El Fuenlabrada sigue en el t¨²nel

El Fuenlabrada se encontr¨® ayer en Las Margaritas con demasiados enemigos: la ausencia de p¨²blico, la fortaleza del rival y su empecinada falta de acierto. Perdi¨®, por supuesto. Cuando se estuvo quieto, el Mensajero le dio duro.En el centro del campo se hart¨® de dictar su ley Oscar Engonga, un jugador que mantiene en lo m¨¢s alto el pabell¨®n futbol¨ªstico de su familia. No se dedic¨® Engonga a recoger el algod¨®n, como con muy poca gracia le ped¨ªan una veintena de ultras fuenlabre?os. Prefiri¨® hacerse c¨®mplice del bal¨®n y, sobre todo, del buen gusto.

La sola presencia de Engonga agrand¨® al Mensajero. Dispar¨® seis veces a puerta, desde todos los lugares. Pero s¨®lo encontr¨® el premio en un riguroso penalti. Y el Fuenla no encaj¨® bien el golpe. Su t¨¦cnico, Jos¨¦ Mar¨ªa Mart¨ªnez, volvi¨® a demostrar tanta valent¨ªa como poco apego a las tradiciones. Sali¨® con tres defensas y tres puntas, pero no se olvid¨® de su num¨¦rico capricho, ese que sit¨²a a los due?os de los dorsales 2, 3 y 5 en la delantera.

S¨®lo Roberto intentaba ver puerta en el conjunto madrile?o, mientras Herrero no encontraba salidas a su empuje. El resto del grupo se dedicaba al marcaje del rival y al hurto de balones, una tarea que ayer s¨®lo acept¨® el calificativo de est¨¦ril. Nunca se acerc¨® el Fuenlabrada al empate. En el partido no hubo patadas, ni violencia, ni malos modos. Pero s¨ª hubo 10 tarjetas.

Dos expulsiones dejaron al Fuenlabrada a expensas de lo que el rival decidiera. Si los visitantes quer¨ªan atacar tendr¨ªan goles. Pero s¨®lo los encontraron al final, aprovechando su enorme superioridad num¨¦rica: les result¨® extremadamente c¨®modo conseguir los dos goles que sellaban la victoria.