La salida de las catacumbas

"No ten¨ªamos ni mesas, ni m¨¢quinas de escribir, ni locales, ni nada. Hasta tuvimos que reunirnos para saber qui¨¦nes y cu¨¢ntos ¨¦ramos". Sin pena, como el que cita una enfermedad Pasada que hizo da?o, pero se super¨®, recuerda Andoni P¨¦rez Ayala la situaci¨®n en que Izquierda Unida-Ezker Batua (IU-EB) se presentaba a las elecciones vascas de 1986.La desolaci¨®n que rememora P¨¦rez Ayala -uno de los dirigentes principales de IU-EB- era la consecuencia l¨®gica del hundimiento en Euskadi desde los primeros a?os 80 del componente mayoritario -y en el Pa¨ªs Vasco en esos a?os casi exclusivo- de IU: el partido comunista. En los a?os 1980-81, Roberto Lertxundi, entonces solitario diputado del PCE-EPK en el Parlamento de Vitoria, rompe el partido y se lleva a Euskadiko Ezkerra a casi toda la direcci¨®n y buena parte de los militantes. A los incondicionales que quedan les sobreviene poco despu¨¦s el cisma carrillista y el EPK queda casi reducido a la nada.

?Resultado? 6.750 votos en los comicios del 86 (un 0,58%, de los sufragios emitidos). En las municipales del a?o siguiente sigui¨® el desastre para IU: 8.538 votos (un 0,78%).

En esa situaci¨®n, distintos dirigentes renovadores de IU predicaron que lo mejor era integrar la organizaci¨®n en Euskadiko Ezkerra. Pero P¨¦rez Ayala y los suyos se empe?aron en continuar con su proyecto. De entonces a ahora, cuatro a?os de crecimiento espectacular, hasta alcanzar los 75.358 votos (6,27%) en las generales pasadas, en las que acarici¨® el esca?o de diputado, y los 86.169 (9,59%) en las europeas del 124, superando incluso a Eusko Alkartasuna.

Izquierda Unida quiere presentarse como la heredera natural del voto de Euskadiko Ezkerra, aunque en sus filas y votantes amalgame a desencantados del PSOE y de Herri Batasuna, pacifistas o femenistas o j¨®venes que votan por primera vez. La incorporaci¨®n de esos sectores ha sido una de las claves del ¨¦xito, con todas las encuestas situando a Izquierda Unida por encima de los cinco diputados, lo que le permitir¨ªa tener grupo parlamentario propio.