Kohl est¨¢ seguro de ganar
Todas las encuestas dan m¨¢s del 40% de los votos a los democristianos
El canciller federal alem¨¢, Helmut Kohl, de 64 a?os, y su partido, la democracia cristiana (CDU/CSU), se muestran seguros de su victoria ante las elecciones legislativas del pr¨®ximo domingo, y no cesan de afirmar que tambi¨¦n su socio de coalici¨®n, los liberales (FDP), conseguir¨¢n superar con facilidad el 5% y entrar en el Parla mento Federal (Bundestag). Convencidos de ello, Kohl y los suyos asegur¨¢n por doquier: "No tenemos votos para regalar oprestar al FDP".
Las ¨²ltimas encuestas parecen confirmar el optimismo de Kohl. El decano de los centros de sondeos, el Instituto de Democospia de Allensbach, pronostica a la CDU y los socialcristianos b¨¢varos (CSU) un 42% de los sufragios del domingo.
El m¨¢s novato de los institutos demosc¨®picos, que responde al nombre de Forsa y se ha ganado una cierta fama de chisgarab¨ªs, otorga tambi¨¦n a la CDU/CSU un porcentaje similar, el 43 %.
Kohl tiene dificultades para controlarse y no dar rienda suelta a su optimismo. El canciller federal tiene ahora la preocupaci¨®n de que la confianza en la victoria produzca un efecto desmovilizador a ¨²ltima hora entre sus partidarios.Por eso Kohl no cesa de repetir por todas partes que la batalla no est¨¢ ganada y que la ¨²nica encuesta v¨¢lida es la que se realiza el domingo a las seis de la trade, cuando se abren las urnas y se cuentan los votos.
No cabe duda de que la CDU/CSU ser¨¢ el domingo el partido m¨¢s votado, pero Kohl no necesita tener una memoria de elefante para recordar que ¨¦l mismo como aspirante a canciller se qued¨® en 1976 compuesto y sin novia, a pesar de haber conseguido el incre¨ªble porcentaje de 48,6% de votos. Los socialdem¨®cratas (SPD) con sus aliados de entonces los liberales (FDP) sumaron un 50,5%, 10 diputados m¨¢s, y el canciller fue el otro Helmut, el socialdem¨®crata Schmidt.
En esta ocasi¨®n Kohl puede contar con los votos de su socio el FDP, si los liberales consiguen superar el 5%. Las ¨²ltimas encuestas sobre el FDP discrepan bastante: Allensbach les da un 8% y Forsa los deja en el filo de la navaja con un 5%.
Helmut Kohl repite a diestro y siniestro que est¨¢ seguro de que el FDP conseguir¨¢ entrar en el Bundestag y por eso no ha hecho el menor gui?o para pedir a sus seguidores que apoyen con el segundo voto a los liberales.
Ganar desde la oposici¨®n
A favor de Kohl habla toda una tradici¨®n de la sociolog¨ªa electoral de la Rep¨²blica de Bonn: jam¨¢s un aspirante a canciller federal gan¨® la elecci¨®n desde la oposici¨®n y el FDP qued¨® 26 veces fuera de los parlamentos regionales, pero nunca baj¨® del 5% en elecciones federales y siempre estuvo en el Bundestag.
Kohl se presenta ante el electorado en un momento muy favorable para sus deseos de seguir al frente del Gobierno en Bonn. La coyuntura econ¨®mica parece haber iniciado un claro despegue. La cifra de parados actual es de 3,5 millones, la menor de todo el a?o, la inflaci¨®n se mantiene en un discreto 3% y el producto industrial bruto est¨¢ en alza, incluso un 9 % en el este.El canciller democristiano, a bordo de sus exuberantes 136 kilos, es un perfecto vendedor de optimismo. Hace cuatro a?os Kohl no vacil¨® en prometer paisajes florecientes para el territorio de la antigua Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA). Esto no se cumpli¨® y vino el desplome, pero ahora Kohl ya dice que lo peor pas¨® y que los paisajes florecientes se retrasaron un poco, pero llegar¨¢n.
No deja de explotar Kohl su condici¨®n de canciller de la reunificaci¨®n y los ¨¦xitos de Alemania en pol¨ªtica internacional. Se puede aprovechar el canciller de toda las escenas apote¨®sicas de los ¨²ltimos meses al lado de los grandes de la tierra.
La secuencia es terror¨ªfica para cualquiera aspirante a la canciller¨ªa. En julio, Kohl apereci¨® al lado de un presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, quien no paraba de repetir la muletilla "mi amigo Helmut" y ped¨ªa a Alemania representar un papel m¨¢s importante en la escena internacional. En agosto, Kohl despidi¨® en Berl¨ªn a los ¨²ltimos soldados rusos en compa?¨ªa de Boris Yeltsin con un despliegue impresionante.
Ahora, en campa?a, Kohl se presenta como el canciller que consigui¨® la salida de las tropas de ocupaci¨®n del territorio alem¨¢n. Para coronar todo, en septiembre Kohl despidi¨® a los aliados occidentales de nuevo en Berl¨ªn nocturna con una llamada gran retreta en la que soldados del Ej¨¦rcito Federal desfilaron por la noche con antorchas por la puerta de Brandeburgo en Berl¨ªn. La espectacular ceremonia habr¨¢ conmovido sin duda hasta la ¨²ltima fibra del alem¨¢n medio, de esos que deciden con su voto una elecci¨®n.Hace unos d¨ªas, en su ¨²ltima aparici¨®n ante la prensa acreditada en Bonn, Kohl se permiti¨® dar una exhibici¨®n de su autoconfianza.
Ante las insistentes preguntas sobre su posible retirada, en 1998, Kohl anunci¨® que est¨¢ dispuesto a cumplir sin peros todo el periodo de la pr¨®xima legislatura en la canciller¨ªa, es decir cuatro a?os. Con un deje de iron¨ªa cazurra, Kohl se felicit¨® de que los periodistas se mostrasen tan interesados en preguntarle por sus intenciones en 1998, porque esto significa que dan por supuesto que seguir¨¢ en. la canciller¨ªa los pr¨®ximos cuatro a?os.
Los periodistas le preguntaron qu¨¦ siente al pensar que, si gana el domingo, batir¨ªa la marca de permanencia en el cargo de Konrad Adeneuer, legendario padre de la Rep¨²blica de Bonn y de la democracia cristiana (CDU). Con gesto de suficiencia, Kohl respondi¨®: "Saben ustedes, yo no estoy como los reclutas contando en el calendario los d¨ªas que me faltan para superar a Adenauer".
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