Las cuotas de la discordia

Los partidos pol¨ªticos afilan sus l¨¢pices y las gomas de borrar y se preparan para iniciar la discusi¨®n, parlamentaria que, formalmente, es la m¨¢s importante de cada a?o: la aprobaci¨®n de los Presupuestos Generales del Estado. Este a?o, el protagonismo que adquiere el Parlamento es superior al de otros, ya que no hay una mayor¨ªa absoluta que garantice la aprobaci¨®n autom¨¢tica. El objetivo del Gobierno y del PSOE, como el a?o pasado, es llegar al Congreso con el compromiso de Converg¨¦ncia i Uni¨® de votar a favor del proyecto. Por eso la discusi¨®n prev¨ªa, la que est¨¢ teniendo lugar estas semanas entre las dos formaciones pol¨ªticas, puede quitar un relativo protagonismo, al Pleno del Congreso. En todo caso se buscan m¨¢s apoyos parlamentarios por lo que la negociaci¨®n continuar¨¢ hasta diciembre.Dos son las piedras de toque del proyecto de presupuestos que Pedro Solbes, ministro de Econom¨ªa y Hacienda, presentar¨¢ en el Congreso de los Diputados antes de que finalice el actual mes de septiembre. La credibilidad del proyecto, para los operadores internacionales, va a depender de si, con las cifras, que se presenten, creen posible seguir reduciendo el volumen de d¨¦ficit p¨²blico acercando la cifra. actual hacia lo que exigir¨ªan los criterios de convergencia con la Uni¨®n Europea, en el supuesto de que estos criterios estuvieran realmente vigentes en la actualidad.

El otro elemento b¨¢sico es si la anunciada rebaja de las cotizaciones sociales, entre medio punto y un punto, se compensa con ingresos fiscales sin grandes consecuencias inflacionistas y si se genera la suficiente confianza como para creer posible que esta rebaja se profundizar¨¢ en los ejercicios siguientes.

Sobre el papel, y por lo qu¨¦ se ha ido ense?ando hasta ahora, los presupuestos, tendr¨¢n un cierto car¨¢cter restrictivo al crecer los gastos por debajo d¨¦ lo que lo haga el PIB nominal -la previsi¨®n de crecimiento nominal es del 6,3%-, pero al tiempo tendr¨¢n un crecimiento real positivo respecto a los previstos para el a?o en curso ya que- el aumento del gasto aprobado, el 5%, es superior a la previsi¨®n de la inflaci¨®n para 1995.

Electoralistas

El primer elemento para la discusi¨®n parlamentaria, si el esfuerzo de saneamiento y rigor necesario se va a llevar a cabo o no en 1995, est¨¢ servido. Por ello, Crist¨®bal Montoro, responsable de Econom¨ªa del Partido Popular, se?ala que los presupuestos. de 1995 "van a ser socialistas" y que van a estar afectados "por las elecciones auton¨®micas y locales del pr¨®ximo a?o" transform¨¢ndose en "gastosos y electoralistas y actuando negativamente con tra la recuperaci¨®n econ¨®mica".

Joaqu¨ªn Almunia, presidente del Grupo Parlamentario del PSOE, se?ala que el esfuerzo iniciado en 1994 de contenci¨®n del d¨¦ficit "continuar¨¢ en 199-5 con un objetivo de cerrar el a?o con el 5,9% del PIB para todas las administraciones",. Almunia dice que en 1995 el esfuerzo debe hacerse, "en determinados gastos ya que los ingresos tienen serias limitaciones en lo que se refiere a su crecimiento". La deflactaci¨®n de la tarifa del IRPF, despu¨¦s de tres a?os de no adaptarse a la inflaci¨®n, los -menores beneficios del Banco de Espa?a y la bajada de las cotizaciones de la Seguridad Social limitan claramente el techo de los ingresos.

En el lado, opuesto se coloca Salvador Jov¨¦, coordinador de Econom¨ªa de Izquierda, Unida, quien considera que "si es verdad que se est¨¢ produciendo una recuperaci¨®n econ¨®mica, algo sobre lo que mantengo ciertas dudas, ello ensanchar¨ªa los m¨¢rgenes de actuaci¨®n, permitiendo ritmos menores de reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico, destinando partes m¨¢s importantes de los ingresos tanto a gastos sociales como a inversi¨®n productiva".

Junto con el debate sobre el volumen de d¨¦ficit p¨²blico, y c¨®mo atajarlo, en la presentaci¨®n previa al proyecto de ley han sobresalido todas las cuestiones relacionadas con el- denominado a la econom¨ªa productiva" y en especial la reducci¨®n de cuotas de la Seguridad Social y la forma de financiar estas rebajas. Todos los grupos, salvo Izquierda Unida enprincipio, consideran que para ayudar a ganar competitividad a las empresas espa?olas es necesario reducir los costes laborales y entre ellos las cotizaciones sociales. Aunque el ministro de la Presidencia, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, dec¨ªa el viernes que quer¨ªa dejar claro "que cualquier rebaja se har¨ªa bajando tanto la cuota empresarial como la de: los ,trabajadores, esta posici¨®n no era la inicial deEconom¨ªa y Hacienda, donde se ha dudado sobre si no seria mejor aplicar toda la bajada a la cuota empresarial.

