El Parlamento de los Escritores de Lisboa se debate entre la reflexi¨®n y las urgencias dram¨¢ticas
Wole Soyinka pide que prosiga el combate a favor de la libertad de creaci¨®n
ROSA MORA, ENVIADA ESPECIAL, Un poema de Wole Soyinka y otro de Adonis inauguraron ayer en Lisboa la primera sesi¨®n del Parlamento Internacional de los Escritores. Hubo muchos discursos. Bellas palabras. Emotivas, como las enviadas desde el hospital por Miguel Torda. O duras, como las de Claudio Magris, que tampoco pudo asistir. Los t¨¦rminos libertad, resistencia, combate, solidaridad fueron repetidos hasta la saciedad. El fil¨®sofo franc¨¦s Jacques Derrida puso el dedo en la llaga: el Parlamento arranca entre la necesidad de una reflexi¨®n serena sobre su propia estructuraci¨®n y la dram¨¢tica urgencia y presi¨®n de los casos concretos.
Sobre la mesa se encontraron con tres casos concretos. Salman Rushdie, presidente de este Parlamento, que no puede asistir o que si lo hace ser¨¢ por sorpresa; Taslima Nasrin, que ha retrasado su viaje por medidas de seguridad; y Soyinka, al que las autoridades Migerianas no le han permitido salir del pa¨ªs.Soyinka envi¨® un mensaje por tel¨¦fono, que fue le¨ªdo por el escritor surafricano Breyten Breytenbachs: "Debemos continuar la lucha contra los atentados a la libertad de expresi¨®n en el mundo. Mi pa¨ªs s¨¦ halla en un momento dif¨ªcil, dirigido por una dictadura militar que ha usurpado el poder. Estoy triste porque no puedo estar con vosotros y os doy las gracias por vuestro apoyo y solidaridad. Har¨¦ todo lo posible para estar en Estrasburgo el 3 de noviembre para vuestra pr¨®xima asamblea. Continuemos nuestro combate leg¨ªtimo en favor de la libertad de creaci¨®n".
Salieron m¨¢s casos. Escritores nigerianos y congole?os que se ven tambi¨¦n amenazados. Las cifras que aporta el Parlamento son impresionantes: 903 escritores y periodistas han sido perseguidos o asesinados en todo el mundo desde enero pasado.
Ese sombr¨ªo panorama no rest¨® alegr¨ªa al encuentro. Desde Jos¨¦ Saramago a Pierre Bourdieu, Jaarr Kaplinski, Lars Gustafsson, el espa?ol Juan Jos¨¦ Saez y Edouard Glissant... alrededor de 40 escritores venidos de todas las partes del mundo. Fue una aut¨¦ntica babel de lenguas. El poeta liban¨¦s Adonis no quiso leer en franc¨¦s su poema. Entre grandes gestos, dijo que no, que lo le¨ªa en ¨¢rabe o nada. Y lo ley¨® en ¨¢rabe. Fue una aut¨¦ntica declamaci¨®n con voz potente, emocionada y vibrante, que dej¨® a los asistentes sobrecogidos. Nadie o casi nadie entendi¨® nada, pero fue muy aplaudido. Luego, Derrida ley¨® la traducci¨®n al franc¨¦s: un bell¨ªsimo poema de amor, dolor y muerte.
El escritor portugu¨¦s Edouardo Louren?o fue el encargado de leer la intervenci¨®n de Magris. "A m¨ª, que no soy franc¨¦s ni italino, me piden ahora que traduzca directamente al franc¨¦s. Espero no traicionar a ninguna de esas lenguas". Magris hizo un llamamiento a resistir para mantener todos los valores de la cultura antifascista.
Luego le toc¨® el turno al propio Louren?o y empez¨® diciendo que le gustar¨ªa hablar en ¨¢rabe, "Iengua de tan alta cultura". Lo ley¨® en franc¨¦s y hubo protestas en la sala. "Fala en portugu¨¦s". "Lo escrib¨ª en portugu¨¦s, lo traduje al franc¨¦s y ahora me ped¨ªs que lo vuelva a traducir al portugu¨¦s". Lourengo habl¨® de la responsabilidad ¨¦tica y pol¨ªtica de los escritores en la defensa de la libertad.
Derrida, vicepresidente del Parlamento, hizo una brillant¨ªsima exposici¨®n de las dificultades de organizar y hacer funcionar a una comunidad internacional que agrupa ya a 300 escritores. "La m¨¢s grande urgencia que nos ha motivado a movilizarnos es el miedo a que se nos quiera reducir al silencio". Las amenazas vienen, seg¨²n el escritor franc¨¦s, de grupos, movimientos, Estados que cuestionan algo tan fundamental como el derecho a pensar y escribir libremente. Y tambi¨¦n vienen del complejo medi¨¢tico-intelectual que intenta introducir en la vida intelectual y en el espacio p¨²blico la l¨®gica del show-businness, la persecuci¨®n c¨ªnica de la imagen a cualquier precio.
Nuevos espacios
El fil¨®sofo franc¨¦s Jacques Derrida propuso a sus compa?eros dotar al Parlamento de total independencia y autonom¨ªa respecto de los poderes pol¨ªticos, econ¨®micos, medi¨¢ticos y de todas las ortodoxias, para as¨ª poder inventar "un nuevo espacio en la historia y en el mundo".
El Parlamento de los Escritores debatir¨¢ a lo largo de estas jornadas sobre el significado de las palabras y las acciones. , Las amenazas que pesan sobre los intelectuales fueron las que motivaron, precisamente, la creaci¨®n de este Parlamento que se celebra en Lisboa y se autodefine como un lugar de intercambio sobre nuevas formas de lucha que rechacen todos los v¨ªnculos de car¨¢cter pol¨ªtico.
"La violencia de las persecuciones y amenazas nos podr¨ªa llevar a una reflexi¨®n interminable que paralizar¨ªa la actividad del Parlamento", advirti¨® Jacques Derrida, pero las actuaciones inmediatas, urgentes, podr¨ªan "convertirlo en una asamblea y llevarlo al fracaso".
Se trata de buscar entre todos la f¨®rmula m¨¢s adecuada de equilibrio. "Es una tarea m¨¢s que dif¨ªcil, casi imposible", reconoci¨® Derrida. En ello est¨¢n.
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