Defensa suprime los transportes colectivos de militares en Madrid para evitar atentados de ETA

El Ministerio de Defensa ha decidido suprimir en Madrid los transportes colectivos de militares para impedir que ETA pueda atentar contra estos veh¨ªculos y cau sar una matanza, como ha hecho en otras ocasiones. Defensa ha cedido a las presiones y recomendaciones que Interior le vienen planteando desde hace al menos ocho a?os. La polic¨ªa mantiene en Madrid la Operaci¨®n Doble Filo, con 500 agentes, como punta de lanza de la alerta decretada por el Gobierno desde hace dos semanas ante el temor a una nueva acci¨®n del comando etarra en la capital.

Los oficiales ya no viajan agrupados en furgonetas y microbuses desde sus domicilios a los cuarteles y oficinas donde prestan servicio. No obstante, medios policiales se resisten, incr¨¦dulos, a reconocer que Defensa est¨¦ cumpliendo escrupulosamente este plan, teniendo en cuenta su fuerte resistencia desde hace a?os.En los ¨²ltimos 10 a?os, ETA ha atacado transportes colectivos militares, aprovechando que son un blanco f¨¢cil por hacer a diario una misma ruta y con un horario pr¨¢cticamente id¨¦ntico. Despu¨¦s de cada uno de estos ataques, mandos policiales y militares se han reunido para estudiar f¨®rmulas encaminadas a mejorar la seguridad de estos convoyes y evitar que puedan caer en emboscadas.

La polic¨ªa repet¨ªa que la ¨²nica forma de evitar el peligro era suprimir estos transportes, mientras que Defensa sosten¨ªa la imposibilidad de hacerlo y s¨®lo aceptaba reducir su n¨²mero, seg¨²n fuentes policiales.

Defensa ha ensayado varios sistemas para reforzar la protecci¨®n de sus autobuses: dotarlos de soldados de escolta, obligar a los oficiales a ir vestidos con ropa de paisano, cambiar las matr¨ªculas militares por otras camufiadas... Y, no obstante, tales medidas se han revelado ineficaces. El 21 de junio del a?o pasado ' seis oficiales y un paisano fueron asesinados mediante un coche bomba en la glorieta de L¨®pez de Hoyos, en Madrid, en una furgoneta con matr¨ªcula civil.

ETA intent¨® repetir en Madrid otra matanza el 25 de enero, al hacer estallar un potente coche bomba al paso de un furg¨®n del Ej¨¦rcito de Aire en la confluencia del paseo de la Ermita del Santo con la ribera del Manzanares. La explosi¨®n no alcanz¨® al veh¨ªculo.

La supresi¨®n de los transportes colectivos militares es una vieja pretensi¨®n del Ministerio del Interior, sobre todo desde que ETA empez¨® a utilizar cada vez con m¨¢s frecuencia los coches bomba. La presi¨®n de la polic¨ªa para convencer a Defensa comenz¨® en enero de 1987, tras el asesinato de un comandante de la Academia de Zaragoza que viajaba en un autob¨²s del Ej¨¦rcito, cuyo conductor tambi¨¦n muri¨®.

Defensa ha decidido recientemente la retirada de los transportes colectivos, pese a que en algunos sectores militares ha habido resistencias, seg¨²n fuentes policiales. ?stas han confirmado que, al menos en Madrid, "no se ven ahora autobuses militares", lo que les induce a creer que de verdad han dejado de funcionar las decenas de furgonetas que cada ma?ana trasladaban a los oficiales desde sus viviendas hasta los acuartelamientos.

"Nosotros dejamos de usar hace a?os los autobuses oficiales. Ahora, todo el mundo se traslada desde su casa al trabajo en su coche o en los transportes colectivos y se elimina el riesgo de un atentado brutal. ?Por qu¨¦ no pueden hacer lo mismo los militares?", razona un mando policial.

La Guardia Civil, tras sufrir a?os atr¨¢s los zarpazos terroristas en la calle de Juan Bravo y en la plaza de la Rep¨²blica Dominicana, en Madrid, elabor¨® un plan para evitar atentados contra los furgones que necesariamente debe usar para trasladar desde sus acuartelamiento s a los agentes que dan protecci¨®n a embajadas y otros centros oficiales. Desde entonces, no han vuelto a repetirse tales matanzas.

[Por otra parte, los dos presuntos etarras Jos¨¦ Mart¨ªn L¨®pez Casta?ares y Pedro M¨²gica Garmendia, detenidos la semana pasada en un escondite habilitado como laboratorio de explosivos en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s, y los due?os de la casa donde se escond¨ªan, Ernest Arrambide y su esposa, Maialen, fueron procesados el s¨¢bado en Par¨ªs por la juez de delitos terroristas Laurence Le Vert, seg¨²n informaron ayer fuentes policiales.

Los dos etarras han sido acusados de infringir la legislaci¨®n sobre armas, incurrir en asociaci¨®n de malhechores, falsificar documentos administrativos y residir de forma irregular en Francia. Los otros dos procesados est¨¢n acusados de colaborar con una organizaci¨®n terrorista.]