De marginal a se?oria

La C¨¢mara alta contar¨¢ desde hoy con un senador "distinto", seg¨²n su propia definici¨®n, empe?ado en organizar una "revoluci¨®n dulce, suave". ?lvaro Mart¨ªnez Sevilla, granadino de 35 a?os, profesor de ¨¢lgebra, se convertir¨¢ en el primer senador verde de la democracia espa?ola en representaci¨®n de la comunidad de Andaluc¨ªa. Gracias al acuerdo electoral entre IU y Los Verdes, ?lvaro Mart¨ªnez ha pasado en tres meses de la marginalidad de los partidos ecologistas a obtener el t¨ªtulo de se?or¨ªa en dos c¨¢maras de representantes, en Sevilla y Madrid.Un error de los servicios jur¨ªdicos del Parlamento andaluz ha estado a punto de cortar el proyecto pol¨ªtico de ?lvaro Mart¨ªnez. Durante un mes su designaci¨®n en nombre del grupo IU -Los Verdes qued¨® en suspenso debido a que la el Parlamento aut¨®nomo eligi¨® un, senador m¨¢s de los que le correspond¨ªan. La reciente renuncia de Andr¨¦s Cuevas, el otro militante de IU elegido senador, le dej¨® libre el paso y ma?ana se estrenar¨¢ en la C¨¢mara alta en un pleno que, premonitoriamente, lleva incluido en el orden del d¨ªa un tercio de asuntos relativos al medio ambiente.

Mart¨ªnez, fundador en 1988 del partido Los Verdes de Andaluc¨ªa, tiene conciencia de que es un senador "distinto". "Represento al partido de los antipartidos. Somos m¨¢s un movimiento, que un partido al uso. No somos profesionales de la pol¨ªtica y mi asignaci¨®n econ¨®mica ser¨¢ igual que la que percibo como profesor de la Universidad de Granada. Sin embargo, nuestra estructura organizativa es muy semejante a la de IU de Andaluc¨ªa. Probablemente en Catalu?a no se hubiera producido la coalici¨®n electoral. Mi trabajo en el Senado estar¨¢ en ¨ªntima relaci¨®n con IU y con el movimiento ecologista".

Para llegar a las instituciones, Los Verdes andaluces ha tenido que renunciar a ser un movimiento alternativo. ?ste ha sido el centro de un debate que se ha producido en toda Europa y que en el Estado espa?ol ha dividido a los verdes. "Hemos estado situados en la marginalidad pol¨ªtica, pero no en la marginalidad social, que es bien distinto. Nuestro proyecto calaba m¨¢s que el de los pol¨ªticos pero no ten¨ªamos los votos necesarios para lograr representativad en las instituciones". La alianza con I? en Andaluc¨ªa ha sido producto de tres a?os de contactos.

Mart¨ªnez se debate entre el pasado y el futuro. "Apuesto por que el movimiento ecologista sea aut¨®nomo, de base, pues de otro modo correr¨ªa el riesgo de verse atrapado. Durante los ¨²ltimos a?os, los ecologistas hemos tenido ¨¦xitos relativos en la conservaci¨®n de la naturaleza, pero hemos fracasado en otros asuntos como el de los residuos, las nuevas energ¨ªas o las obras p¨²blicas. Ah¨ª se ha perdido la batalla. El movimiento est¨¢ necesitado de nuevos apoyos que pasan por un mayor calado de sus propuestas y por que el resto de los partidos acepten su forma de hacer pol¨ªtica, se?ala.

Admite que personalmente ha tenido que hacer ciertas renuncias. "Me ha supuesto aceptar que el ecologismo es un proceso que debe ser asumido globalmente, incluso dentro de las instituciones. Tambi¨¦n he renunciado a un cambio radical en la econom¨ªa. Hemos abandonado ese proyecto en funci¨®n de la situaci¨®n financiera, pero se podr¨¢ recuperar cuando la sociedad comprenda que la calidad de vida y el incremento del empleo van unidos a una econom¨ªa sostenible, con m¨¢s empresas que utilicen energ¨ªa renovables y que repartan mejor las riquezas".

"No, no ser¨¢ un proceso de cambio natural. Requiere una labor pedag¨®gica que es la que nos corresponde a nosotros. Debe ser una revoluci¨®n dulce, suave, un cambio gradual que lleve a situaciones econ¨®micas distintas", explica. Mart¨ªnez cree que la presencia de Los Verdes en las instituciones va a suponer un cambio notable en la correlaci¨®n de fuerzas y en la definici¨®n de qu¨¦ es la izquierda. "IU debe perder el lastre jacobino de la gran proclama, aquello de que todo es igual y debe ser homog¨¦neo, y asumir la existencia de la diversidad".