A trav¨¦s del estrecho

Los reg¨ªmenes de Taipei y de Pek¨ªn siguen siendo oficialmente enemigos. Taiwan mantiene la pol¨ªtica de los tres noes: no a los contactos, no a la negociaci¨®n, no al compromiso. Pero, a pesar de ello, hay contactos, aunque sea a trav¨¦s de dos fundaciones privadas que en la pr¨¢ctica dependen de los respectivos Gobiernos.Ching Ping-lee, nacido en Pek¨ªn hace 48 a?os, es el vicesecretario general de la Fundaci¨®n para los Intercambios en el Estrecho, el ente taiwan¨¦s tan privado que incluso tiene un contrato con el Gobierno. "No podemos", dice, "tratar temas pol¨ªticos con los interlocutores de la Asociaci¨®n para las Relaciones a trav¨¦s del Estrecho de Taiwan, la organizaci¨®n paralela de Pek¨ªn". Pero s¨ª pueden hablar de asuntos pr¨¢cticos como los viajes en ambos sentidos, los intercambios culturales y educativos, el trato a los piratas a¨¦reos, la asistencia legal mutua o la resoluci¨®n de incidentes.

Si todo marcha bien, opina Ching, esta primera fase, de persona a persona, abrir¨¢ paso a la segunda, de Gobierno a Gobierno, y finalmente permitir¨¢ la unificaci¨®n de China, "una vez que el desarrollo econ¨®mico en el continente abra paso a la reforma pol¨ªtica".

El puente abierto desde 1987 ha permitido que m¨¢s de seis millones de taiwaneses viajen a China, aunque s¨®lo unas 60.000 personas (m¨¢s otros 30.000 inmigrantes ilegales) hicieron el trayecto en sentido contrario. El asesinato de 24 turistas taiwaneses el pasado mes de marzo en el lago Ojandao s¨®lo fren¨® provisionalmente esta corriente. Adem¨¢s, m¨¢s de 20.000 empresas taiwanesas invierten actualmente en China.

Es mucho lo que est¨¢ en juego. Por eso, este di¨¢logo privado, cuyas bases se sentaron en abril de 1993 en Singapur, se har¨¢ m¨¢s intenso. Se han fijado reuniones trimestrales o semestrales, seg¨²n el nivel de los representantes, y ning¨²n incidente ha podido impedir, hasta ahora, que se frene el proceso en el que ambas partes tiene mucho que ganar.