El gol, como terapia contra el barullo
La ins¨®lita punter¨ªa del Fuenlabrada acaba con el Langreo
Al Fuenlabrada le siguen gustando las-emociones fuertes S¨®lo sabe ganar goleando, pero ni as¨ª deja de sufrir. Sus dos ¨²nicas victorias han subido guarismos altos al marcador, 4-2 en ambas ocasiones pero en ninguna ha estado sobrado de nada. Y de lo que menos, de f¨²tbol.Ayer, en su ¨²ltimo partido en Getafe, los de Mart¨ªnez espantaron a un buen n¨²mero de fantasmas, esos que le rodeaban en el pozo de la clasificaci¨®n. Se encontraron con el primer gol al poco de empezar, en un cabezazo de Cuevas propio de un jugador que est¨¢ a gusto en las alturas. Pero la algarab¨ªa dur¨® lo que tard¨® Robert en medir el ¨¢ngulo de la escuadra derecha de Juanvi.
El partido andaba loco. Y eso que acababa de empezar. Flores lleg¨® con su espigada figura al ¨¢rea peque?a para fusilar. Es ¨¦ste un futbolista imprescindible para el t¨¦cnico fuenlabre?o, pero que no se acerca ni de lejos al canon de jugador de clase. Sus recursos t¨¦cnicos no es que sean pocos. Es que no existen. A cambio luce una cualidad sin precio: no para de correr.
Poco despu¨¦s de su gol lleg¨® el tercero, rubricado por Labella. En 20 minutos, el Fuenlabrada hab¨ªa demostrado una inusual punter¨ªa. Iba a gol por disparo. Pero el partido perdi¨® semejante torrente realizador y entr¨® en un f¨²tbol m¨¢s amansado. Los locales hab¨ªan amortizado su sola puesta escena. A los visitantes les tocaba abrazarse al riesgo. Y lo hicieron sin des¨¢nimo.
El juego era del Langreo; el partido, del Fuenla. La expulsi¨®n en el minuto 53 de Testa aument¨® el asedio de los visitantes, que acumulaban ocasiones, ante un rival limitado al rompe y rasga de su numantina defensa. Al gol en propia meta de Cabanillas, justo medio minuto despu¨¦s de salvar otro en la misma l¨ªnea, le sobraba coherencia.
Los ¨²ltimos minutos transcurrieron bajo los mismos par¨¢metros, aunque te?idos de agotamiento. El reloj del ¨¢rbitro hizo m¨¢s larga a¨²n la angustia local. Lleg¨® entonces Peces para aprovechar el ataque indiscrimando del rival. Galop¨® por la banda, burl¨® a un defensa, dej¨® en el suelo al portero y remat¨® una faena en la que el Fuenla le dijo adi¨®s a la urgencia como debe hacerse: a golazo limpio.
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