Adi¨®s, paloma, adi¨®s
El Ej¨¦rcito suizo 'licencia' a sus 30.000 aves mensajeras para reducir gastos
Unas 30.000 palomas mensajeras al servicio del Departamento Militar Federal (DMF) se van a quedar en paro a finales de este a?o en Suiza. Y todo porque con el aumento de las tarifas de otros medios de comunicaci¨®n, "absolutamente indispensables", las palomas cuestan demasiado caras al Ej¨¦rcito, que cada a?o se gasta entre 600.000 y 700.000 francos suizos (entre 60 y 70 millones de pesetas) en las aves.Entrenadas en su mayor¨ªa por propietarios civiles, estas mensajeras consagran cerca de dos meses al a?o a las Fuerzas Armadas para formar a los "pichones pioneros" del servicio del propio Ej¨¦rcito, o para llevar mensajes alados por lugares poco monta?osos cuando no es posible utilizar ni tel¨¦fono ni radio. Los propietarios reciben a cambio 25 c¨¦ntimos (unas 25 pesetas) por cada carrera, un poco de comida y gratuidad en los ferrocarriles suizos.
Esta decisi¨®n del DMF pone fin a 77 a?os de colaboraci¨®n entre el Ej¨¦rcito helv¨¦tico y las m¨ªticas mensajeras, que alguna que otra vez han estado a punto de crear alg¨²n incidente diplom¨¢tico con los pa¨ªses vecinos. El responsable de informaci¨®n del Oficio de Tropas de Transmisi¨®n, Sam Iselin, recuerda que no hace mucho tiempo una de sus palomas tra¨ªa atada a la pata una peque?a nota procedente de Austria, eso s¨ª, "en t¨¦rminos muy correctos", aconsej¨¢ndoles "guardar los p¨¢jaros en su pa¨ªs".
Aunque a los propietarios y aficionados a este arte les preocupa que se vaya a suprimir tan fiable medio de comunicaci¨®n, "poco susceptible de que a 1.500 o 2.000 metros de altura vaya a ser interceptado o sometido a escuchas, entre todos los p¨¢jaros que sobrevuelan el territorio helv¨¦tico", lo que m¨¢s les altera es que a partir de ahora, anulado este servicio p¨²blico, van a tener que pagar religiosamente sus billetes de tren. El entrenador, que las espera con cron¨®metro en mano en su casa, no tiene m¨¢s que facturarlas, y es el jefe de la estaci¨®n elegida el que, a la hora indicada en el billete, abre la jaula. El objetivo es que la futura paloma mensajera regrese a casa en el menor tiempo posible.
En Suiza, las palomas mensajeras han seguido trabajando en tiempos de paz, pero muchos evocan los servicios vitales que estas aves prestaron durante las dos guerras mundiales, en las que sirvieron incluso para salvar la vida de la gente. Una paloma bien entrenada llega a volar hasta 80 kil¨®metros a la hora y puede cubrir distancias de hasta casi 1.000 kil¨®metros para encontrarse con su palomero.
Dos a?os han tardado las autoridades militares en tomar esta penosa decisi¨®n. La necesidad de reducir en 1.000 millones de pesetas el presupuesto del Ej¨¦rcito no les ha dejado otra alternativa, reconoce Iselin.
Ahora se teme que el desmantelamiento de, este servicio vaya a provocar tambi¨¦n la deserci¨®n de alguno de los 260 militares con que cuenta, ya que muchos, especialmente las mujeres, se inscriben en el servicio femenino del Ej¨¦rcito para poder trabajar con las palomas. Tambi¨¦n el palomar federal, que alberga a 7.000 ejemplares, va a correr la misma suerte, aunque su desmantelamiento necesita todav¨ªa un tiempo. Y las palomas mensajeras emprender¨¢n entonces su vuelo de placer hacia la vida civil.
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