Cura de tranquilidad
Un d¨¦bil C¨¢ceres propicia la recuperaci¨®n del Madrid
Fue un regalo del calendario de la ACB: la visita del C¨¢ceres era justo lo que necesitaba el Madrid para salir del pozo en el que hab¨ªa ca¨ªdo en Vitoria. El equipo extreme?o, temible cuando juega al calor de sus aficionados, se transform¨® en el Palacio en un juguete que alegr¨® el titubeante caminar de los hombres de Obradovic.Hab¨ªan empezado ¨¦stos inseguros e imprecisos. Las dudas blancas volv¨ªan a florecer, coincidiendo con los ¨²nicos momentos buenos de Brown y Sellers, sorprendidos ante la pasividad de Sabonis. Con 11-14 en el minuto 10, Obradovic se impacient¨®, toc¨® a rebato y el choque se acab¨®. El C¨¢ceres tard¨® seis minutos en volver a anotar una canasta. Se hab¨ªa topado de bruces con un quinteto dispuesto a defender a muerte, reforzando, de paso, la primigenia teor¨ªa de su t¨¦cnico.
El parcial de 16-2 estir¨® el marcador hasta un 27-16 en el minuto 16. Lo decisivo no era el margen, sino la diferente actitud de ambos equipos. El Madrid luchaba para ganar, convencer y, por una vez, disfrutar de una cura de tranquilidad; el C¨¢ceres se rend¨ªa sin condiciones.
A pesar de la decepcionante prestaci¨®n del conjunto de Manolo Flores, hay que dar cr¨¦dito al voluntarioso, con Santos a la cabeza, esfuerzo defensivo del Madrid: en el descanso (35-22), limitaba al C¨¢ceres a un 31% deaciertos en el tiro -9 de 29- y le doblaba en rebotes -18 y 9-.
Jordi Soler, el hombre-ancla de los extreme?os, quiso meter a su equipo en el partido, pero el habitualmente brillante base catal¨¢n no disfrut¨® ayer de su mejor d¨ªa. El reto se hac¨ªa completamente imposible si, adem¨¢s, los extranjeros no colaboraban: el serbio Ilic y los estadounidenses Brown y Sellers hac¨ªa tiempo que decidieron que, ¨¦sta no era su guerra.
El Real Madrid lleg¨® a disfrutar con el partido, pero la nula neligerancia del presunto enemigo Impide que los blancos salgan de la cuarentena.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.