Donantes con may¨²scula

Se?ora Marjorie Richardson Cosme, soy el padre del paciente con leucemia al que usted alude en su carta publicada en el EL PA?S el pasado 7 de septiembre.Agradezco a usted y a su hijo la preocupaci¨®n que han demostrado, pero debo aclararle que fue mi familia, y no el hospital, la que llam¨® a su hijo en esta ocasi¨®n; debe disculparme las molestias que ocasionamos, ya vio que no le hemos vuelto a llamar. La extracci¨®n de plaquetas es una operaci¨®n delicada, de un coste elevado y una vida de conservaci¨®n corta (cuatro o cinco d¨ªas). Su necesidad viene aconsejada por la anal¨ªtica del d¨ªa, s¨®lo entonces se llama al donante; ser¨ªa absurdo un servicio de 24 horas. El especializado personal que lo ejecuta no escatima horas si la situaci¨®n lo requiere.

Se?ora, sus manifestaciones pueden hacer mucho da?o; imagine que los futuros donantes se identifican con su opini¨®n y deciden no acudir m¨¢s que a las horas que les convenga. ?Son las vidas humanas las que dependen de esas donaciones! ?Cree que los profesionales de la sanidad no tienen derecho a una jornada laboral limitada?

Llevo tres a?os acompa?ando a mi hijo en esta penosa enfermedad, y en ese tiempo no ha existido el m¨¢s m¨ªnimo fallo en el suministro de plaquetas y atenciones sanitarias en general. Gracias a esos magn¨ªficos profesionales que trabajan en hematolog¨ªa en Puerta de Hierro y a m¨¢s de cuarenta donantes que nos han venido apoyando, dejando sus trabajos y empresas, viniendo fuera de Madrid y asistiendo hasta dos veces por semana con abnegada generosidad, mi hijo a¨²n est¨¢ vivo. A todos ellos, mi m¨¢s profundo agradecimiento y respeto.

Se?ora, no faltan donantes, hacen falta donantes, pero con may¨²scula.-