"Pretendemos lograr una fuerte industria europea de medios"

Raniero Vanni d'Archirafi, de 63 afios. Italiano. Diplom¨¢tico. Le llaman "el tercer comisario espa?ol", por su cercan¨ªa a nuestro pa¨ªs. La Comisi¨®n estudiar¨¢ hoy su propuesta de realizar una nueva ronda de consultas a los Esta dos miembros de la Uni¨®n Europea y a los operadores de la comunicaci¨®n, antes de armonizar las diferentes legislaciones nacionales..Pregunta. Le han acusado de intervencionista.
Respuesta. El Libro Verde se escribi¨® en 1992 para implantar el mercado interior en el campo de la comunicaci¨®n. Las limitaciones nacionales a la concentraci¨®n estar¨¢n justificadas si tomamos pa¨ªs por pa¨ªs. Pero si tomamos el conjunto de Europa, representan una limitaci¨®n a la libertad de establecimiento y a la libre circulaci¨®n de servicios. Tambi¨¦n en los medios necesitamos una industria europea fuerte, con tama?o suficiente y a gran escala. Eso no precisa de ninguna prueba. Y menos a¨²n cuando estamos en v¨ªsperas de adelantos tecnol¨®gicos que pueden acelerar la actual dispersi¨®n de normas nacionales.
P. Tras la primera ronda de consultas a los Estados y a los operadores, ahora abren una segunda ronda. ?Por qu¨¦?
P. La primera ronda nos convenci¨® de la necesidad de tomar una iniciativa comunitaria. La segunda nos dar¨¢ indicaciones sobre cu¨¢l debe ser su con tenido. Sobre todo, en dos puntos: definir mejor qu¨¦ significa el control de un medio y cu¨¢l es la medida de la difusi¨®n, c¨®mo debe cuantificarse la audiencia para concluir si hay o no concentraci¨®n y si puede ser peligrosa para el pluralismo.
P. Fortalecer la industria de la comunicaci¨®n y limitar la concentraci¨®n empresarial parecen objetivos contradictorios.
P. Ambos son necesarios. La soluci¨®n est¨¢ en el equilibrio entre estas. dos exigencias, concentraci¨®n y pluralismo. Queremos la libre circulaci¨®n de empresas y capitales, esto es, facilitar al m¨¢ximo el acceso al mercado europeo. Y queremos evitar las concentraciones peligrosas para el pluralismo. Mi convicci¨®n es que elevar el debate al nivel europeo es una metodolog¨ªa que ofrece ventajas a todos. S¨®lo sobre un mercado m¨¢s amplio se fortalecer¨¢ la industria; siempre nos quejamos de que muchas ¨¢reas est¨¢n invadidas por otras potencias, pues apliquemos la lecci¨®n. Muchas contradicciones pueden ser m¨¢s. agudas en el interior de un pa¨ªs y se disolver¨¢n si el discurso se hace a nivel europeo. La defensa del pluralismo es un terreno muy espec¨ªfico para las legislaciones nacionales.
P. Pero el t¨ªtulo del Libro Verde se refiere precisamente al pluralismo.
R. El objetivo en s¨ª no es defender ¨¦l pluralismo, sino reducir los obst¨¢culos a la libre circulaci¨®n que supone la mara?a de legislaciones distintas. Buscamos m¨¢s libertad, m¨¢s oportunidades para la industria europea, eso s¨ª, evitando las concentraciones peligrosas.
P. Antes era usted partidario de una directiva. Ahora habla de "iniciativa": parece como si hubiera rebajado planteamientos.
P. S¨ª, propuse una directiva, porque es m¨¢s flexible que un reglamento, pero era una hip¨®tesis. La iniciativa no debe ser de m¨ªnimos ni de m¨¢ximos. Si razonamos en t¨¦rminos de mercado europeo, los par¨¢metros ser¨¢n diferentes.
P. ?Quiere decir que el mercado a tener en cuenta, el mercado relevante para determinar si hay excesiva concentraci¨®n o no la hay, ser¨¢ el mercado europeo?
P. Es eso, precisamente. La propuesta mira hacia el futuro, no hacia el pasado. Algunos se ponen nerviosos porque creen que vamos a cambiarles las cartas en su casa. No vamos a deshacer las situaciones que ya existen en cada pa¨ªs. Los mercados en cada pa¨ªs no se tocar¨¢n, salvo por las reglamentaciones nacionales existentes.
P. Mirar al futuro...
P. Es que este debate nacional es ocioso en t¨¦rminos tecnol¨®gicos. En un sat¨¦lite pueden caber 45, 80, 2.000 canales. Es un problema nuevo que exige nuevas respuestas. Buscamos un discurso europeo. Si alguien pretende de la Comisi¨®n una verificaci¨®n de su idea de romper o modificar la situaci¨®n interna, puede desenga?arse. No es tarea de la Comisi¨®n romper los monopolios que eventualmente existieran, sino facilitar la construcci¨®n de la casa com¨²n europea.
P. Entre las empresas hay reticencias.
P. Muchas esperan a dar su opini¨®n definitiva, que depender¨¢ del contenido de la iniciativa. Pero la opini¨®n m¨¢s general del empresariado es que conviene una iniciativa, para eliminar las trabas al mercado interior creadas por las diferencias normativas. Claro que encontrar¨¢n m¨¢s aliciente las empresas que tienen vocaci¨®n de jugar a lo grande que las que no pretenden salir de su ¨¢mbito local.
P. Hace usted m¨¢s referencia a lo audiovisual que a la prensa escrita.
P. Es que es el subsector en que se dar¨¢n mayores progresos y m¨¢s velozmente. Las autopistas de la informaci¨®n son muy atrayentes, todos estamos de acuerdo. Pero ?c¨®mo se construyen con legislaciones tan diferentes y circuitos tan cerrados? Todos reconocen la necesidad de las autopistas para estimular algunos servicios. Y el servicio de los medios es el m¨¢s Importante. La prensa escrita, por su naturaleza, queda m¨¢s confinada en su pa¨ªs de origen; la que se vende fuera es marginal. Eso no sucede con la radio y la televisi¨®n. La idea de mercado europeo va muy conectada con la idea de la radio y la televisi¨®n.
P. Algunos considerar¨¢n ut¨®pica la propuesta.
P. Las utop¨ªas de hoy son las realidades de ma?ana. Este mercado de la. comunicaci¨®n es 'como otro cualquiera, a efectos de mercado interior, de la producci¨®n y la distribuci¨®n. La ¨²nica diferencia es que versa sobre una materia delicad¨ªsima, ligada a la pol¨ªtica y a la opini¨®n p¨²blica. No se me puede acusar de ser un ayatol¨¢, pero veo necesaria la escala europea.
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