Prisioneros del mismo juego
Un centro organiza terapias de grupo entre los ni?os maltratados y sus familias
Abandono, maltrato f¨ªsico o psicol¨®gico, negligencia y abuso sexual: la- ley establece que, siempre que sea posible, se debe reintegrar a los ni?os que han padecido estas experiencias en su medio social y familiar. Pero siempre es dif¨ªcil. A petici¨®n de la Comisi¨®n de Tutela del Menor, el Centro del Ni?o y la Familia (Cenyf) trata a estas familias "de alto riesgo social" para ver con ellas el origen del problema y facilitar as¨ª una recomposici¨®n de sus relaciones. Es terapia de grupo familiar.Los casos tratados en los tres a?os de vida del Cenyf se reparten al 50%. entre malos tratos, tanto f¨ªsicos como psicol¨®gicos, y abusos sexuales. Los ¨²ltimos son, seg¨²n los ex pertos, un hecho sumergido muy dif¨ªcil de abordar, por la .angustia que moviliza y por la confusi¨®n que produce en el menor: lealtades, culpas, secretos y no distinguir entre lo normal" y lo "prohibido"'.
El Cenyf est¨¢ gestionado por una entidad especializada en el campo de los servicios sociales -Intress- y trabaja exclusivamente a petici¨®n de la Comisi¨®n de Tutela del Menor (CTM), ¨®rgano responsable de la protecci¨®n de menores en la Comunidad de Madrid. La comisi¨®n env¨ªa al centro a familias "de alto riesgo social".
Cada a?o, el centro atiende a unas,30. familias, que suman cerca de 80 menores, la mitad de los cuales ha sufrido malos, tratos o abusos. Las sesiones suelen incluir a toda la familia (incluso abuelos) y otras veces s¨®lo a los padres (o uno de ellos o bien al grupo de hermanos. Una parte importante de los ni?os atendidos est¨¢n en situaci¨®n de tutela o guarda.
Seg¨²n Mar¨ªa Jes¨²s Ruano, directora del centro, no existe una familia maltratante tipo, pero s¨ª hay un rasgo generalizable: 'Tos padres maltratantes siempre tienen conflictos sin resolver e¨®n sus familias de origen y una individuaci¨®n [identidad] escasa. M¨¢s que padres de siguen siendo hijos de. Sus propias necesidades priman sobre las de sus hijos. Por ejemplo, si una Tadre no reconoce a su hijo su identidad como beb¨¦, vive su llanto inoportuno como una agresi¨®n hacia ella, no como una necesidad de ¨¦l, y eso le genera hostilidad".
La orientaci¨®n que sigue el Cenyf concibe la realidad -en este caso la familia- como un universo o sistema complejo, dotado de unas propiedades que no pertenecen a los individuos que lo componen, sino a su forma de interrelacionarse. "Aunque la v¨ªctima del maltrato sea el ni?o, todos son prisioneros del mismo,juego", afirman los terapeutas. "Una intervenci¨®n eficaz supone mostrar a la familia c¨®mo se produce esa situaci¨®n y lograrmodificar la posici¨®n de cada miembro en ese juego". Tambi¨¦n se hace un "trabajo de redes", es decir, con los agentes sociales interesados (colegios, juzgados, servicios sociales y de salud mental), a fin de jerarquizar las actuaciones y evitar la duplicaci¨®n de servicios.
"La transparencia es fundamental", se?alan los terapeutas. "Desde el principio explicamos nuestro modo de trabajo y su contexto coactivo: ustedes tienen la obligaci¨®n legal de venir y nosotros de ayudarles. Nunca tomamos iniciativas a sus espaldas; al final del tratamiento reciben una copia del informe que remitimos a la CTM". El equipo est¨¢ formado por dos terapeutas a tiempo completo, uno a tiempo parcial, un administrativo y dos supervisores.
El local, peque?o, pero c¨¦ntrico y bien acondicionado, est¨¢ dotado con un espejo unidireccional y una c¨¢mara de video.
Las familias saben que las sesiones se filman y que existe el espejo que permite la observaci¨®n.
"Al principio, les produce incomodidad, pero intentamos que comprendan que s¨®lo es una herramienta de trabajo y que, por supuesto, el material filmado es confidencial" dice Ruano.
Una de las hip¨®tesis de trabajo empleadas en el Cenyf para explicar el maltrato es la met¨¢fora del "juego relacional", es decir, las reglas establecidas en una familia a lo largo del tiempo y que configuran una especie de mapa de sus relaciones.
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