Sempr¨²n se?ala que "la corrupci¨®n ha sido algo intr¨ªnseco en la historia de Espa?a"
El ex ministro y escritor recibe hoy en Francfort el Premio de la Paz
Buchenwald ha dejado una terrible herencia a Jorge Sempr¨²n: "No soy un aut¨¦ntico espa?ol ni un aut¨¦ntico franc¨¦s, no soy un escritor ni soy un pol¨ªtico, soy s¨®lo un superviviente de Buchenwald". Una visita al campo, en la antigua Alemania del Este, muchos a?os despu¨¦s, le impresion¨® terriblemente. Decidi¨® escribir ?crits et vie, que ahora acaba de publicar en Francia Gallimard y que editar¨¢ pr¨®ximamente en Espa?a Tusquets. Buchenwald, explic¨® Sempr¨²n, es un caso ¨²nico: fue primero un campo nazi y luego estalinista. "Alemania ha vivido los dos totalitarismos, el nazi y el estalinista, por eso ahora tiene la obligaci¨®n de explicar a las nuevas generaciones lo que pas¨® y de luchar por el futuro".A la pregunta de qui¨¦n va a recibir hoy el Premio de la Paz, si Federico S¨¢nchez, Jorge Sempr¨²n o un escritor, volvi¨® a incidir: "Vamos a ir todos juntos, vamos a ser muchos. El escritor no existir¨ªa si antes no hubiera existido Federico S¨¢nchez y ambos no ser¨ªan nada si no hubiera sido antes un superviviente de Buchenwald".
El Premio de la Paz, el m¨¢s prestigioso en Alemania, se le entrega hoy, en una solemn¨ªsima ceremonia, por la Asociaci¨®n de Libreros y Editores alemanes, y se concede anualmente a una personalidad que con su obra haya contribuido de manera destacada a la realizaci¨®n de la idea de la paz.
"Dictadura corruptora"
Buena parte de la conferencia de prensa estuvo dedicada, inevitablemente, a la pol¨ªtica espa?ola. La palabra corrupci¨®n fue una de las primeras en salir. Sempr¨²n lo explic¨® as¨ª: "La corrupci¨®n ha sido algo intr¨ªnseco en la historia de Espa?a, un pa¨ªs que no tuvo una reforma protestante y que desprecia la cultura del trabajo. Luego, hemos tenido 40 a?os de dictadura, la m¨¢s corrupta y corruptora que ha existido en Espa?a. Y, despu¨¦s, la transici¨®n, que en s¨ª fue muy positiva pero que trajo la amnist¨ªa y la amnesia. Nadie ha preguntado a nadie c¨®mo se enriqueci¨®".
Las mayor¨ªas absolutas, sin los imprescindibles mecanismos correctores, tambi¨¦n pueden facilitar la corrupci¨®n, a?adi¨®. "De lo que ha sucedido en la historia de Espa?a no es responsable Felipe Gonz¨¢lez, pero s¨ª de la corrupci¨®n en el PSOE, al no haberla atajado inmediatamente cuando se produjo el caso Juan Guerra". Sempr¨²n acus¨® tambi¨¦n a Felipe Gonz¨¢lez de haber dilapidado los resultados de las elecciones generales de 1993, al no haber llevado adelante los cambios que prometi¨® a los votantes. Lo atribuy¨® a la dif¨ªcil situaci¨®n del PSOE, un partido que no sabe conciliar su modernizaci¨®n, su renovaci¨®n, y mantener al mismo tiempo sus se?as de identidad.
Sempr¨²n neg¨® que se dedicara ahora a la literatura tras haber fracasado como pol¨ªtico. "Ni ella me abandon¨® a m¨ª ni yo la abandon¨¦ a ella. Quiz¨¢ yo vuelva a la pol¨ªtica o ella vuelva a m¨ª, aunque ya soy mayor. La pol¨ªtica es la ilusi¨®n del futuro, en ese sentido el comunismo fue una ilusi¨®n de futuro".
Jorge Sempr¨²n explic¨® que conoci¨® a Felipe Gonz¨¢lez antes de 1975 y que existieron entre ellos muy buenas relaciones. Despu¨¦s, acept¨® ser ministro de Cultura porque cre¨ªa profundamente en el proyecto de Gonz¨¢lez para lograr un cambio social en Espa?a. "Y acept¨¦, aun sabiendo que en el cargo que me ofrec¨ªan no iba a tener ninguna influencia pol¨ªtica. Quiz¨¢ habl¨¦ demasiado y por eso dej¨¦ de ser ministro".
Sempr¨²n dijo que sus relaciones ahora con Felipe Gonz¨¢lez son inexistentes. Pens¨® que a pesar de las diferencias pol¨ªticas podr¨ªa seguir existiendo una amistad, pero no fue as¨ª. "Si ¨¦l hubiera dado el primer paso, hubiera estado bien, pero a m¨ª no me pareci¨® correcto hacerlo".
Sempr¨²n no rechaz¨® globalmente el pasado. "Debernos asumir cr¨ªticamente el pasado y reconocer lo que puede haber de positivo en ¨¦l, quiz¨¢ algunas ideas y algunos hombres. No me conformo con eso de la gente desenga?ada que dice que es imposible lograr un cambio social, eso son utop¨ªas privadas. La utop¨ªa colectiva es que s¨ª podemos lograr el cambio". A la pregunta, de si la concesi¨®n del Premio de la Paz le significar¨¢ un mayor reconocimiento en Espa?a respondi¨®: "En Espa?a tenemos la tradici¨®n de estar descontentos con el ¨¦xito que nuestros paisanos consiguen fuera. Ahora se est¨¢ produciendo un fen¨®meno nuevo; celebramos los ¨¦xitos de nuestros tenistas y de nuestros ciclistas. Bruguera o Indur¨¢in ya son importantes. Todo ello no es demasiado importante, ya cambiar¨¢ con el tiempo".
Sobre su actitud durante la Guerra del Golfo, donde se mostr¨® favorable a la intervenci¨®n, dijo que "existe una filosof¨ªa seg¨²n la cual la vida es el valor supremo. Pues no. El valor supremo es la libertad. Sin libertad estar¨ªamos a¨²n en la barbarie".
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