El amigo americano
La pol¨ªtica cultural vasca cambia de rumbo con el acuerdo para abrir en Bilbao el Museo Guggenheim
Las m¨¢quinas y los hombres trabajan a buen ritmo a orillas de la r¨ªa del Nervi¨®n, en el mismo coraz¨®n de Bilbao, para construir la estructura de un edificio singular. A los pies del puente de La Salve comienza ya a erigirse el esqueleto que el arquitecto norteamericano Frank O. Gehry ha dise?ado para albergar el Museo Guggenheim de Bilbao. Despu¨¦s de muchos a?os atentos s¨®lo a las manifestaciones de la aut¨®ctona, la apuesta por el Guggenheim fue un golpe de tim¨®n, que se lleva gran parte de los recursos (en total, unos 20.000 millones de pesetas) y cambia el rumbo de la pol¨ªtica cultural.El Museo Guggenheim de Bilbao contar¨¢ con los fondos art¨ªsticos de la fundaci¨®n neoyorquina y una colecci¨®n propia que se comprar¨¢ con un presupuesto de 5.000 millones de pesetas. El centro abrir¨¢ sus puertas en 1997.
El acuerdo con la fundaci¨®n americana provoc¨® hace dos a?os una importante corriente de cr¨ªticas en el Pa¨ªs Vasco. Desde distintos sectores de la cultura se acus¨® a la Administraci¨®n de despilfarrar los recursos en un proyecto controlado desde el exterior y que, en la pr¨¢ctica, obligaba a dejar sin una peseta del presupuesto p¨²blico a muchas actividades. El paso del tiempo y la canalizaci¨®n de las ayudas a trav¨¦s de otras instituciones calm¨® la pol¨¦mica.
Al margen de los giros de la pol¨ªtica cultural, la creaci¨®n en el campo de las artes pl¨¢sticas sigue su ritmo. La lista de grandes nombres ya consagrados, con Eduardo Chillida a la cabeza, contin¨²a con artistas que ya han consolidado una carrera internacional, como Dar¨ªo Urzay, Andr¨¦s Nagel, Txomin Badiola y Peio Irazu.
Por detr¨¢s, los artistas noveles, de los centenares formados en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad del Pa¨ªs Vasco y en los talleres de Arteleku de San Sebasti¨¢n, cultivan con entusiasmo la pintura y escultura. Los cr¨ªticos reconocen que "derrochan energ¨ªa", pero ofrecen una calidad desigual.
Juanma Bajo Ulloa, Julio Medem, Enrique Urbizu y Alex de la Iglesia componen la variopinta ¨¦lite del cine que se est¨¢ haciendo en el Pa¨ªs Vasco en los ¨²ltimos a?os, avalada por el ¨¦xito de p¨²blico y numerosos premios internacionales.
Tambi¨¦n en el Pa¨ªs Vasco las dificultades econ¨®micas penden sobre la producci¨®n cinematogr¨¢fica. La Administraci¨®n aut¨®noma cerr¨® el grifo de las subvenciones y para canalizar las ayudas cre¨® la sociedad p¨²blica Euskal Media, encargada de asumir la coproducci¨®n de pel¨ªculas. Esta f¨®rmula de apoyo al cine tambi¨¦n ha desaparecido, y, para ocupar su lugar, el departamento de Cultura y Euskal Telebista han constituido una fundaci¨®n de impulso del sector audiovisual.
En un pa¨ªs donde la afici¨®n a la m¨²sica cl¨¢sica y coral es uno de los t¨®picos m¨¢s vinculados con su idiosincrasia y los conservatorios est¨¢n llenos, los conciertos y festivales de alto nivel -como la Quincena Musical de San Sebasti¨¢n y la ¨®pera de Bilbao- cuelgan habitualmente el no hay entradas. Al otro extremo, el denominado rock radikal conquist¨® a finales de los ochenta el Pa¨ªs Vasco y consigui¨® exportar su sonido, contra la corriente que entonces dominaba el panorama musical espa?ol.
Negu Gorriak, los herederos del extinto grupo Kortatu, han asentado su credencial de formaci¨®n emblem¨¢tica de la corriente radical y venden discos hasta en Jap¨®n. Pero otros movimientos musicales de corte bien distinto se imponen entre los m¨¢s j¨®venes. Grupos que cantan en ingl¨¦s, cuyo principal representante es El Inquilino Comunista, surgen en la comarca de la Margen Derecha de Nervi¨®n, mientras en la emisoras de radio no para de sonar el reggae de Ke Rule, con letras en castellano.
La moda coyuntural no agota la oferta. Las viejas glorias de la m¨²sica vasca siguen componiendo y grabando. Son figuras como Ruper Ordorika, Natxo de Felipe, del grupo Oskorri y Juan Carlos P¨¦rez, ex l¨ªder de Itoiz. En todos los casos sufren las carencias de infraestructuras para dar a conocer su trabajo.
En el terreno de la literatura en euskera, el paulatino aumento de lectores est¨¢ normalizando el mercado editorial, todav¨ªa condicionado por la demanda de la escuela y de los adultos que est¨¢n aprendiendo el idioma. Bernardo Atxaga, premio nacional de Narrativa por su obra Obabakoak, es el autor que m¨¢s ¨¦xito ha conquistado jam¨¢s en la historia editorial de Euskadi. Andu Lertxundi, por otro lado, prepara la reedici¨®n de su ¨²ltima novela, Otto Pette. El panorama no es homog¨¦neo. Entre los m¨¢s j¨®venes -Inaxio Mujika, Juan Luis Zabala, Pako Aristi y Karlos Linazasoro, por ejemplo- prolifera la publicaci¨®n de cuentos y relatos cortos en busca de su horizonte literario.
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