Salinas, en estado puro
El delantero espa?ol marca los dos goles de la victoria ante Macedonia
Espa?a dio un paso m¨¢s en su camino hacia Inglaterra 96 y Julio Salinas, con sus dos tantos, un salto importante para llegar a la cabeza de los m¨¢ximos goleadores del equipo nacional. Julio Salinas estuvo en la boca del gol y su eficacia rematadora no pudo ser m¨¢s rentable. Fue el broche que cerr¨® la m¨¢quina de juego y control que ejercieron los hombres de Javier Clemente en el centro del campo. El aviso que Macedonia dio a Dinamarca hace un mes (1 - 1) permiti¨® a Espa?a cualquier atisbo de sorpresa y sella colocado l¨ªder del grupo en su fase previa de la Eurocopa 96.
Julio Salinas se ha colocado ya en los puestos del podio de los goleadores del equipo nacional con 21 tantos, los mismos que Michel, s¨®lo les superan Di St¨¦fano con 23 y Butrague?o con 26. Su porcentaje de tantos se aproxima al 50 por partido, que ning¨²n otro jugador ha conseguido en la ¨²ltima d¨¦cada.
La selecci¨®n espa?ola concedi¨® anoche apenas un cuarto de hora de tregua a Macedonia, para despu¨¦s hacerse el amo del partido, sobre todo en su primera parte. Macedonia, en esos primeros 15 minutos, demostr¨® m¨¢s intenci¨®n y deseo que ocasi¨®n alguna de peligro. Zubizarreta solamente vio el susto al minuto de que Espa?a inaugurara el marcador cuando el remate del delantero m¨¢s peligroso de Macedonia, Boskovski, sali¨® lamiendo el poste izquierdo de la porter¨ªa espa?ola.
Espa?a impuso su anticipaci¨®n y control, sobre todo en el centro del campo. Fruto de ese dominio fueron las ocasiones de peligro que cre¨® y que en el primer periodo pudieron sentenciar el encuentro si se hubiesen culminado con ¨¦xito. Salinas marc¨® los goles, pero despu¨¦s pudo aumentar su cuenta si en el minuto 34 hubiera cabeceado con mayor convinci¨®n un centro de Luis Enrique. El delantero del Deportivo se limit¨® a poner la cabeza y el bal¨®n sali¨® rebotado por encima del larguero de la porter¨ªa de Macedonia. Nadal, pocos minutos despu¨¦s, cuando el final del primer tiempo se acercaba, envi¨® el bal¨®n al larguero.
Macedonia, por lo visto en el primer tiempo, no dio demasiados motivos para festejar el ambiente nacionalista que se respir¨® en el campo en los proleg¨®menos del encuentro. El d¨¦ anoche fue su segundo partido internacional oficial tras el empate del pasado mes con Dinamarca. Los aficionados macedonios llegaron a aplaudir el juego de la selecci¨®n espa?ola, que impuso sobre el terreno una superioridad indiscutible. Macedonia, en el primer tiempo, acab¨® entreg¨¢ndose y con la afici¨®n silbando a su portero, sustituido apenas iniciado el segundo tiempo.
Macedonia perdi¨® el miedo al gigante que Espa?a era para Doncevski, el t¨¦cnico del conjunto balc¨¢nico, al comenzar la segunda parte. Presion¨® con mayor insistencia, pero para ello le favoreci¨® el exceso de confianza del conjunto espa?ol. Los centrocampistas espa?oles vieron evaporarse la comodidad con que se movieron en la primera parte. El miedo que s¨®lo la presencia de Salinas levantaba entre la defensa macedonia fue anulado incluso por una decisi¨®n t¨¦cnica.
Espa?a ya no se aproximaba a la porter¨ªa de Macedonia con asiduidad. S¨®lo esperaba que corriese el reloj y que se presentase la oportunidad propicia, lo que as¨ª sucedi¨® en tres ocasiones en las botas de Caminero. Pero sus remates se encontraron con el portero macedonio. No fue la noche de la estrella espa?ola en el pasado mundial. Tampoco Hierro, a falta de unos minutos para el final, logr¨® redondear el triunfo espa?ol al rematar alto una buena cesi¨®n hacia atr¨¢s de Caminero. El objetivo marcado se cumpli¨®.
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