Medidas cortas

Para el PP y tambi¨¦n para CiU y PNV, la rebaja que finalmente parece que propondr¨¢ el Gobierno, entre medio punto y un punto, se queda corta. El PP estima en ocho puntos la bajada ideal, en varios a?os, mientras que para Josep S¨¢nchez Llibre, diputado democristiano y portavoz adjunto de CiU, "una bajada de dos puntos en este a?o ser¨ªa bueno y, marcar¨ªa un compromiso para el futuro".

Las discrepancias surgen cuando se trata de decidir c¨®mo se compensa la p¨¦rdida de ingresos -185.000 millones de pesetas por cada punto de cotizaci¨®n que se reduce- -que conlleva una medida d¨¦ ese tipo.

Emilio Olabarr¨ªal- del PNV, se?ala qu¨¦ "hay varias alternativa si pero que no- ser¨ªa malo pensar en una f¨®rmula intermedia entre el IVA y el impuesto de sociedades". Para CiU "lo mejor ser¨ªa el IVA". El Gobierno a¨²n no se ha decidido por una subida del impuesto sobre carburantes o por elevar el tipo medio del IVA.

Joaqu¨ªn Almunia, por el PSOE, se inclina por los derivados del petr¨®leo. Subir el IVA no gusta en el partido mayoritario, entre otras cosas "porque el fraude es, mucho mayor en este impuesto" y se corre el peligro de que una parte importante de lo que deber¨ªa ir a compensar los menores ingresos del Estado acabe en los circuitos del dinero opaco.

IU rompe la discusi¨®n al se?alar que podr¨ªa hablarse de reducir los costes laborales pero no a costa deprivatizar ni de subir impuestos indirectos, ya que ello supondr¨ªa incrementar las injusticias del sistema fiscal". Jov¨¦ propone que "se haga a trav¨¦s de una mayor progresividad del IRPF'.

En todo caso, la medida de este a?o va a ser testimonial, se reconoce en todas partes, y lo importante puede- ser a partir del a?o pr¨®ximo a la luz de lo que resulte de la ponencia del Congreso sobre reforma de la Seguridad Social y de si se decide la adopci¨®n de medidas dr¨¢sticas que aseguren el equilibrio financiero de la Seguridad Social para las pr¨®ximas d¨¦cadas. "Por eso hemos introducido en el debate la posibilidad de implantar en Espa?a la contribuci¨®n social generalizada", se?ala Almunia., Esta tasa se aplica sobre las rentas, no s¨®lo las salariales, que obtienen quienes hacen la declaraci¨®n del impuesto sobre la renta.

Gastos sociales

El mantenimiento de los gastos de car¨¢cter social se ha convertido en el bander¨ªn de los socialistas este ano, as¨ª como Ciu y PNV hacen especial hincapi¨¦ en seguir manteniendo est¨ªmulos a la econom¨ªa productiva para garantizar la recuperaci¨®n. El mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones y de los sueldos de los empleados p¨²blicos supone un, incremento de los gastos de importancia.

En parte se van a compensar con la decisi¨®n del Gobierno de reducir las plantillas globales de la Administraci¨®n mediante la decisi¨®n de r¨ªo cubrir todas las bajas vegetativas que se producen por jubilaci¨®n o salida' de la. Administraci¨®n. Inicialmente, el objetivo fijado era cubrir s¨®lo un 50% de estas bajas; pero las conversaciones con los sindicatos ha hecho que se elimine el porcentaje m¨¢ximo de renovaci¨®n.

Las medidas de apoyo a la econom¨ªa productiva se concretar¨¢n en 1995 en el mantenimiento de apoyos fiscales para la reinversi¨®n de beneficios obtenidos, en el exterior y en Espa?a, por la internacionalizaci¨®n de su actividad y mediante apoyos concretos a las empresas familiares y a los patrimonios en los que las empresas familiares tengan un peso importante.

El Partido Popular mantiene su distancia de oposici¨®n al se?alar que, aunque se quiera, es pr¨¢cticamente imposible hacer unos presupuestos "coherentes con lo que la econom¨ªa necesita sin acometer reformas profundas y globales". Crist¨®bal Montoro se?ala que su grupo ya present¨® antes del verano su esquema de reforma fiscal que deber¨ªa afectar no s¨®lo al impuesto sobre la renta, sino tambi¨¦n al de beneficios de sociedades, el IVA y el de patrimonio.

Pero esta reforma deber¨ªa ir acompa?ada, se se?ala en el Partido Popular, de una decisi¨®n clara de moderar el crecimiento del gasto p¨²blico, de reformar la Administraci¨®n p¨²blica y de instrumentar una pol¨ªtica de privatizaciones que reduzca el peso del Estado.