Sobrevive el pacto

LOS PARTIDOS firmantes de los pactos antiterroristas evitaron ayer lo peor: la ruptura expl¨ªcita. Esta hip¨®tesis lleg¨® a hacerse veros¨ªmil hace algunas semanas, cuando algunos portavoces intercambiaron emplazamientos sumar¨ªsimos del tipo "que rectifiquen o se vayan", "el Gobierno deber¨¢ elegir entre nosotros y el PNV", etc¨¦tera. El resultado de la reuni¨®n de ayer es una reafirmaci¨®n de los principios y de la voluntad de mantener el consenso. No es gran cosa, pero era imprescindible conseguir al menos eso.La discrepancia del PP sobre la reinserci¨®n se debe, seg¨²n los otros partidos, a un problema de interpretaci¨®n, no sustancial, lo que hace compatible la divergencia p¨²blica y el consenso. El PP, por su parte, plantea esa discrepancia en el terreno de la aplicaci¨®n unilateral del Gobierno, lo que hace posible dar satisfacci¨®n a dicho partido mediante un compromiso de consulta y el reforzamiento de las garant¨ªas de control de legalidad. Pero la cuesti¨®n pol¨ªtica de fondo, el papel de la pol¨ªtica de reinserci¨®n en la estrategia antiterrorista, sigue abierta y sometida a debate.

En todo caso, est¨¢ claro que la reinserci¨®n no podr¨¢ convertirse en el eje central de dicha estrategia sin romper el consenso. La sospecha de que tal cosa podr¨ªa estar ocurriendo, y de que el Gobierno preparaba la concesi¨®n del tercer grado penitenciario a un grupo numeroso de presos de ETA, fue el origen de la pol¨¦mica. ?sta fue avivada por el PP de manera bastante oportunista pese a las aseveraciones del ministro Belloch, ya a comienzos de agosto en su comparecencia sobre Amedo y Dom¨ªnguez, de que no hab¨ªa cambio alguno en ese terreno.

De todas formas, la pol¨¦mica ha suscitado, junto a desprop¨®sitos lamentables, l¨ªneas de reflexi¨®n dignas, como m¨ªnimo, de consideraci¨®n. La necesidad de tener en cuenta de manera m¨¢s efectiva los sentimientos de las v¨ªctimas, as¨ª como el reflejo de esos sentimientos en la opini¨®n p¨²blica, es una de ellas. Otra es el riesgo de que una aplicaci¨®n imprudente de las medidas de reinserci¨®n alimente una sensaci¨®n de impunidad en el mundo de ETA y HB. Pero, junto a ello, las reacciones de la propia ETA han demostrado el papel decisivo de las c¨¢rceles en su entramado propagand¨ªstico, y la necesidad, por tanto, de una pol¨ªtica inteligente de los dem¨®cratas en relaci¨®n a ellas. Porque esa pol¨ªtica ha dado frutos. Eso s¨ª, siempre con los l¨ªmites de la legalidad.