Divisi¨®n sobre la 'moneda' del Fondo

La aprobaci¨®n de una nueva emisi¨®n de derechos especiales de giro (degs) -la moneda del FMI- que se repartir¨ªa en proporci¨®n a la cuota de cada pa¨ªs, es una de las cuestiones que han de decidirse en Madrid. El director gerente del Fondo, Michel Camdessus, considera que en pocos a?os habr¨¢ falta de liquidez internacional y, en consecuencia, propone que el Fondo emita 36.000 millones de degs (50.000 millones de d¨®lares). Ello permitir¨ªa, adem¨¢s, que 37 pa¨ªses que no formaban parte del FMI cuando se realiz¨® la ¨²ltima emisi¨®n tengan acceso a la moneda del Fondo.Pero la propuesta ha encontrado resistencias. Estados Unidos y el Reino Unido contraofertan una emisi¨®n de menor cuant¨ªa dirigida s¨®lo a esos 37 pa¨ªses. Otros, como Alemania, se niegan a una emisi¨®n porque creen firmemente que no hay en el horizonte falta de liquidez.

Toda una pol¨¦mica sobre una cuesti¨®n que, seg¨²n algunos analistas, no tiene ning¨²n efecto en la econom¨ªa mundial. Primero, porque se inyectar¨ªa una cantidad insignificante en el conjunto de las reservas financieras internacionales. Y, segundo, porque los pa¨ªses que carecen de reservas suficientes no tienen problemas de liquidez, sino de solvencia. "Tienen vedado el acceso a los mercados de capitales por sus pol¨ªticas err¨®neas", dicen, "y s¨®lo corregir sus desequilibrios solucionar¨ªa su situaci¨®n".

Para Feito, simplemente, "el deg hoy no tiene ning¨²n sentido. Hay que abolirlo". Sin embargo, de la Dehesa considera que esa emisi¨®n ser¨ªa ¨²til para los pa¨ªses pobres. Ruiz y Fern¨¢ndez Ord¨®?ez creen que emitir de nuevo degs -la ¨²ltima vez que se hizo fue en 1981- tiene un significado distinto al econ¨®mico. Creen que, en el fondo, se trata de revitalizar el deg como un instrumento financiero internacional, "lo cual sorprende", dice Jos¨¦ Juan Ruiz, "tal y como est¨¢ el tema de la moneda ¨²nica europea". Otro asunto sobre el que Francia y Alemania podr¨ªan volver en Madrid.