diario EL PA?S', como "la parte m¨¢s sustancial de la presencia del Sistema en los medios de comunicaci¨®n social".
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