Dimisi¨®n por premiar un "pasado sangriento"
R. M., La renuncia de Kaare Kristiansen a su condici¨®n de miembro del Comit¨¦ Nobel, aunque esperada, ensombrece un acontecimiento que tradicionalmente ha sido motivo de j¨²bilo y orgullo para los noruegos. Seg¨²n ¨¦l, en 30 a?os de activismo, Yasir Arafat y la Organizacion para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) han causado miles de v¨ªctimas con actos terroristas. "El pasado de Arafat est¨¢ demasiado te?ido de violencia, de terrorismo y de sangre" como para ser recompensado con el Nobel, coment¨® ayer. Para Kristiansen es una lopura otorgar al l¨ªder palestino un premio tan cargado de simbolismo. "Va a enviar una se?al equivocada a las organizaciones violentas y a sus jefes, tanto en Oriente Pr¨®ximo como en otras partes del mundo", dijo.
S¨®lo una vez en la larga historia de la adjudicaci¨®n del premio se hab¨ªa producido una situaci¨®n similar. Fue en 1973, cuando el Nobel de la Paz fue adjudicado a Le Duc Tho y a Henry Kissinger por haber firmado los acuerdos que pusieron fin a la guerra de Vietnam. Dos de los miembros presentaron su renuncia un par de d¨ªas antes de la ceremonia de entrega.
Ahora la historia se repite. Kristiansen, uno de los cinco miembros que por un periodo de seis a?os elige el Parlamento noruego con el cometido de discernir el Premio Nobel de la Paz, renuncia al tiempo que se anuncia la adjudicaci¨®n.
El dimisionario, de 74 a?os, ex ministro del Petr¨®leo y miembro del Partido Cristiano, tiene una larga y conocida mil?tancia en favor de Israel. Siempre ha mantenido una posici¨®n intransigente con respecto a Arafat y a la OLP, a los que constantemente ha tildado de terroristas. Y no la cambi¨® en la hist¨®rica jornada de ayer.
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