Miss Am¨¦rica 1994, un caso inaudito
Heather Whitestone, que es sorda, revoluciona el mundo de los concursos de belleza
La Miss Am¨¦rica de este a?o presenta una particularidad inaudita. No s¨®lo es guapa; es adem¨¢s, sorda. Apenas oye un 5% por su o¨ªdo izquierdo. La sociedad norteamericana, donde los minusv¨¢lidos poseen notoria influencia, dedica una estimable atenci¨®n a los disminuidos f¨ªsicos, pero nunca hab¨ªa llegado al extremo de premiarlos en un certamen donde se trata de destacar la perfecci¨®n f¨ªsica. Ni las feministas en sus tiempos de reivindicaciones habr¨ªan so?ado con lograr tanto.La decisi¨®n ha acarreado pronto peque?os problemas funcionales. Heather Whitestone, de 21 a?os, representante de Alabama, tuvo que pedir a la nube de fot¨®grafos que dejaran un momento de disparar los flashes para poder leer acertadamente los labios de los periodistas que la interrogaban. Probablemente, durante todo el a?o de reinado, que comenz¨® esta semana en Atlantic City, tendr¨¢ que afrontar situaciones parecidas en su gira de 30.000 kil¨®metros alrededor del mundo. En ciertas ocasiones, adem¨¢s, deber¨¢ pronunciar algunas palabras en p¨²blico, tal como lo hizo dificultosamente en las pruebas reglamentarias del concurso.
Heather Whitestone, que qued¨® pr¨¢cticamente sorda a los 18 meses como resultado de una inyecci¨®n contra la difteria, no se ha mostrado, sin embargo apocada.
Hija de padres separados, su madre asumi¨® la tarea de procurarle una disciplinada educaci¨®n que le permitiera entender y hablar sin mediaci¨®n de las manos. Conoce adicionalmente los signos de los sordos y lleva un aparato para ayudarse a captar ciertos sonidos. Seg¨²n dice su biograf¨ªa, tard¨® seis. a?os en poder pronunciar su propio apellido. Su madre, omnipresente y patri¨®tica, asegura, dem¨¢s, que le foment¨® su voluntad de superaci¨®n haci¨¦ndole caer en la cuenta de que I can ("Yo puedo") son las letras conclusivas de la palabra american.
Tom Editor, editor de la revista neoyorquina Silent News, destinada a los privados de audici¨®n, ha designado el fen¨®meno de elegir miss a una sorda como "trascendente". Ha dicho: "Miss Am¨¦rica es la encarnaci¨®n del ideal americano, una representante de toda la gente. ?Pensar que esta nueva Miss Am¨¦rica es una verdadera sorda resulta conmovedor!".
Pero no todos aprueban el fallo. Incluso entre los sordos norteamericanos hay discrepancias. Concretamente, los defensores de emplear los signos manuales repudian que la nueva miss se exprese oralmente y trate de entender a las personas por los movimientos de sus labios.
En el sentir de esta agrupaci¨®n, los sordos constituyen una comunidad con un lenguaje propio, y de esta manera no son ni m¨¢s ni menos que los otros. Comportarse al modo de la nueva Miss Am¨¦rica lo estiman una humillaci¨®n seg¨²n los nuevos c¨¢nones, "pol¨ªticamente incorrecta", o, lo que es igual, una subordinaci¨®n a la sociedad de los oyente&
Pese a toda esta censura, Miss Am¨¦rica 1994, en el instante de su proclamaci¨®n en Atlantic City, el pasado s¨¢bado, cuando recib¨ªa la corona de su antecesora, dedic¨® su "l love you" al p¨²blico sin hablar, vali¨¦ndose del lenguaje de las manos, lo que acrecent¨® la ovaci¨®n del p¨²blico y la excepcionalidad sin precendentes del espect¨¢culo.
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