Gu¨ªa para la selva burocr¨¢tica

?Seren¨ªsima alteza, excelent¨ªsimo, honorable? Se acabaron las dudas. No hace falta poner ninguno de esos tratamientos cada vez que un ciudadano se vea en la necesidad de dirigirse al titular de un ¨®rgano administrativo, ya sea el alcalde, el gobernador de la provincia o el director general de Tr¨¢fico para recurrir una multa. Con algunas excepciones se pueden colocar en el encabezamiento del documento o carta pero debe excluirse a lo largo de la misiva.

Lo dice un manual de documentos administrativos creditado por el Ministerio para las Administraciones P¨²blicas y la editorial Tecnos. El manual es un complemento del Libro de Estilo administrativo, publicado con anterioridad, y ofrece un abanico amplio de los modelos de documentos que el ciudadano tramita cada vez que recurre una sanci¨®n, presenta una alegaci¨®n, hace una denuncia, una solicitud... Se acompa?a con unas recomendaciones sobre el uso de los tratamientos honor¨ªficos y un ap¨¦ndice con todas las normas referidas a los procedimientos administrativos.

Fax y mensajeros

El esfuerzo por simplificar la burocracia y ciertos usos derivados de su implantaci¨®n, all¨¢ por la ¨¦poca de Carlos V, queda ensombrecido por una presentaci¨®n muy poco clara para el usuario. La letra es muy grande, de manera que resulta f¨¢cilmente legible, pero no resulta pedag¨®gico ni clarificador el dise?o de su contenido. "Se echa de menos un despliegue m¨¢s simplificado y creativo", afirma un experto en dise?o editorial.Pese a esta deficiencia, el Manual contiene reflejos de la agilidad y normalidad que se pretenden introducir en los escritos a las administraciones p¨²blicas, en un intento de emular el lenguaje de uso comercial, que tiende a la inmediatez y precisi¨®n. Prueba de ello es la aceptaci¨®n del uso del fax. y otros procedimientos de transmisi¨®n de documentos, como los servicios de mensajer¨ªa (antes s¨®lo se admit¨ªan env¨ªos certificados de Correos).

El Manual est¨¢ destinado al uso tanto de los funcionarios como de los ciudadanos. La primera parte es la m¨¢s densa. Est¨¢ dedicada a definir los documentos de uso interno en la administraci¨®n y dar consejos para redactar informes, actas, resoluciones, notificaciones, certificados y documentos de juicios, con indicaciones precisas a los funcionarios de que deben olvidarse del formulismo. Sigue siendo de lectura obtusa para quien no est¨¢ familiarizado con la pr¨¢ctica administrativa.

?Qu¨¦ v¨ªas tiene el ciudadano para dirigirse a la administraci¨®n?. De las cuatro disponibles -solicitud, denuncia, alegaciones y recursos- la m¨¢s sencilla es la primera, ya que en casi todas las administraciones existe un modelo a disposici¨®n de quien lo solicita. Los datos del solicitante encabezan siempre el documento; se expone una situaci¨®n ante la cual se solicita la petici¨®n, se acompa?an los documentos acreditativos y a efectos de recibir la oportuna respuesta, el interesado indica c¨®mo se le notifica: por escrito, fax, medio inform¨¢tico...

El Manual ofrece tres modelos para los que no lo tengan claro. Hay dos modelos de denuncias, otros dos sobre c¨®mo redactar una alegaci¨®n y otros tantos de recursos contra actos administrativos lesivos para los recurrentes. Los modelos no son tan variados como las tallas de una gran almac¨¦n, pero con las explicaciones que los acompa?an los usuarios pueden confeccionar un traje a su medida, sin adornos como los de Vuestra flustrisima, o Dios guarde a usted muchos a?os. Han desaparecido todos ellos.

Sobre el estilo de los documentos, el Manual indica tanto a usuarios como a funcionarios que no se vayan por las ramas. Que cualquiera pueda entender los documentos y se dejen de florituras literarias o t¨¦cnicas. Pide claridad, concisi¨®n, sencillez y redacci¨®n actualizada.

'Excelencia, ilustr¨ªsimo'

El embajador Jos¨¦ Antonio de Urbina, asesor del Ministerio de Asuntos Exteriores, ha sido quien ha revisado las recomendaciones que ya exist¨ªan sobre tratamientos. Siguiendo sus instrucciones s¨®lo se debe dar el trato de Excelencia a los Jefes de Estado y sus c¨®nyuges, mientras el uso del Excelent¨ªsimo la se aplica a los miembros del Ejecutivo hasta el nivel de Secretarios de Estado, los Delegados del Gobierno y los Gobernadores. Los alcaldes de Madrid y Barcelona, los rectores de universidades, presidentes de Comunidades Aut¨®nomas y titulares de altos tribunales y c¨¢maras legislativas tambi¨¦n tienen derecho a usarlo.El uso de flustr¨ªsimo la es m¨¢s amplio. Se extiende, seg¨²n el Manual, a autoridades de rango equivalente a los Comisarios Generales de Polic¨ªa, Delegados de Hacienda, Decanos de Facultades, t¨ªtulos nobiliarios, rangos superiores de las Fuerzas y diversos grados de la carrera diplom¨¢tica. Y ah¨ª se acaba.

Dice la Secretar¨ªa de Estado para las Administraciones P¨²blicas que se ha propuesto impulsar una "gigantesta auditor¨ªa" sobre la gesti¨®n de los procedimientos m¨¢s relevantes para los ciudadanos con objeto de racionalizarlos y simplificarlos, como apunta este manual. El anterior titular, Justo Zambrana, se comprometi¨® a ofrecer. los resultados a las Cortes y los medios de comunicaci¨®n cada seis meses. Ha pasado el plazo y a¨²n no se. sabe si mejoran o siguen como estaban.